lunes, 30 de mayo de 2016

LOS REYES DE LA SINFÓNICA

Gala especial del 25º Aniversario de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Ana Hernández Sanchiz, presentadora. John Axelrod, director. Programa: Concierto a la carta. Teatro de la Maestranza, domingo 29 de mayo de 2016

Primeros pasos en el Lope de Vega
Normalmente cuando alguien cumple años, recibe regalos. No fue el caso de nuestra Sinfónica, que cumplió sus primeros veinticinco ofreciendo a su público el concierto que éste había elegido de entre el abanico de posibilidades propuesto en convocatorias previas de la orquesta. El público escribió su carta de Reyes Magos y la orquesta nos obsequió con las piezas más solicitadas. El evento se convirtió en escenario para la nostalgia y la satisfacción, dejando a un lado la preocupación reinante por la delicada situación financiera de la institución y la falta de apoyos institucionales desde las más altas esferas del gobierno autonómico, más preocupado en rascar votos de sectores de población domesticados con sus políticas de ayuda a fondo perdido, sin contraprestación, que de esos otros más formados e intelectuales cuyos votos de todas formas ya han perdido.

Los llenos del Maestranza y la ROSS
Los lazos verdes que lucieron prácticamente todas y todos los asistentes, y la fuerte y larga ovación que en pie le dedicaron a los maestros y maestras de la Sinfónica, quedaron ampliamente recompensados con un festival de obras que, aunque muy trilladas, sonaron con toda la magnificencia y suntuosidad que la ocasión requería. El ambiente festivo se advirtió incluso en la indumentaria de las integrantes de la plantilla, relajadas del oscuro habitual y luciendo vivos y alegres colores en sus vestidos. El cada vez más implicado y vitalista John Axelrod se empeñó a fondo, y con él toda la orquesta, para ofrecer lo mejor de sí mismos, traducido en un movimiento final de la Quinta de Chaikovsky cargado de intensidad, lirismo y drama a partes iguales; un primer movimiento de Sherezade de Rimsky-Korsakov mágico y ensoñador; una obertura de La fuerza del destino de Verdi generosa en brío y color, que sirvió para situar Sevilla en la escena operística a la que tantas veces le ha servido de testigo; un cristalino y apasionado Preludio y Muerte de Isolda de Wagner, vehículo idóneo para reconocer también la labor y el esfuerzo desplegado por Pedro Halffter durante diez de estos veinticinco años, dejando diferencias aparte en un encomiable ejercicio de humildad y justicia; y el primer movimiento, con esas imprescindibles cuatro notas que dan paso a una de las páginas más brillantes de la Historia de la Música, la Quinta de Beethoven, que ganó la mayoría absoluta de un público para el que la desaparición de la ROSS supondría una tragedia irreversible.

Los entrañables conciertos de Navidad de Vladimir Dmitrenco
Cinco piezas marcadas por el destino, como lo estamos todos y todas, pero al que podemos controlar y manejar con nuestro esfuerzo y dedicación para evitar desastres mayores. Lazos verdes de esperanza para marcar un nuevo rumbo en el que nuestra orquesta no sólo no desaparezca sino crezca, madure aún más y llegue a situarse en un punto de mayor envergadura y prestancia que le permita por ejemplo volver a encarar grabaciones tan estimulantes como esa Segunda Sinfonía de Rachmaninov con Halffter en Santander. Registro que sirvió como banda sonora a las impecables y cariñosas presentaciones que Ana Hernández Sanchiz, habitual colaboradora de la orquesta y el teatro, vertió en torno a la gestación de la orquesta, su andadura, la gente que dejó su huella en ella, quienes desaparecieron, y el público, el que está y el que ya no está, que hizo posible esos veinticinco años. Público que llena semanalmente los dos conciertos por programa de abono con los que nos deleitan los ciento y pico profesionales que forman ya parte de nuestra vida y tanto han ayudado a mejorarla. Los que estamos y los que ya no están, pero que ayer sentimos a nuestro lado, acompañándonos desde ese lugar del descanso eterno que nos reserva el destino. Todavía vivos, muy vivos, nos adherimos a Axelrod, Sanchiz y todos quienes han formado parte de estos maravillosos veinticinco años, deseando «¡Larga vida a la ROSS !».

Una de las publicaciones de la Diputación
y la Fundación Luis Cernuda a propósito
de los Encuentros de Música de Cine
Nota final: Desde estas páginas dedicadas a la música y el cine, quisiera aprovechar para recordar la excelente labor que nuestra orquesta ha desempeñado en torno al séptimo arte, como pionera en nuestro país y muchos de Europa de la música de cine en concierto, con la que nos deleitó durante casi veinte años en los añorados Encuentros de Música de Cine, vertiente que Jesús Castro procuró titánicamente recuperar en estos tres últimos años a través del concierto de clausura del año académico de la Universidad, y que de momento se ha interrumpido esta temporada. Un trabajo que ha sido seguido en estos últimos años en otras plazas como Úbeda, Córdoba o Santa Cruz de Tenerife, pero que no olvidemos inauguró la ROSS a la vez que iniciaba su andadura en el Lope de Vega, la Sala Apolo y, finalmente, el Teatro de la Maestranza. Un recuerdo por lo tanto también para este aspecto al que, como a tantos otros, no se hizo referencia en la gala del 25 aniversario por razones lógicas de tiempo y agilidad.

3 comentarios:

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    2. Por alusiones: muchísimas gracias por el apoyo y el reconocimiento que le das a la ROSS en su faceta de intérprete en cuanto a la Música de Cine se refiere. Recordar a los compositores que han dirigido a nuestra orquesta es algo que a los aficionados a este género en concreto nos emociona.

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