domingo, 29 de abril de 2018

THE BERNSTEIN BEAT: POR AMOR A LENNIE

The Bernstein Beat. Programa educativo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Orquesta Sinfónica Conjunta. Fundación Barenboim-Saïd. Jamie Bernstein, narradora. John Axelrod, dirección. Programa: Danzas fantásticas OP. 22, de Joaquín Turina; The Bernstein Beat, con música de Leonard Bernstein. Teatro de la Maestranza, sábado 28 de abril de 2018

The Bernstein Family, de izquierda a derecha: Nina Maria Felicia, Jamie Anne Maria, Lennie, Alexander y Felicia
En un fluido castellano, herencia de su madre la actriz y pianista costarricense Felicia Montealegre, la mayor de los hijos de Leonard Bernstein, Jamie, vino a poner la guinda a las celebraciones que en Sevilla se están llevando a cabo con motivo del centenario del célebre compositor y excelente director de orquesta, impulsadas por su alumno y admirador John Axelrod, director de nuestra Sinfónica, cuyos profesores animan y motivan los sensacionales resultados del brillante alumnado de la Fundación Barenboim-Saïd y la orquesta que dirige con aplomo y entusiasmo Juan García Rodríguez, nuestra idolatrada Sinfónica Conjunta. Todos estos talentos se pusieron de acuerdo para edificar este irrepetible concierto, una auténtica fiesta de la juventud, la cultura, la fraternidad y la cooperación, justo lo que Lennie hubiera soñado y por lo que luchó a lo largo de su estimulante vida. Amor de hija y admirable alumnado, como ella mismo tildó a la joven orquesta convocada, podrían resumir esta singular propuesta.

Axelrod dirige a la Sinfónica Conjunta y la Academia de Estudios Orquestales
Centrado en el ritmo, y con el fin de hermanar al homenajeado artista norteamericano con uno de los más reputados e insignes sevillanos, Turina, el concierto arrancó con una breve primera parte en la que se ofrecieron una Danzas Fantásticas ampulosas y potentes, quizás demasiado, sin que se apreciasen con justicia sus matices y delicadezas, destacando más bien sus aspectos más fogosos, a lo que los jóvenes músicos se entregaron con disciplina y mucha dignidad. Fue el preámbulo al proyecto educativo de Jamie Bernstein inspirado por los programas que bajo el título de New York Philharmonic Young People’s Concerts se emitieron en la CBS entre 1958 y 1972. En un estilo que aquí adoptarían gente como Fernando Argenta, en estos espacios televisivos Bernstein introducía la música clásica para los más jóvenes de la misma forma que ahora hace en escenarios de todo el mundo su hija Jamie, en esta ocasión rindiendo tributo a su propio padre, siguiendo un guión muy medido y a la vez fresco y espontáneo, y con divertidas intervenciones de algunos de los abundantes niños presentes en la sala, que mantuvieron en general muy buena compostura. Ofrecida así la música, en píldoras y con ejemplos clarificadores, se llega a apreciar mejor los detalles de ritmo y composición, su espíritu y la intención del autor, útil para quienes se inician y para los más que iniciados.

Iniciación a la música
En los atriles algunas de las obras más populares del autor, extraídas de sus piezas de concierto basadas en éxitos teatrales como On the Town (cuya versión cinematográfica aquí se tituló Un día en Nueva York, y que representa uno de los mayores ultrajes a la carrera de Bernstein al suprimirse casi todas las canciones del referente teatral y sustituirlas por otras compuestas por Adolph Green y Betty Comden), el ballet Fancy Free, el oratorio escénico Mass y por supuesto West Side Story, de la que se eligió el prólogo, el mambo, el cha-cha y la fuga, todos movimientos de sus Danzas Sinfónicas, además de un impecable arreglo orquestal de America con el que se cerró el concierto. Desde el Times Square: 1944 con el que inició este recorrido, la frondosa orquesta se movió como pez en el agua brindándonos unas interpretaciones brillantes e impolutas de estas páginas, traduciendo a la perfección el espíritu jazzístico, caribeño y folk que las animan, con intervenciones solistas de primerísimo nivel y una percusión de considerable categoría. Es extraordinario cómo han proliferado las orquestas jóvenes en nuestra comunidad, un inmejorable vehículo para la formación musical y humana de nuestros y nuestras intérpretes, algo que particularmente en Sevilla se ha beneficiado del inmenso trabajo realizado por la Fundación Barenboim-Saïd, sin olvidar el que desde hace tanto se promueve desde la OJA. En cuanto a la Sinfónica Conjunta, después de intervenir en el foso en la zarzuela Entre Sevilla y Triana, y en la Sala Manuel García en El retablo de Maese Pedro, ésta ha sido la primera vez que se sube al escenario del Maestranza. Teníamos ganas de comprobar cómo sonaría en un espacio con tan buena acústica, y los resultados no pueden ser mejores. ¡Cuánto han cambiado algunas cosas en esta ciudad y cómo lo celebramos! Así no hay lugar para la nostalgia, mejor mirar hacia el futuro.

Versión extensa del artículo publicado en El Correo de Andalucía el 30 abril 2018

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