miércoles, 28 de julio de 2021

COCKTAILS CON YOOJIN KO QUINTET

Jazz en el CAAC. Yoojin Ko, flautas. Ramón Prats, batería. Javier Galiana, piano. Marc Cuevas, bajo. Emilio Parrilla, clarinete. Programa: Presentación del disco “Pungryu”. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, martes 27 de julio de 2021

Durante todo el verano el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo celebra cada martes un concierto de jazz organizado por Assejazz (Asociación Sevillana de Jazz). Apadrinada por Jorge Moreno, artífice y fundador de Blue Asteroid Records, la compañía sevillana especializada en jazz que anda detrás de Factoría Jazz y en cuyas filas militan artistas de la talla de O Sister!, Javier Ortí, Wise Guys Octet, Luis González o Four Women Quartet, la compositora y flautista surcoreana Yoojin Ko presentó en nuestra ciudad su primer álbum de estudio. Se trata de una experiencia relajante y evocadora que pretende denunciar la necesidad, ahora más que nunca, de que humanidad y naturaleza convivan y se retroalimenten de manera equilibrada y sostenible. Para ello vino acompañada por un más que solvente conjunto instrumental formado por músicos catalanes y andaluces, los mismos que aparecen en el disco a excepción del teclista Javier Galiana, que sustituyó a Xavi Torres. El resultado fue suficientemente estimulante como para recomendar el registro a quienes disfruten con el sonido ambiente y la sofisticación formal del jazz más elegante y espiritual.

Yoojin Ko vive desde hace tiempo en Holanda, quizás el país europeo con una mayor tradición y compromiso jazzístico, por eso sabe lo que es estar fuera de su país, lejos de su mundo, familia, amigos, aromas y sensaciones, y sea ese el motivo por el que su primer álbum suena tan evocador y en cierto modo nostálgico. El tema The Wind from the Home, tocado junto al clarinete bajo de Emilio Parrilla, que se incorporó a escena a mitad de concierto, es un buen ejemplo de ese sentimiento melancólico que llegó a tener gran parte de su limitado repertorio. Ko tiende en sus composiciones a aunar tradición, folclore y sofisticación, una fusión que se nos antoja como si asistiéramos a un elegante cocktail amenizado por una música que crea el ambiente perfecto. Para ello se recrea en sonidos envolventes, que su espléndida banda traduce en prodigio de virtuosismo y sutileza, solo lastrada en determinados momentos por una molesta saturación decibélica provocada por la amplificación.

En su estilo se combina el jazz más sesentero, como en ese And Still I Rise con el que arrancó el concierto, o el rápido foxtrot final, un 201 Blues de reminiscencias mancinianas que cierra también el álbum. En su repertorio tiene también espacio la experimentación y hasta cierto punto la vanguardia, como pudimos comprobar en Blue Brown Alley y en el tema que da título al disco, Pungryu, un duelo aparentemente improvisado y perfectamente armonizado entre Ramón Prats a la batería y la flautista. Como tal demostró un absoluto control y dominio del instrumento, atreviéndose también con el pau, una flauta de bambú de sonido más grave y seco, o el bawu, instrumento de caña libre que se toca de forma transversal. Entre sus acompañantes, las intervenciones de Galiana al teclado fueron sensacionales, combinando con buen gusto y mucha sensibilidad una excelente pulsación y la recreación de sonidos ambientales sintetizados. Prats y Marc Cuevas contribuyeron a dar cuerpo y ritmo a la exhibición, mientras Parrilla aportó además de un estupendo control de la respiración y un elocuente fraseo, el tono festivo que la ocasión también merecía. Se agradece también el esfuerzo desplegado por la artista surcoreana para introducir las piezas en un fatigoso castellano, aunque a veces tiró la toalla para expresarse en un más socorrido inglés.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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