miércoles, 6 de octubre de 2021

LA JOCOSA DEVOCIÓN MARIANA DE ARTEFACTUM

XXII Noches en los Jardines del Real Alcázar. César Carazo, canto y viola. José Manuel Vaquero, canto, organetto, zanfoña. Ignacio Gil, flautas de pico, oboe de cápsula, gaita. Álvaro Garrido, percusión. Programa: 800 años no son nada (cantigas de Alfonso X El Sabio). Martes 5 de octubre de 2021

Foto: Actidea

No podía faltar en esta conmemoración del ochocientos aniversario del rey Alfonso X El Sabio, al que tan indefectiblemente ligado se encuentra nuestra ciudad, la aportación de Artefactum, grupo que desde sus inicios hace casi treinta años ha prestado un inusitado interés por este catálogo de música y poesía trovadoresca dedicada a la Virgen María. Música profana y sin embargo de contenido religioso, pero siempre al margen de la liturgia, que Artefactum siempre ha abordado con carácter goliardesco, como si de canciones de taberna se tratase. Siguen siendo fieles a ese estilo tan desprejuiciado que les caracteriza, anclado en una forma de acercarse a la música medieval siguiendo prácticas trasnochadas para algunos pero efectivas para conectar con el público, que el conjunto defiende con gracia, entusiasmo y un excelente nivel interpretativo. El público sevillano lo ha aplaudido casi desde el principio, y sigue haciéndolo porque no defraudan. Mientras, su fama ha ido poco a poco trascendiendo los muros de la ciudad y hoy cuentan gestas como sus celebrados conciertos en Japón o su responsabilidad inmediata como anfitriones del Pabellón de España en la Exposición Universal de Dubai dentro de apenas una semana.

Con las maletas casi hechas y todo un torrente de ilusión por delante, Artefactum cumplió su compromiso con las Noches del Alcázar presentando una suculenta selección de cantigas hechas a su modo, como no podía ser menos y no les perdonaríamos no hiciesen. El incontestable humor de ese rey de la comedia que es José Manuel Vaquero, siempre desde el buen gusto y la elegancia, fue desgranando los curiosos milagros de la Virgen narrados en cada una de las piezas elegidas. Carazo, con una voz perfectamente entonada y esmaltada, grave, clara y cristalina, y un exquisito fraseo, prologó la colección para a continuación erigirse en protagonista vocal de la velada, con las habituales incursiones de sus compañeros en coros y estribillos. En formación de cuatro (echamos en falta a Aníbal Soriano y Alberto Barea), prescindiendo de cuantas colaboraciones han ido a lo largo de los años dando cuerpo y carta de naturaleza a su particular universo alfonsí, Artefactum volvió a sonar impecable, en estilo de música celta, más bien galaica, con un porcentaje mayor de folclore que de rigor histórico, y ese punto lúdico y divertido que es marca de la casa desde hace ya tanto que sus integrantes apenas manifiestan esfuerzo a la hora de plantar sus propuestas.

Carazo brilló también a la viola, dando cuerpo y contrapunto al trabajo de sus compañeros. Gil demostró una vez más que es un fuera de serie en las maderas, con exhibiciones de flauta pletóricas en modulación y fraseo y un sensacional control de la respiración, ya fuera en las flautas, el oboe de cápsula de chirriante sonido, y hasta la gaita. Sus ornamentaciones brillaron junto al organetto de Vaquero, que también dominó una vez más una rebelde zanfoña, muy afectada por la humedad reinante. Y Garrido demostró de nuevo su dominio de todos los resortes de la percusión, con momentos tan inspirados, creativos y experimentales como el arranque de la Cantiga número 159, que ellos llaman del filete por el gastronómico milagro que narra. Habrá otras maneras más informadas para afrontar este cuerpo poético musical, pero nadie como ellos han sabido conectar a Alfonsox (cariñoso término con el que siempre se han dirigido al monarca desde su fundación) con la sensibilidad de nuestro tiempo. Despedimos así por nuestra parte una edición de las Noches del Alcázar insólitamente alargada hasta octubre para compensar su tardío arranque.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario