lunes, 4 de marzo de 2019

CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 3 Vistoso pero decepcionante cierre de una propuesta antológica

Título original: How to Train Your Dragon. The Hidden World
USA 2019 104 min.
Guión y dirección Dean DeBois, según los libros de Cressida Cowell Música John Powell Voces (en versión original) Jay Baruchel, America Ferrera, F. Murray Abraham, Cate Blanchett, Gerard Butler, Craig Ferguson, Jonah Hill, Kirsten Wiig Estreno simultáneo en Estados Unidos y España 22 febrero 2019

Aunque digna y vistosa, esta tercera y presuntamente última parte de las aventuras del joven vikingo Hipo y su dragón Desdentao resulta en cierto modo decepcionante. Todos los hallazgos de los capítulos anteriores, dirigidos como éste por Dean DeBois, con la concurrencia de Chris Sanders en la primera, como son la integración y la convivencia, el respeto a la diferencia y la pérdida del miedo a lo extraño o ajeno, se diluyen en este cierre virtual que apuesta más por el estereotipo y lo convencional. El amor, la emancipación y la formación de una familia se erigen ahora en leit motiv y conclusión más facilona y predecible posible frente a toda una fuente de nuevas y frescas sensaciones que proponían sus episodios anteriores. No contentos con esto la trama argumental de este Mundo oculto se revela raquítica y extremadamente convencional. Volvemos a las harto representadas luchas entre buenos y malos, guerras por controlar el poder y la fuerza, la ambición y la manipulación. Todo queda por lo tanto reducido a un producto previsible y trillado, todo lo contrario que sus film precedentes. Vale sin embargo la función por su vistosidad, su sensacional puesta en escena, la transparencia de sus propuestas, que nunca llegan a lo confuso o farragoso, combinando imagen y un poderoso sonido en el que colabora decisivamente la espléndida banda sonora de John Powell, lográndose un espectáculo excelente desde el punto de vista estético. Merecen destacarse en este fastuoso entretenimiento al servicio de una historia irrelevante la secuencia de la seducción entre dragones, así como el espléndido diseño del villano Grimmel, con gestos y detalles que superan la perfección.

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