miércoles, 26 de octubre de 2016

YELLOWJACKETS EN EL LOPE DE VEGA: UN RECORRIDO COHERENTE

Yellowjackets: Russell Ferrante, teclados. Dane Alderson, bajo. Bob Mintzer, saxo. Will Kennedy, batería. Teatro Lope de Vega, martes 25 de octubre de 2016

De izquierda a derecha: Will Kennedy, Russell Ferrante,
Bob Mintzer y Dane Alderson
Como tantas otras veces con otros artistas, su concierto se anunciaba como de presentación de su último trabajo discográfico, Cohearance, un juego de palabras que combina coherencia con escucha. Pero más bien, aprovechando este lanzamiento, el grupo ofreció un muestrario de temas incluidos en varios de sus álbumes, la mayoría recientes como A Rise in the Road y Timeline, con espacio también para la nostalgia. El jazz fusión hizo con el jazz puro y tradicional en los ochenta lo que la música de cine hizo en la misma época con la clásica, abrir nuevos mercados y formar nuevos públicos. En esa corriente se enmarcó el guitarrista Robben Ford cuando a finales de los setenta creó el conjunto que derivaría cuatro años después en el mítico Yellowjackets, en línea con otros grupos míticos como Crusaders. Tan evidente es que cultivaron durante la década el jazz mezclado con pop, rock y funky que sus creaciones se incluyeron en la banda sonora de la cuarta entrega cinematográfica de Star Trek, y algunos de sus integrantes pasaron a convertirse en músicos de estudio de estrellas como Lionel Richie, Donald Fagen o The Doobie Brothers.

El saxofonista Bob Mintzer, activo en el grupo de forma permanente desde 1991, definió Yellojackets como una institución, un proyecto por el que han pasado multitud de excelentes músicos que han dejado su impronta sin traicionar jamás el espíritu del conjunto, de forma que hasta Dane Alderson, el más joven integrante en la actualidad, que sólo ha colaborado en este último compacto, se plegó con impecable respeto a la estética imperante en trabajos anteriores, ya fuera sustituyendo a Jimmy Haslip o al más reciente Felix Pastorius. Su solo en Anticipation fue excelente, mientras al resto contribuyó dando fuerza y cuerpo, además de buen ritmo, a las propuestas de Russell Ferrante, el más veterano (desde su constitución), al piano, y Mintzer, espléndido al saxo y al clarinete eléctrico, única concesión a aquel sonido fusión de los ochenta y noventa del siglo pasado. Un problema de proyección en la sala propició que según dónde estuviéramos ubicados, la enérgica percusión de Will Kennedy sonara a veces descompasada con la parte solista.

La cita valió en general la pena, si bien hay que decir que no hubo fueras de serie en la manifestación. Mantienen su buen hacer y respeto a los grandes, como demostraron en Monk’s Habit y Like Elvin, sendos homenajes a Thelonius Monk y Elvin Jones, pero sin grandes exhibiciones de las que cortan la respiración, siempre dentro de un orden de músicos competentes y disciplinados pero ni arriesgados ni atrevidos. No faltó elegancia, como en ese When the Lady Dances que abrió el concierto, ni virtuosismo como el desplegado en The Red Sea, incluido en el álbum Run for Your Life de 1994, pero en general la propuesta sonó rutinaria, ideal para adeptos al legendario grupo pero insuficiente para quienes busquen frescura y excelencia.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario