lunes, 25 de junio de 2018

CON AMOR, SIMON El club de los que empiezan a vivir

Título original: Love, Simon
USA 2018 110 min.
Dirección Greg Berlanti Guión Isaac Aptaker y Elizabeth Berger, según la novela de Becky Albertalli Fotografía John Guleserian Música Rob Simonsen Intérpretes Nick Robinson, Katherine Langford, Alexandra Shipp, Jorge Lendeborg jr., Logan Miller, Josh Duhamel, Jennifer Garner, Keiynan Lonsdale, Talitha Eliana Bateman, Tony Hale, Natasha Rothwell, Miles Heizer, Joey Pollari, Clark Moore Estreno en Estados Unidos 16 marzo 2018; en España 22 junio 2018

Hace casi cincuenta años que el cine trata intermitentemente el tema de la homosexualidad como estigma a solucionar y superar por quienes se entienden volubles ante una situación que resulta difícil de adaptar a la sociedad convencional y bienpensante. Demasiado tiempo para seguir insistiendo en la materia desde ese ángulo. Pocas producciones han integrado al personaje homosexual como uno más en el conjunto, para abordar las mismas alegrías y miserias que los heterosexuales, como cualquier otro personaje en cualquier género posible. La homosexualidad no parece tener hueco más que en un tipo de cine, el sentimental, donde las relaciones sexuales o románticas sean el leit motiv, la salida del armario el problema a superar y la aceptación el tema a reivindicar. Cincuenta años o más con un mismo discurso, aunque lo vistamos de forma distinta cada vez. En esta ocasión, por ejemplo, se celebra que sea una productora tradicional, la Fox, la que lo aborde, desde un ambiente tan tradicional como el de un instituto y el barrio residencial en el que habita su alumnado. Greg Berlanti, que ya trató el tema en su debut cinematográfico, El club de los corazones rotos, y se refugió después en la televisión, donde creó series como Arrow, para volver al cine sólo esporádicamente en comedias románticas tipo Como en la vida misma, nos acerca al particular universo de un joven encantador, educado y apuesto que se enfrenta a sus sentimientos con temor, a pesar de estar rodeado de tolerancia, respeto y progresía, ya sean sus compañeros y compañeras de clase, amistades, familia y hasta un personaje que ya rompió años atrás el posible tabú asumiendo la pluma sin tapujos. El esquema es el de una comedia sentimental con enredos amorosos a lo Jane Austen, ya que el protagonista afronta su condición a partir del momento en el que se enamora de una persona con la que chatea y cuya identidad se convierte en la intriga a resolver para dar ritmo y progreso a su endeble trama, mientras se dedica a labores de casamentero en plan Emma. El resultado es una película con ese color asociado que es el rosa, amable y entretenida, nada pretenciosa, afín de manera casi nostálgica a aquellas cintas de adolescentes que tanto proliferaron en los ochenta de la mano de John Hughes, y encantadora en la línea de su protagonista, un Nick Robinson al que auguramos una prolífica carrera cinematográfica.

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