jueves, 19 de junio de 2025

CARMEN PASABA POR ALLÍ

Carmen. Ópera de Georges Bizet. Salvador Vázquez, direción musical. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro Teatro de la Maestranza. Escolanía de los Palacios. Con Gabriela Flores, Alejandro del Cerro, María Miró, Badral Chuluunbaatar, Mercedes Arcuri, Anna Gomá, Javier Castañeda, Alejandro Sánchez, Pablo Gálvez y Pablo García López. Producción del Auditorio de la Diputación de Alicante, ADDA. Teatro de la Maestranza, miércoles 18 de junio de 2025


Hablábamos, a propósito del estreno el pasado viernes de esta producción de la famosa ópera de Bizet, sobre la decepción que nos provocó en su día la caída de cartel de la mezzo letona Elina Garança, y de cómo su anuncio debió producirse por el atrevimiento, entiéndase precipitación, del teatro sin estar debidamente cerrado el compromiso. Sin embargo, nos informaron después de forma oficial, que no fue exactamente así y que tanto ella como su esposo, Karel Mark Chichon, habían cerrado su compromiso para después sencillamente renunciar, sin responsabilidad alguna por parte del coliseo. Admitimos que este desliz podría haberse evitado si nos hubiésemos limitado a la valoración crítica de la función de estreno, sin más artificios.

Nada parecido sucedió con este segundo reparto, que se ha mantenido intacto desde su anuncio en la primavera del 2024. Sin embargo, la participación tanto de Gabriela Flores y el resto de las cuatro voces principales, así como del director Salvador Vázquez, tuvo que reajustarse para adaptarse a las nuevas circunstancias, libres de la agenda de Garança, limitándose a dos funciones en lugar de las tres que debían alternarse con igual número del primer reparto, que ahora son cuatro.

Menos y más en este segundo reparto

La mezzo mexicana Gabriela Flores es, en cierto modo, nueva en esta plaza, con más inconvenientes que virtudes para enfrentarse a un papel tan icónico y complejo como éste. Posee un bello timbre, suficiente potencia y fraseo exquisito, además de capacidad para cantar la partitura con holgura e impecable profesionalidad. Pero nada de eso es suficiente si no le acompaña el carisma y el arrojo necesarios para afrontar el carismático personaje con convicción. Su paso por el Maestranza se nos antojó falto de gracia y contundencia, sólo limitado a cumplir y poco más. Faltó sensualidad, y no digamos pasión, tanto en el aspecto estrictamente dramático como en su forma de modular la voz, que hubiera requerido más flexibilidad, morbo y capacidad irónica.


Con más trayectoria profesional, y más papeles protagonistas a sus espaldas, el cántabro Alejandro del Cerro se empeñó más a fondo en su forma de entender el ambiguo y pendenciero papel de Don José, tan propenso a la ternura como al hieratismo más absoluto cuando las circunstancias le son adversas. Así, entonó La fleur que tu m'avais jetée con una considerable dosis de romanticismo, controlando reguladores y cambios de registro con tanta sensibilidad como cierta afectación, mientras aportó visceralidad a la trágica escena final.

Es difícil sustraerse a la ternura de Micaela, y quizás eso propició la fuerte ovación que mereció María Miró, cuya potencia vocal es ciertamente impresionante, pero que acusa excesiva rigidez tanto en su forma de actuar como de cantar, además de evidenciar una voz de timbre algo estridente no siempre agradable. Mejorar al Escamilla de Dalibor Jenis no es tarea difícil, y desde luego el joven Badral Chuluunbaatar lo consigue, a pesar de carecer del carisma y la contundencia necesaria, lo que le llevó a entonar la canción del toreador con cierta desgana y falta de arrojo, si bien se agradeció su flexible entonación y firme línea de canto, sin altibajos y siempre audible.

Una batuta convincente y más atención al resto de voces

Aprovechamos la ocasión para reparar más en el resto del elenco de lo que lo hicimos en la reseña de la primera función. La soprano Mercedes Arcuri y la mezzo Anna Gomà fueron dignas amigas de la protagonista, logrando un quinteto del segundo acto y, especialmente, una escena de las cartas de alto nivel. También el barítono granadino Pablo Gálvez y el tenor cordobés Pablo García-López alcanzaron un excelente nivel en sus breves intervenciones, especialmente en el quinteto aludido.


El barítono palentino Javier Castañeda compuso un Zúñiga sólido, sobrio como actor, autoritario como cantante. Menos acertado estuvo el barítono peruano Alejandro Sánchez, por acusar una voz algo temblorosa, aunque resultó eficaz en su breve cometido.

No es fácil acercarse al universo de la gitana sevillana desde el foso. Requiere un sentido del drama acusado, a la vez que una buena dosis de sensualidad y un nivel de ternura capaz de captar la personalidad poliédrica de la desventurada protagonista. Podríamos decir que Salvador Vázquez, flamante director de la Orquesta de Córdoba, logró ceñirse en un buen porcentaje a estas exigencias, si bien prefirió asentarse en texturas suaves, incluso amables, que acentuaran el carácter pre impresionista de la partitura, a la vez que potenciaran su ternura romántica. La tragedia también quedó perfectamente plasmada en los pasajes más dramáticos de la pieza.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía


martes, 17 de junio de 2025

CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN Aventuras al servicio de la inteligencia

Título original: How to Train Your Dragon
USA 2025 125 min.
Guion y dirección
Dean DeBlois, según el libro de Cressida Cowell Fotografía Bill Pope Música John Powell Intérpretes Mason Thames, Gerard Butler, Nico Parker, Nick Frost, Julian Dennison, Gabriel Howell, Bronwyn James, Harry Trevaldwyn Estreno en España 12 junio 2025; en Estados Unidos 13 junio 2025


Los remakes se producen para hacer caja, pero es cierto que algunos son muy útiles. Volver a acercarse al universo que Dreamworks creó a partir del libro de Cressida Cowell, siempre merece la pena. Es como volver a ver una y otra vez una misma película a la que le tenemos mucho afecto, y descubrir siempre o casi siempre cosas nuevas, con el añadido de que en esta ocasión la traslación de dibujos animados digitales a imagen real, hasta donde la infografía lo permite, genera unas texturas y una atmósfera diferentes a la del original. 
Dean DeBlois apenas se ha empeñado en uno o dos títulos desde que comenzara su carrera como director en 2002, precisamente con Lilo & Stitch junto a Chris Sanders, que también ha conocido este año su versión en imagen real. Por un lado este producto de la Disney y por otro la trilogía de Cómo entrenar a tu dragón, que ahora se completa con esta primera versión con personajes de carne y hueso. Producir Robot salvaje completa su concentrada carrera.

Hace quince años, Cómo entrenar tu dragón saltaba a la pantalla con sus vistosos paisajes, su contagiosa alegría y su fecunda vitalidad. Pero sobre todo llamaba la atención su inteligente mensaje, ideal para llegar a los públicos más jóvenes y receptivos. Hablaba de la diferencia, del miedo y la ignorancia, y de cómo combatirlo desde el entendimiento, o lo que es lo mismo la educación, procurando convivencia, respeto y comprensión en lugar de violencia y combate. Un mensaje si acaso hoy tan útil y necesario como nunca, cuando la tan deseada convivencia se ha sustituido definitivamente por la aniquilación de los pueblos vecinos, considerados rivales.

La nueva versión de esta historia de entendimiento y amistad entre el joven Hipo y el furia nocturna Desdentao, mantiene esa línea didáctica aumentando su metraje, lo que se soluciona con más escenas de acción a las que de nuevo pone un electrizante soporte musical John Powell, mirando a los grandes clásicos de aventuras del Hollywood clásico. El resultado es un film disfrutable como lo fue su precedente, vistoso y espectacular, con mucho sentido del ritmo y esa considerable dosis de pasión que provoca el sano entusiasmo que caracterizó la cinta del 2010.

lunes, 16 de junio de 2025

MISS CARBÓN Mujer y minera, doble triunfo

España-Argentina 2025 93 min.
Dirección
Agustina Macri Guion Erika Halvorsen Fotografía Luciano Badaracco Música Maite Arroitajauregi Intérpretes Lux Pascal, Paco León, Laura Grandinetti, Romina Escobar, Federico Marzullo, Simone Mercado, Gabriela Pastor Estreno en salas 12 junio 2025

La hermana transexual de Pedro Pascal da vida a una heroína de nuestro tiempo, la primera mujer que pudo trabajar en la mina en una región de Argentina especializada en esta industria. La suya fue una conquista paulatina, primero como hombre travestido, después operado y, finalmente, mujer gracias a la aprobación de una legislación acorde a una mayor sensibilidad, igualdad y reconocimiento de derechos al más amplio abanico de seres humanos posible. Un doble triunfo, el reconocimiento de su capacidad para trabajar en la mina y el de su condición de mujer.

La realizadora argentina Agustina Macri alcanzó cierto reconocimiento hace siete años por su película Soledad, donde reivindicaba la figura de otra mujer singular, la activista anarquista María Soledad Rosas, que acabó suicidándose en una cárcel italiana cuando fue acusada al parecer injustamente de sabotear las obras de un tren de alta velocidad. Regresa ahora al formato del largometraje para contarnos esta historia de resistencia y perseverancia en un entorno hostil, donde sin embargo son las mujeres quienes ofrecen más batalla a la transexualidad, como de hecho ocurre en ciertos núcleos feministas esgrimiendo argumentos que rozan lo ridículo. Menos acosada de lo que podría parecer por sus compañeros de trabajo, y muy acogida por quienes como ella reivindican otro género y vivirlo en libertad, el recorrido de Carla pasa por experimentar también el amor, siempre desde la clandestinidad y con más prejuicios de lo esperable.

Con todo, en su recorrido la cinta exhibe cierta sensibilidad y delicadeza a la hora de exponer personajes y situaciones, sin cargar jamás las tintas y ofreciendo un mural de reacciones y reflexiones variopinto y aceptable. Lux Pascal logra con una interpretación matizada generar la calidez y la complicidad necesarias para dejarse llevar por el particular testimonio de su personaje, mientras Paco León demuestra una vez más manejarse tan bien en papeles serios y drmáticos como lo ha hecho siempre en los cómicos.

TODO SALDRÁ BIEN Voluntad traicionada

Título original: Cong jin yihou
Hong Kong-China 2024 93 min.
Guion y dirección Ray Yeung Fotografía Leung Ming-Kai Música Veronica Lee Intérpretes Patra Au, Lin-Lin Li, Tai-Bo, So-Ying Hui, Chung-Hang Leung, Fish Liew, Lai-Ha Li, Priscilla Leung Siu Wai Estreno en el Festival de Berlín 16 febrero 2024; en Hong Kong 1 mayo 2024; en España 12 junio 2025

Probablemente Ray Yeung sea el director hongkonés más concienciado con los problemas derivados de la homosexualidad en su entorno. Ha abordado el tema desde el prisma de la juventud, en la película británica Cut Sleeve Boys y en la estadounidense Front Cover. Ya de regreso a su país, con su tercera película, Suk Suk, fijó su atención en la edad madura, a través de la historia de dos hombres de edad avanzada y familias asentadas, que descubren el amor homosexual con todos los prejuicios y obstáculos que supone para sus respectivos hogares. 
La familia vuelve a ser el eje sobre el que transita ahora la historia de una pareja de lesbianas que tras convivir durante más de cuarenta años, al fallecer una de las dos genera un conflicto de intereses económicos con la familia de la fallecida, hasta entonces tan afín a la pareja.

Yeung nos cuenta esta historia con tan buen gusto como sensibilidad, con ritmo pausado pero nunca aburrido, con la delicadeza de mostrar cada una de las motivaciones que conducen a los distintos comportamientos de los integrantes de este núcleo familiar. Sólo queda al final denunciar la voluntad que se traiciona aprovechando las condiciones legales, así como avisar de la importancia de legalizar cada situación, especialmente cuando las leyes nos dan las herramientas para hacerlo, evitando malos entendidos y afianzando situaciones que al fin y al cabo son justas y equilibradas.

No obstante, cuando la buena voluntad y la generosidad se imponen, cabe congratularse y mantener la confianza en las relaciones humanas, sin estridencias ni salidas de tono. Una sabia manera de respetar la memoria del ser querido, por encima de supercherías religiosas, argumentos de clase y degradación sentimental. La cadencia, la elegancia y las elocuentes miradas de los protagonistas en esta emotiva película, le proporcionan la categoría que merece. El Teddy del Festival de Berlín de 2024 es uno de los varios reconocimientos logrados por la emotiva cinta.

LA RECETA PERFECTA Atajos para madurar

Título original: Vingt Dieux
Francia 2024 90 min.
Dirección
Louise Courvoisier Guion Théo Abadie y Louise Courvoisier Fotografía Elio Balezeaux Música Charlie y Linda Courvoisier Intérpretes Clément Faveau, Maiwène Berthèlemy, Luna Garret, Mathis Bernard, Dimitry Baudry, Armand Sancey Richard, Lucas Marillier Estreno en el Festival de Cannes 17 mayo 2024; en Francia 11 diciembre 2024;: en España 12 junio 2025

Recibida como una auténtica sorpresa en el Festival de Cannes, donde acaparó dos premios de la sección Un certain regard, el del jurado joven a la mejor película y el del público, la ópera prima de Louise Courvoisier se revela como una sencilla y agradable película de ambiente rural que pretende narrar el proceso de maduración, acelerado, de un joven fiestero cuando al fallecer su padre, tiene que encargarse del cuidado de su hermana pequeña. Todo se apuesta sin embargo a la recurrente convención, de forma que la niña sólo aparece cuando conviene, sin devenir en ningún momento como un obstáculo a la rutina del joven y alocado protagonista.

Sin embargo, la necesidad de un porvenir le hará tomar decisiones muy discutibles que no siempre provocarán el efecto deseado. Así, entre idas y venidas, romances bañados por el sol, mujer decidida y con iniciativa, conductas delictivas y un atajo para hacerse con un prestigioso premio de la región de Franche-Comté, dirigido al mejor queso con dicha denominación de origen, la película se deja ver con cierta simpatía. A ello se consagra su reparto de aficionados, presumimos que de la misma región, y sin experiencia actoral alguna previa. Hay frescura en el conjunto y la sensación de haber puesto cariño en el empeño, aunque lo que más nos llama la atención es su tendencia a enfatizar las virtudes de la vida rural, la comunión con lo natural y la sinceridad que todo el equipo pone en el empeño. Supone además el bautismo cinematográfico de gran parte del equipo, incluidos los responsables de la banda sonora, hermano y madre de la debutante directora.

Consagrada además con dos César, a la mejor ópera prima y mejor actriz revelación, y el premio Punto de Encuentro en Valladolid, confesamos desconocer cuál sea el significado real de su título original, Veinte Dioses, frente al más adecuado Vaca sagrada internacional, y el algo más explícito español La receta perfecta. Y desconocemos por qué hemos utilizado tantos términos religiosos en una reseña de una película tan profana como ésta, a no ser que sea por esos títulos francés e internacional apuntados.

sábado, 14 de junio de 2025

EL HECHIZO DE CARMEN

Carmen. Música de Georges Bizet. Libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy, según la novela de Prosper Mérimée. Jacques Lacombedirección musical. Emilio Sagidirección escénica y vestuario. Daniel Bianco, escenografía. Eduardo Bravo, iluminación. Pedro Chamizo, videoproyección. Nuria Castejón, coreografía. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro Teatro de la Maestranza (Íñigo Sampil, director). Escolanía de los Palacios (Enrique Cabello y Aurora Galán, directores). Con Maria Kataeva, Piero Pretti, Giuliana Gianfaldoni, Delibor Jenis, Mercedes Arcuri, Anna Gomá, Javier Castañeda, Alejandro Sánchez, Pablo Gálvez y Pablo García López. Producción del Auditorio de la Diputación de Alicante, ADDA. Teatro de la Maestranza, viernes 13 de junio de 2025


El Maestranza no dejó, afortunadamente, pasar la oportunidad de sumarse a la celebración del ciento cincuenta aniversario de la que es sin duda la ópera más famosa de todos los tiempos, y que coincide con el del fallecimiento de su autor. Sevilla estaba obligada a hacerlo, y sin duda de las muchas producciones que a la vez se estuvieran disfrutando en todo el orbe, la de aquí debía cobrar una especial relevancia. Todo un privilegio para quienes formaran parte de su elenco artístico y técnico, especialmente las voces.

Todavía conservamos en nuestro acervo emocional la alegría que experimentamos cuando al anunciarse la presente temporada que ahora acaba, se postulaba Elina Garança como protagonista de este montaje. ¿Quién se lo podía creer, Netrebko y Garança en una misma temporada del Maestranza? Aquello no acabó de materializarse, ni ser hermanos de la Macarena les motivó para participar en la Carmen del ciento cincuenta aniversario ¡en la misma Sevilla!

La mezzo rusa Maria Kataeva, que acabó anunciándose en el rol a principios de temporada, una vez renunció la diva letona,  y el director canadiense Jacques Lacombe, que sustituyó a Karel Marek Chichon, que permaneció en cartel hasta hace poco, sustituyeron a los anunciados. Buena elección en ambos casos, a juzgar por los buenos resultados con los que una y otro abordaron sus responsabilidades en una producción ideada para un auditorio. Las exigencias del escenario de un espacio así, obligaba seguramente a un montaje como el que sufrimos ayer en su estreno sevillano. Pero en el Maestranza, la propuesta se quedó definitivamente pobre e inadecuada.

Algún destello de ingenio aislado

No pasará a la historia esta Carmen de Emilio Sagi, que podrá defenderse alegando las especiales circunstancias para las que fue diseñada, ese Auditorio de Alicante aludido, pero que no puede esquivar las críticas frente a lo que fue sin duda una falta considerable de imaginación y creatividad. Lo más parecido a una versión de concierto tuvo, sin embargo, algunas bellas imágenes, especialmente cuando el tumulto se transformaba en perfiles oscuros proyectados sobre una luminosa pantalla en rojo o en azul, según la escena y el momento del día. Un juego de luz que fue lo único destacable frente a un trabajo de iluminación en general bastante convencional.

Gianfaldoni (Micaela) y Pretti (Don José)

En cuanto al movimiento escénico, se resolvió en general de manera torpe y desaliñada, aunque no podemos negar que algunas composiciones, sobre todo de diversos grupos humanos distribuidos por el escenario, y otras de conjunto bastante pictóricas, alcanzaron ciertas cotas de belleza subyugante.

Pero momentos como la entrada de las cigarreras, cigarrillo en boca para que se supiera a lo que se dedican, por si alguien se despista, y muchas tan descaradas y desafiantes como la propia protagonista, como si formaran parte de su escuela, resultaron ciertamente ridículos. No digamos ya el uso recurrente de las sillas, hasta para representar el coso taurino, si bien esta escena final cobró especial relieve como ritual trágico, con los figurantes sentados alrededor de la apasionada y mortífera pareja como si observaran una faena.

La fiesta de los toros y la pasión amorosa quedaron así tópica e íntimamente relacionadas, convergiendo en una solución final irritante a estas alturas de la película, de nuevo con heroína sacrificándose por amor en lugar de siendo víctima del machismo que le impide volar en libertad. Quizás un estudio más profundo y acertado de la personalidad de Don José, su ambigüedad y doble moral, hubiera supuesto un mayor acierto, puestos a innovar, ya que del mito de Carmen ha corrido mucha tinta.

Kataeva (Carmen) y Jenis (Escamillo)

Con todo, los cuadros en la taberna y las coreografías, a las que incluso se presta con fortuna Kataeva, fueron vistosas. Menos convenció la transformación de los contrabandistas en supuestos partisanos en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil, y desde luego nada la ejecución cruel y visceral de Zúñiga. Atrevimientos de quien se cree, o se lo han hecho creer, genio.

Y siempre esos fondos de cielo rojizo y azulado proyectados sobre la pantalla, único atrezzo junto a unos grandes focos laterales cuya función no acertamos a comprender. Y en el suelo, una arenisca también roja, para no apartarse del cliché, que en ocasiones dificultó el movimiento, aunque para el bailaor Cristian Lozano Porras no supuso ningún obstáculo a la hora de llevar a tan buen puerto su danza del último entreacto.

Rotunda presencia escénica

Sin duda la gran triunfadora de la noche fue Maria Kataeva. Carmen llena, y el Maestranza estuvo anoche a rebosar. Es el hechizo de la gitana, que enamora con sus encantos tanto como Bizet lo hizo con su lista de éxitos, melodías a cual más hermosa y pegadiza. Pero nada funcionaría sin una voz en condiciones, y si va acompañada de una excelente interpretación dramática, gran parte del éxito de la empresa está asegurada.

Kataeva posee una voz gruesa, perfectamente entonada, capaz de modular y salvar las más severas inflexiones de forma fluida y natural, incluso en las vocalizaciones cuando baila para Don José en el segundo acto, que acompañó encima con un dominio absoluto y sorprendente de las castañuelas. La mezzo demostró tener el temperamento y la sensualidad imprescindible para bordar el papel. También Giuliana Gianfaldoni entendió a la perfección la ternura y vulnerabilidad de Micaela, entonando Je dis, que rien ne m’épouvante con sensibilidad y emotiva expresividad. También su dúo del primer acto con Don José propició que al final muchos de los aplausos concentrados fueran suyos.


Piero Pretti trabajó su Don José desde la honestidad, no sin ahínco. Pero le faltó fuerza emocional, especialmente en su canto, a veces ahogado y con perceptibles roces. No obstante, su timbre es agradable y logra enfatizar las notas que lo requieren y alcanzar agudos notables. Nada de eso podemos destacar en la voz gastada y con todos los defectos imaginables del barítono eslovaco Dalibor Jenis, un Escamillo para olvidar y todo un error de reparto. El resto del elenco, Zúñiga, las amigas de Carmen, los contrabandistas… cumplieron con eficacia y responsabilidad, unas más y otros menos.

Como es habitual, tanto el Coro del Maestranza como el de la Escolanía de Los Palacios, este último también presente en el gentío fiestero del acto final, estuvieron soberbios, así como una ROSS muy familiarizada con la partitura, de la que Lacombe supo extraer sus mejores virtudes, no obstante una obertura algo machacona. El resto fluyó con elegancia y sentido dramático, sin eclipsar voces y atendiendo en todo momento a la estética de una música en la que abundan los efectos emocionales.

Fotos: Guillermo Mendo
Artículo publicado en El Correo de Andalucía


viernes, 13 de junio de 2025

BUENA MÚSICA AL SERVICIO DEL CLICHÉ LORQUIANO

Poeta en Nueva York. Ópera de cámara en un acto. Música y libreto de Alberto Carretero¸ según textos de Federico García Lorca. Alberto Carretero, dirección artística, diseño sonoro e interpretación de la música electrónica. Rita Consentino, puesta en escena. Alejandro Andújar, escenografía. Yaiza Pinillos, vestuario. David Bofarull y Quim Algora, iluminación. Lauren Serrano, sonido. Julieta Ascar, video. Carlos Cansino, sobretítulos. Javier Povedano, barítono. Sergio Gómez “El Colorao”, cantaor. Laura García-Lorca, voz en off grabada. Marco Flores, bailaor y coreógrafo. Trío Arbós: Ferdinando Trematore, violín; José Miguel Gómez, violonchelo; Juan Carlos Garvayo, piano. Proyecto realizado con la Beca Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales 2023 de la Fundación BBVA. Espacio Turina, jueves 12 de junio de 2025


El Espacio Turina coronó ayer tarde otra sensacional temporada con un estreno absoluto, tan de agradecer para la buena reputación de la ciudad como para quienes tenemos el privilegio de acercarnos a un trabajo en exclusiva y ser los primeros en opinar sobre sus defectos y excelencias, aunque como toda opinión pueda ser controvertida o incluso digna del desprecio más absoluto. El tan reconocido como valorado compositor sevillano Alberto Carretero fue el maestro de ceremonias de esta botadura, con una partitura rica y regocijante y un control de todos los resortes de la composición realmente encomiable. Otra cosa es el concepto en sí de la pieza y cómo encajaron todos los talentos en liza.

El Trío Arbós se encargó de llevar a muy buen puerto la parte estrictamente musical del proyecto, destacando en compenetración y riqueza de texturas, con una partitura vibrante y enérgica, apabullante de principio a fin, y con la que el talento de Carretero supo transmitir todas sus posibilidades, encajándose como un guante a los diversos episodios que integran el complejo y archifamoso poemario en el que basa su elocuente narrativa. Con un trabajo meticuloso y preciso de Juan Carlos Garvayo al piano, a menudo intervenido, del que supo extraer tanto calidades rapsódicas como de índole meramente percusionista, la cuerda de Trematore al registro agudo y Gómez al grave, logró ensalzar la rica estructura y densas texturas de la música, su carácter agitado y sus calculadas tensiones, adaptándose a cada episodio con sutiles incursiones en el universo del jazz, la canción popular o los sones del Malecón. Buena música sin duda, el tiempo dirá si es grande. La electrónica, asumida desde la mesa de control por el propio compositor, aportó atmósfera con sus sonidos sostenidos y sus efectos envolventes.


No es Poeta en Nueva York un texto fácil, ni siquiera para iniciados. La alternancia de los poemas con las cartas enviadas por el poeta a amistades y familiares, grabadas a pesar de estar presente en la sala por su sobrina Laura García Lorca con un tono algo monocromo al principio, después ya nos acostumbramos, logró contextualizar cada pieza y ligar su significado. Quedó más patente que nunca la decepción del granadino con la urbe que todo lo engulle y deshumaniza, una visión que contrasta con las alegres fotografías, rodeado de amistades, que dan cuenta de su viaje y que no fueron aprovechadas en este montaje. Sí pudimos contemplar algunas imágenes de archivo en movimiento que ilustraban el ritmo de la ciudad en esos finales de los veinte, a las puertas de la Gran Depresión.


Visiones de Nueva York que redundan en su decadencia moral y su desmedida ambición económica, como queda patente en episodios como el dedicado a Wall Street o los millones de animales sacrificados para alimentar a tantísima criatura concentrada. Sólo hacia el final, con Los muchachos, Harlem y, sobre todo, Cuba, asoma un resquicio de felicidad y esperanza. Una escueta, sencillísima, puesta en escena redundó en algo que se ha convertido en tradición desde los lejanos años en los que el Centro Andaluz de Teatro residía en el Cortijo del Cuarto, representar el universo lorquiano con telares blancos. La colada al servicio de la lírica del poeta, sábanas blancas como mantel y como envoltorio de un bailaor, Marco Flores, que se pavonea y retuerce del mismo modo que alterna flamenco con baile contemporáneo. Abunda la simbología, como ese olivo al final que renace de la incomprensión y la inmundicia. Y no falta, para redondear el carácter barroco de la propuesta, las referencias al ingenio pictórico del homenajeado, sobre la pared blanca, con las manos manchadas del bailaor como médium, y en el esmerado libreto que acompañó al evento.

Una mezcla que se repite en la parte vocal de la composición, echando de nuevo mano del imaginario inevitablemente asociado al ilustre granadino, a quien parece no podemos desligar de su pasión por el cante jondo. A él se prestó la voz y la fuerza de El Colorao, mientras el barítono Javier Povedano exhibió una voz rotunda y matizada. Juntos, al final, llegaron a sonar estridentes e incluso un pelín desacompasados. Una combinación en lo escénico y lo musical de música contemporánea y flamenco que a algunos no nos llegó a convencer ni emocionar.


De cualquier forma, tras una noche de estreno y a la espera de debutar en otros espacios, una obra no deja de ser un work in progress, y si algunas de nuestras consideraciones son lo suficientemente acertadas e invitan a la reflexión, estaremos encantados de haber aportado un granito de arena en el acabado definitivo de una pieza que siendo ambiciosa, al menos no nos ha parecido pretenciosa. No sería justo, para terminar, no reconocer el esfuerzo titánico, físico y mental, de cada uno de los seis artistas sobre el escenario, voces, bailaor y trío instrumental. 

lunes, 9 de junio de 2025

LA CASA AL FINAL DE LA CURVA Concentración de accidentes

Título original: Sharp Corner
Canadá-Irlanda 2024 110 min.
Dirección
Jason Buxton Guion Jason Buxton y Russell Wangersky Fotografía Guy Godfree Música Stephen McKeon Intérpretes Ben Foster, Cobie Smulders, William Kosovic, Gavin Dra, Jonathan Watton, Rena Kossatz, Reid Price, Alexandra Castillo, Dan Lett, Gita Miller Estreno en el Festival de Toronto 6 septiembre 2024; en Canadá 9 mayo 2025; en España 6 junio 2025


Seguramente conocen esa señal de tráfico que advierte de
tramo de concentración de accidentes. Pues la casa del título español de esta inquietante película cuyo original sería Curva cerrada, se encuentra precisamente en uno de esos tramos. Mucha concentración por cierto, a tenor de la convención con la que el ingenioso guion nos invita a aceptar la frecuencia con la que mueren personas de toda condición a las puertas de la extraordinaria casa que habita la sufrida familia protagonista. Aceptado lo cual, esta segunda película del canadiense Jason Buxton, doce años después de un prometedor debut con Blackbird sobre un joven problemático, se convierte en una cinta de posesión diabólica a la vez que de retrato psicológico de una obsesión, en cierto modo próximo a la atmósfera enfermiza que caracteriza el cine de un ilustre compatriota, David Cronenberg.

La casa parece poseer a un Ben Foster esmerado al máximo en su composición de un personaje que poco a poco va dejándose perturbar por una emoción antes inesperada, pero que encuentra su vertiente más normalizada cuando en cierto punto un grupo de jóvenes sacan sus móviles para grabar la tragedia. Estilizada y elegante, la película sirve también para mostrar la fragilidad de las relaciones humanas, especialmente de carácter sentimental, la ausencia de compromiso para ayudar a un ser querido, por mucho que ande también en juego la estabilidad emocional de un niño. En este sentido la cinta se nos antoja un poco misógina, pues una vez más es la mujer quien personifica ese papel más antipático, práctico y calculador. 

Pero lo que de verdad interesa es la capacidad del narrador, impulsado por una ejemplar interpretación del actor bostoniano, para provocar inquietud, sorpresa y ese mismo morbo que en parte motiva la discutible preocupación del incómodo personaje. También la impactante y abrumadora música de Stephen McKeon puede recordarnos a algunos de los trabajos que Howard Shore, habitual de Cronenberg, compuso para el género antes de virar hacia la épica sinfónica de Tolkien.

MADS Efecto devastador

Título original: MadS
Francia 2024 95 min.
Guion y dirección
David Moreau Fotografía Philip Lozano Música Nathaniel Mechaly Intérpretes Milton Riche, Laurie Pavy, Lucille Guillaume, Yovel Lekowski, Sasha Rudakova Estreno en el Festival de Sitges 5 octubre 2024; en España 6 junio 2025


Aunque ha practicado con la comedia romántica (20 años no importan) y el cine de aventuras con animales (King, mi pequeño rey), David Moreau se ha caracterizado por cultivar fundamentalmente el cine fantástico y de terror. Primero junto a Xavier Palud en Ellos y el remake norteamericano de The Eye, y después en solitario con Solos, ahora MadS supone su sexto largometraje de nuevo con el género que más parece atraerle.

Echando mano del ya recurrente método de la toma única, lo que exige una somera planificación pero se beneficia de los nuevos formatos digitales, en esta película presentada en el pasado Festival de Sitges, Moreau parece explorar los efectos del fentanilo o droga de los zombies, que tanta perplejidad nos ha provocado cuando hemos visto sus efectos en la población de ciudades estadounidenses como Filadelfia. La intención parece ser de sumergirnos en la pesadilla que sufren el joven y las dos jóvenes que la consumen en una noche infernal en la que ni ellas ni nosotros somos capaces de discernir qué es real y qué no lo es.

Pero lo cierto es que la vorágine de histeria, con la cámara adosada prácticamente a los sufridos protagonistas, malogra un arranque más que prometedor y sólo alcanza a fatigarnos, mientras su premisa se agota prácticamente desde la primera media hora de metraje. El experimento por lo tanto deja de tener efectividad, y aunque nos vengan a la cabeza referentes más ilustres, como la misma Rec, este producto coyuntural apenas logra suscitar nuestro interés ni alcanza a concienciar sobre la temida droga, o cualquier otra.

domingo, 8 de junio de 2025

ELLAS EN LA CIUDAD Mina, Juani, Victoria y otras chicas de valor

España 2025 70 min.
Dirección
Reyes Gallegos Guion Reyes Gallegos y Rafael Cobos Fotografía Alejandro Toro, Sergio Caro y Hugo Cabezas Música María Durán y Novia Pagana Documental Estreno en Movistar Plus+ 22 mayo 2025


Como persona inquieta e interesada en la imagen urbanística de su ciudad, Sevilla, la arquitecta Reyes Gallegos dirige en primera persona, recorriendo los barrios periféricos de la ciudad, este sensible e imprescindible documental sobre la transformación de estos espacios gracias al trabajo, la fuerza y la ilusión de las mujeres que los pueblan. Una idea que parte de ella misma en colaboración con el guionista habitual de Alberto Rodríguez, Rafael Cobos, y que cristaliza en una valiosa obra de recuperación de memoria histórica, ese concepto que la derecha está tan empeñada en borrar, para hacer justicia a esas mujeres anónimas que se convirtieron en verdaderas artífices de la humanización de esta ciudad, trasladable a cualquier otra del país. El film pone por lo tanto el acento en un puñado de mujeres valientes y resueltas, que llegaron a esos barrios que el tardo franquismo vendió como símbolo de modernización, dejando claro que no se trataba más que de no lugares invadidos por el hormigón pero sin las mínimas infraestructuras para generar vida y proporcionar calidad. Mujeres que encargadas de cuidar de la familia y hacer vida exclusivamente en esos inhóspitos barrios, dedicaron su esfuerzo y sacrificio en dotarlos de recursos para hacer de ellos una convivencia social digna.

No fueron noticia, la medalla como siempre se la colgaron los miserables políticos, esos machos cabríos del momento, pero sin ellas no habría centros sociales, ni bibliotecas, ni espacios educativos y deportivos… todo lo que fueron reivindicando y por lo que dedicaron su causa. Mujeres a quienes la pobreza y el género condenaron a la ignorancia. ¡Cuántas científicas, profesoras, artistas, economistas, arquitectas, médicas o abogadas, por citar algunas profesiones, se perdieron por el camino! ¡Cuánta frustración parcialmente aliviada gracias a este trabajo de equipo y esa ilusión compartida que se ha convertido en la mejor herencia para las nuevas generaciones, muchos de cuyos integrantes parecen obviarlo e incluso despreciarlo, exhibiendo comportamientos infames e ingratos frente a quienes demostraron una humanidad y un sentido cívico fuera de lo común.

Gallegos no se conforma con dar testimonio e imagen a estas heroínas anónimas, sino que embellece su trabajo con cuidados recursos cinematográficos como la pantalla partida o una trabajada banda sonora, mientras siguen siendo ellas las protagonistas de este valioso trabajo, emotivo y emocionante. Victoria Ropero, Juana Ruiz o la fallecida Guillermina Elías, mujer agitadora conocida como Mina, a quien nada se le ponía por delante y a quien finalmente se dedicó una plaza en la barriada de San Diego, son algunas de estas valerosas luchadoras, amazonas de la humanización de nuestro entorno. Alcosa, Rochelambert, La Oliva, Pino Montano, Polígono San Pablo… les deben tanto. Ya era hora de que las conociéramos y les pusiésemos en el lugar que les corresponde. Ellas son las verdaderas santas y vírgenes y no esas otras a quienes tanto se rinde esta ingrata ciudad. Va siendo hora de dejar la Biblia de lado y prestarle más atención a estas mujeres de carne y hueso, pues como dice una de ellas, todo empezó con Cristo.

sábado, 7 de junio de 2025

SIRAT. TRANCE EN EL DESIERTO Una propuesta radical, lejos de lo normativo

Título original: Sirât
España-Francia 2025 114 min.
Dirección
Oliver Laxe Guion Oliver Laxe y Santiago Fillol Fotografía Mauro Herce Música Kangding Ray Intérpretes Sergi López, Bruno Núñez Arjona, Jade Oukid, Richard “Bigui” Bellamy, Stefania Gadda, Tonin Javier, Joshua Liam Henderson Estreno en el Festival de Cannes 15 mayo 2025; en salas 6 junio 2025


Por mucho que quede por estrenar este año, pocas películas lograrán hacerle sombra a la que es sin duda la
propuesta más radical y sorprendente de la temporada, justamente premiada en Cannes con el premio del jurado, aunque creemos que merece más. En su tercer largometraje de ficción, el joven director español nacido en París Oliver Laxe demuestra su carrera ascendente y se afianza como cineasta muy a tener en cuenta a partir de ahora, por si O que arde no hubiera demostrado suficientemente su talento y capacidad para transmitir emociones y sensaciones al espectador. Ahí radica precisamente el principal interés de una cinta que resulta tan demoledora, en conectar con el público, perfectamente cómplice, como si lo viviéramos, de lo que sobre el papel no parece más que una película de aventuras por el desierto protagonizada por un grupo de ravers en busca de emociones fuertes y rituales dancísticos con el respeto al prójimo como consigna inquebrantable.

Aunque sea Sergi López, en la que seguro es la mejor interpretación de una carrera llena de buenos personajes muy bien defendidos, quien aparezca como protagonista de la función, es su hija, que nunca aparece en pantalla, la verdadera protagonista, en cuanto son sus andanzas y decisiones las que provocan la sucesión de experiencias, algunas indigeribles para una sensibilidad delicada, en las que se estructura su cuidada narrativa. El resto del elenco se interpreta a sí mismo, en su primera experiencia cinematográfica, mientras la excelente banda sonora electrónica del especialista francés en dance de vanguardia David Letellier, alias Kangding Ray, pone el tono y el ritmo imprescindible a una cinta en la que la danza propicia secuencias de una belleza extraordinaria, sabiamente encuadradas y oportunamente colocadas a lo largo de un metraje que, aunque entretiene de cabo a rabo, puede llegar a ser insoportable por sus radicales emociones de trágicas consecuencias.

Laxe vuelve al desierto que exploró en su primera ficción, Mimosas, esta vez como escenario de escape y pérdida, mientras de fondo se adivina una situación internacional apocalíptica ya sin esperanza alguna. Esa atmósfera se deja ver también en sus referencias domésticas a la saga Mad Max, siempre desde el realismo y la búsqueda de nuestra complicidad más humana, de la misma forma que su tribu de gente tan lejos de lo normativo, nos retrotrae a esos Freaks que uno de los personajesluce en su camiseta. Referencias cinéfilas que dan paso a una obra íntegramente original y diferente, radical, atrevida y arriesgada, a la vez estremecedora y, en definitiva, sensacional. Y a pesar de todo, hermosa.

LA BUENA SUERTE Thriller sentimental

España 2025 90 min.
Dirección
Gracia Querejeta Guion Gracia Querejeta y María Ruiz, según la novela de Rosa Montero Fotografía Juan Carlos Gómez Música Vanessa Garde Intérpretes Hugo Silva, Megan Montaner, Miguel Rellán, Eva Ugarte, Ismael Martínez, Francisca Horcajo, Álvaro Rico, Josean Bengoetxea, Chani Martín Estreno en el Festival de Málaga 16 marzo 2025; en salas 6 junio 2025


Nunca hemos sido de los que piensan que una película de Gracia Querejeta es de por sí una garantía de calidad. De sus diez películas hasta el momento, sólo nos ha convencido plenamente Héctor, por su retrato acertado y conmovedor de la juventud del momento, principios de siglo. Ahora, con La buena suerte, adapta una novela de Rosa Montero que aborda muchos temas, pero principalmente uno muy doloroso y lamentablemente actual, que afecta al odio creciente hacia lo diferente en nuestra sociedad, y paralelamente a la dificultad de educar a los hijos, sobre todo cuando éstos son problemáticos y necesitan de una ayuda especial. 
El stress y la vorágine en que hemos convertido, en cierto modo voluntariamente, nuestras vidas, afecta a nuestro entorno y a la manera de afrontar problemas, sobre todo de carácter sentimental. Nada mejor que una escapada a la España rural y su tan cacareada tranquilidad existencial para intentar, al menos, resolver algunas de estas cuestiones.

El film arranca con muchos misterios y una considerable carga de intriga, para poco a poco ir diluyéndose, adoptando un carácter más amable gracias a la introducción de un personaje femenino de índole santísima, y a la recuperación de ese gran actor de comedia que es Miguel Rellán, aunque sea en forma de arquetípico anciano mal humorado y contestón. La cosa va así funcionando de forma más o menos aceptable, pero conforme avanza y va retomando sus hechuras de thriller, una investigación policial artificiosa y cogida por los pelos, y cierta desgana en la composición de escenas y personajes secundarios, especialmente los menos amables, van lastrando el trabajo.

Hugo Silva parece querer seguir la buena senda de su intervención en Un amor, pero apenas logra salir de una interpretación monocorde en modo dolor absoluto y desdicha descomunal. Al final casi nada llega a convencer plenamente, aunque se puede agradecer las buenas intenciones de la directora y su equipo y el carácter amable, elegante y distendido que ha querido dar al conjunto, lo que por otra parte tampoco es poco. Pero se hubiera agradecido que temas tan relevantes como los que se tratan en el film, hubiesen obtenido un análisis más profundo.

miércoles, 4 de junio de 2025

EL JOCKEY Pretencioso viaje de transformación

Argentina-México-España-Dinamarca-USA 2024 97 min.
Dirección
Luis Ortega Guion Luis Ortega, Fabián Casas y Rodolfo Palacios Fotografía Timo Salminen Música Sune Wagner Intérpretes Nahuel Pérez Biscayart, Úrsula Corberó, Daniel Giménez Cacho, Mariana di Girolamo, Daniel Fanego, Osmar Núñez, Luis Ziembrowski, Roberto Carnaghi, Adriana Aguirre, Roly Serrano Estreno en el Festival de Venecia 29 agosto 2024; en Argentina 26 septiembre 2024; en España 30 mayo 2025


Seis años después de El ángel, y sin que conozcamos el resto de las ocho películas que componen su filmografía, presumimos que Luis Ortega no encuentra un lenguaje propio, pero investiga y arriesga para lograrlo. Nada que ver con aquella interesante anterior película, y mucho nos tememos que tampoco con las series televisivas en las que ha intervenido en este tiempo, en El Jockey se ampara en la luminosa y colorista fotografía de Timo Salminen, habitual de Kaurismäki, para contarnos en clave surrealista el cambio de identidad de una persona sometida a una continua presión.

Al jockey del título da vida ese actor menudo de quien todavía recelamos cuál sea su verdadera nacionalidad, si francés, español o probablemente argentino, Nahuel Pérez Biscayart. La película cuenta su particular viaje de redención y búsqueda de verdadera identidad, en clave de ahorro gestual, rodeándose para ello de una excesiva cantidad de personajes, entre mafiosos de pacotilla, pareja sentimental con amante del mismo género, presos de diversa condición y buscadores de talento.

Paseos interminables por un Buenos Aires frecuentemente nocturno y fantasmagórico, configuran el particular vía crucis de este personajillo con escasa entidad, tan poca como la que atesora esta película falta de interés, con la que sin embargo su director y equipo se han paseado por todos los palmarés de final de temporada, sin arañar apenas resultados. Ortega, hijo de Palito, se permite adornar su fábula con canciones de su propio padre y otros artistas con aroma vintage, como Sandro o Nino Bravo, en este pretencioso trabajo con ínfulas de genialidad que no consigue arrancar nuestras simpatías.

martes, 3 de junio de 2025

Estreno en salas (no en Sevilla) de SUS HIJOS DESPUÉS DE ELLOS

Desgraciadamente no es la primera vez, ni será la última, que una película galardonada con el Giraldillo de Oro en el Festival de Sevilla, no llegue a las pantallas comerciales de la ciudad cuando se estrena en el resto del país. Ésta además mereció en el mismo festival el premio al mejor actor para su protagonista, Paul Kircher, que también fue premiado en Venecia.

Reseña de la película, estrenada en el Festival de Cine Europeo de Sevilla el 14 de noviembre de 2024

ÉRASE UNA VEZ MI MADRE Comedia melodramática pro y anti madres

Título original: Ma mère, Dieu et Sylvie Vartan
Francia 2025 103 min.
Guion y dirección
Ken Scott, según la novela de Roland Perez Fotografía Guillaume Schiffman Música Nicolas Errèra Intérpretes Leïla Bekhti, Jonathan Coen, Naim Naji, Noé Schecroun, Joséphine Japy, Jeanne Balibar, Sylvie Vartan, Anne Le Ny, Lionel Dray, Milo Machado Graner, David Ayala Estreno en Francia 19 marzo 2025; en España 30 mayo 2025


Roland Perez es un reconocido jurista francés que nació con una malformación en un pie que le hubiera impedido caminar y desarrollar, quizás, una carrera tan brillante como la que llegó a cosechar, si no fuera por la perseverancia y la fe absoluta de su madre, que logró el milagro. Concebida por su propio protagonista como una oda a las madres, sustitutas de Dios cuando éste no puede acudir a todas partes, según reza una de las citas reunidas en la película, su discurso acaba por hacerse farragoso y al final no se entiende si se alaba o no a la madre de este singular personaje. Su adaptación cinematográfica corre a cargo del director canadiense Ken Scott, que ha desarrollado una carrera sin mucho interés a caballo entre Canadá, Francia y Estados Unidos, y cuyo único film memorable es Starbuck, una original comedia también basada en hechos reales, sobre un súper donador de semen. 
Dudamos del carácter comercial del vulgar título castellano de esta cinta, mientras el original, Mi madre, Dios y Sylvie Vartan, nos parece más revelador y desde luego mucho más atractivo.

La primera mitad del film transcurre en un amable y distendido tono de comedia, con momentos realmente divertidos, mientras la actriz de origen marroquí Leïla Bekhti, a quien vimos en cintas como La fuente de las mujeres, Un profeta o más recientemente Maria Montessori y Las dos caras de la justicia, lleva el peso de la función, con carisma y mucho encanto. Pero cuando el problema está resuelto y la consecución de la felicidad por parte del hijo reside en seguir los pasos convencionales de la vida rutinaria, eso que llaman normalidad despreciando cualquier otra alternativa, es decir, estudiar, lograr el éxito profesional, casarse con la mujer de tus sueños y tener una buena prole, el discurso acaba cayéndose. Especialmente porque nuestra heroína pasa a convertirse en un lastre. Desaparecen hermanos y hermanas, y sólo existe madre para el hijo en cuestión, pero de la forma más tópica posible, entrometiéndose en todo y haciéndole la vida imposible.

Esta segunda parte cuenta por supuesto con la nota trágica, al fin y al cabo si se basa en hechos reales habrá que aceptarlo, de forma que el film sigue la estructura habitual en este tipo de películas río, comedia al principio, melodrama al final. Todo esto sin contar la prematura vejez de la protagonista, sometida a los habituales maquillajes pesados y movimientos torpes que no coinciden con la edad que se supone debe tener el personaje, al menos durante un buen tramo de película, pues luego se estanca. Con todo, el buen hacer de sus intérpretes, la colorida ambientación en los sesenta y setenta del pasado siglo, el solvente trabajo de Jonathan Coen interpretando al personaje en edad madura, y una sentimental banda sonora enriquecida con temas jazz y canciones vintage, especialmente del icono francés de la época, Sylvie Vartan, felizmente recuperada para la ocasión, y responsable en buena medida de la recuperación del niño y después adolescente, hacen que el film se vea con agrado y simpatía.

jueves, 29 de mayo de 2025

GLORIA Y PELUCA: OTRA ATRACTIVA CITA CON LA ZARZUELA

Lamentando mucho no poder asistir a ninguna de las tres representaciones que tendrán lugar este fin de semana de la zarzuela
Gloria y peluca, por compromisos familiares, no nos podemos resistir a recomendar desde estas páginas su disfrute, teniendo en cuenta el cariño y la pasión que pone la Compañía Sevillana de Zarzuela en cada espectáculo que acomete, y muy especialmente su principal artífice, nuestro querido amigo y recién nombrado numerario de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla, Javier Sánchez-Rivas.

Precisamente su discurso de ingreso en dicha entidad tuvo a la zarzuela y su relación con nuestra ciudad como protagonista, y ahora, justo un mes de tan feliz fecha, se dispone a afrontar el que será seguro otro feliz acontecimiento, el éxito que acompañará al estreno en el Espacio Turina de esta zarzuela poco divulgada. Apenas recordamos su puesta en escena en el Teatro de la Zarzuela hace catorce años, quizás entonces como recuperación de esta divertida pieza del maestro Francisco Asenjo Barbieri. Precisamente de él pudimos disfrutar hace años en el Maestranza de otra de sus zarzuelas recuperadas y poco transitadas, Los diamantes de la corona. La que ahora nos ocupa tiene la particularidad de trazar, junto a las piezas de Rafael Hernando, El duende y Colegialas y soldados, un antes y un después en el género denominado chico, independizándose en gran medida de la lírica de influencia italiana para tomar carta de naturaleza y añadir elementos autóctonos de nuestra cultura musical para engendrar así el género tal como lo conocemos.


Del catálogo de zarzuelas de Barbieri, con más de sesenta títulos, destaca especialmente El barberillo de Lavapiés, pero a buen seguro que esta Gloria y peluca gustará a quienes mañana a las ocho, o pasado en cualquiera de sus dos funciones, a las cinco de la tarde o a las ocho, se acerquen a comprobar sus cualidades. Para ello la Compañía Sevillana de Zarzuela prosigue su acuerdo con la Facultad de Bellas Artes para la realización de telones que sigan con cierta fidelidad aquellos que acompañaron al estreno, en este caso en el Teatro Variedades de Madrid en 1850. El telón para esta ocasión ha sido realizado por los alumnos Irene Ugolini y Agustín Muñoz García, y representa las estanterías de una tienda de pelucas, con más de ciento cincuenta cabezas y sus correspondientes pelucas adornándolas.


También merece especial atención el esmerado vestuario, fiel a la época representada, de un depurado estilo isabelino, que lucirán tanto la pareja protagonista, el barítono Andrés Merino y al soprano Marta García Morales, junto al resto de la compañía que dará voz al coro. Y es que esta zarzuela está estructurada en romanzas para cada uno y una de la pareja, María y Marcelo, con un singular acompañamiento de coro en ambos casos, y un par de dúos entre los que destacan unas seguidillas. El coro interactúa con los protagonistas a través de melodías sencillas y alegres, mientras un par de personajes cómicos se añaden a una inocente trama de celos y venganza por la afición de él a la composición de ópera. Seguro que con la adaptación de Alejandro Rull, siempre atento a las producciones de una compañía de la que nunca se ha desligado a pesar de su éxito en la escena del musical madrileño, se logrará quitar a la obra esa pátina de polvo que pudiera hacerla rancia a los ojos y oídos de un público actual e informado.

Fotos: Compañía Sevillana de Zarzuela

CAMINOS DEL VIENTO Y UNA FLAUTISTA SORPRENDENTE

Concierto #9 de la temporada XIV de la Orquesta Sinfónica Conjunta. Orquesta de Vientos. Aurora Reguera, flauta. Cristina Bayón, soprano. Camilo Irizo, dirección. Programa: Emblems, de Aaron Copland; Concierto para flauta y orquesta de viento, de Mike Mower; Stunde der Seele, de Sofiya Gubaidúlina. Teatro Central, miércoles 28 de mayo de 2025


Con una temporada que se ha ido desgranando concierto a concierto, sin un programa general que nos haya permitido organizar nuestra agenda con antelación, no sabemos si este concierto número nueve de la décimo cuarta temporada será o no el último de la misma. Eso pensamos del octavo, que convocó a Bartók y Satie en el salón de actos de Arquitectura, y sólo hace unos días supimos de la celebración de éste en el Teatro Central, espacio que ya pisaron los y las jóvenes de la Conjunta el año pasado en otra concentración sólo de vientos. Ahí se formaron también muchos de ellos y ellas, gracias a los créditos con los que la Universidad premiaba al alumnado que asistía a los ciclos de música contemporánea que se celebraban en ese recinto hace muchos años.

Precisamente con música contemporánea se despachó Camilo Irizo en un concierto que el conjunto celebró el día antes en el Auditorio de la Ciudad del Conocimiento de Dos Hermanas. El del Central, y a pesar del Betis, contó con un buen aforo, en su mayoría, hay que decirlo, familiares de los numerosos jóvenes convocados. Una generosa representación del alumnado de vientos del Conservatorio Manuel Castillo se dio cita en este concierto dirigido por el maestro, que es quien habitualmente se encarga de la faena cuando de maderas y metales se trata. El sabio e inteligente programa permitió a la formación demostrar su habilidad a la hora de afrontar tres formas diferentes de hacer música con metales, maderas y percusión. Copland representó la música para bandas militares, Mower el concepto de big band y Gubaidúlina el de música contemporánea en sentido estricto.

Del primero, una abundante Conjunta encaró Emblems, un encargo de la Asociación Nacional de Directores de Banda para acompañar su convención de 1964, convirtiéndose desde entonces en pieza angular del repertorio para bandas de música, y obra maestra en su género. En ella se puede observar el estilo expansivo y naturalista del autor, pero haciendo acopio del lenguaje avanzado que caracterizó su música en los sesenta. La Conjunta arrancó de forma imprecisa y atolondrada, pero poco a poco se fue haciendo con la atmósfera y el espíritu de la pieza, logrando una lectura disciplinada e incluso brillante en algunas secciones. Muy sensible resultó la recreación del popular y precisamente emblemático Amazing Grace, que el autor incorporó a la partitura tras comprobar que sus constantes armónicas coincidían con las que él había diseñado para los pasajes más relajados de la espectacular pieza.


La obra del británico Mike Mower, clarinetista, teclista, saxofonista, bajista, pero fundamentalmente flautista, nos lleva a una estética muy diferente pero una época similar, los sesenta del siglo pasado. Aunque se trata de una composición de 2004, sus formas, su manera de afrontar contrapunto y armonía nos retrotraen a estilos identificados con la sofisticación, por ejemplo, de una comedia romántica estadounidense, al estilo de un Mancini o un Hefti, con incorporación de ritmos latinos tan del gusto de la época, como la bossa nova, el mambo e incluso un breve pasaje de rock. Todo un reto para la orquesta, que acompañó primorosamente a una sorprendente Aurora Reguera, sensacional a la flauta como acertada en su concepción de la música como arte total que requiere también una puesta en escena estudiada y tan singular como lo fue la suya, además de atrevida y desprejuiciada, traducido en su ritmo danzante y su espectacular indumentaria influida por la estética del cómic y el cine fantástico. En lo técnico, la joven flautista derrocha talento y habilidad, con ornamentaciones extremadamente complicadas, y un sonido depurado que en cierto modo nos recordó al de James Galway, no en vano colaborador de Mower en un par de trabajos discográficos. A destacar también el magnífico trabajo del conjunto de percusión, batería incluida.

La segunda parte, mucho más seria y exigente para el oyente, estuvo monopolizada por la pieza de Sofiya Gubaidúlina Stunde der Seele, algo así como La hora del alma. La música de esta importante compositora rusa afincada en Alemania, que falleció hace apenas un par de meses, sonó casualmente hace sólo unas semanas en los atriles de la ROSS, y volvió ahora con fuerza y rotundidad en los de esta joven y admirable orquesta. Buena parte de la obra recorre todo tipo de sonoridades y efectos que llegan a provocar un profundo desasosiego en el oyente, siempre que sus intérpretes estén a la altura para comunicar esta sensación de ansiedad, como fue el caso. Hacia el final se incorpora la voz de una mezzo, en este caso soprano, para cantar en estilo declamatorio los textos, oscuros y misteriosos, de Marina Tsvetaeva, tan poco afín al régimen stalinista, lo que se demustra en su tono pesimista. La muy querida entre nosotros Cristina Bayón abandonó para la ocasión su afinidad con el repertorio barroco para sumergirse en una vorágine llena de fuerza y expresividad, buscando los registros más graves de su tesitura. Juntos, orquesta, director y voz, lograron una interpretación bastante depurada y acertada de esta sintomática pieza que, como todas las del programa, se concibió directamente para la formación elegida, sin transcripciones ni adaptaciones de ningún tipo.