jueves, 7 de marzo de 2019

PEPE ROMERO, PASAPORTE DE LA ROSS EN ALEMANIA

Concierto de presentación en Sevilla de la Gira por Alemania de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Pepe Romero, guitarra. John Axelrod, director. Programa: L’Arlésienne Suites nº 1 & nº 2, de Bizet; Concierto en flamenco, de Sabicas y Moreno Torroba; Concierto de Aranjuez, de Rodrigo. Cartuja Center Cite, miércoles 6 de marzo de 2019

Recién regresado de este concierto de presentación de la ROSS de la gira que emprenderá este fin de semana por Alemania, tras diez años sin salir de casa, haciendo un zapping fijé mi atención en un interesante documental que emitían en Canal Andalucía, Underground: La ciudad del Arco Iris, sobre el rock sinfónico que se hacía en Sevilla a principios de la década de los setenta, muy especialmente el mítico grupo Smash. Casualmente se hablaba en él de la influencia que ejercieron entre otros figuras del flamenco como Sabicas, autor del concierto que apenas un par de horas antes había interpretado Pepe Romero en el auditorio Cartuja Center Cite junto a nuestra sinfónica. Y cito esto por reivindicar lo vanguardista e innovadora que fue aquella época, una auténtica movida cultural y social que tuvo lugar en nuestra ciudad y no logró la difusión que una década después sí se le prestó a la tan cacareada movida madrileña. Hablamos de pura fusión entre flamenco y otras disciplinas musicales, y justo eso fue lo que el gran e insigne guitarrista malagueño afincado en Estados Unidos trajo de la mano de Axelrod y la orquesta para presentar su inminente gira alemana, un país donde al virtuoso de la guitarra se le aprecia tanto que incluso le piden repetir el programa con el que encandiló al público de la Tonhalle de Düsseldorf hace justo dos años, entonces con la Sinfónica de Munich.
 
El Concierto en Flamenco de Moreno Torroba sobre la base de los palos flamencos desplegados por el legendario Agustín Castellón Campos “Sabicas”, es una rara combinación de flamenco puro y música sinfónica, que como tantos experimentos similares no acaba de funcionar, sin embargo éste tiene cierta dignidad y mérito por encima de otros intentos más contemporáneos y de mimbres más folclóricos y festivaleros. Llama especialmente la atención su primer movimiento, un andantino mosso en forma de fandango en el que orquesta y solista nunca acaban de encontrarse del todo, generando una suerte de extraña modernidad. No sólo aquí sino en el resto del concierto Romero demostró su garra y versatilidad para manejar el estilo con la misma fluidez y maestría con que lo hace cuando interpreta composiciones clásicas. Exhibió en su justa medida la libertad e improvisación que caracteriza la pieza frente al academicismo y el control que ha de exhibir la parte del autor de Luisa Fernanda, que Axelrod dirigió buscando en todo momento esa elegancia que la alejara del populismo recurrente. Rasgados, arpegios, trémolos, alzapúas y demás técnicas y figuras hicieron las delicias del público asistente, no muy numeroso a pesar del lujo propuesto y frente al lleno total que ya anuncia la famosa sala de Düsseldorf. A partir de ahí seguiriyas, alegrías y soleá por bulerías se fueron desplegando con temperamento justo, claridad sin estridencias, exhibiendo al toque embrujo, sensibilidad y sobrada capacidad expresiva, mientras ROSS y batuta acompañaron con respeto, discreción y sobriedad.
 
En el más popular Concierto de Aranjuez del Maestro Rodrigo, orquesta y solista, con la guitarra construida por su hijo que suele acompañarle, se desenvolvieron también con elegancia y sobriedad, destacando en el famoso adagio el espléndido solo de Sarah Bishop al corno inglés, y proponiéndose en general una visión serena y equilibrada de la archiconocida pieza, mecida por la orquesta con respeto y sensibilidad. Como propina Pepe Romero ofreció una Fantasía cubana de su padre, Celedonio Romero, cálida y colorida, como el arte interpretativo de esta figura de la música española que celebra ahora su setenta y cinco aniversario. Las dos suites de La Arlesiana de Bizet completaron el concierto, enmarcando la participación de Romero y ofreciendo a la orquesta la posibilidad de lucir sus notables recursos tanto en la calidad de sus solistas, el violonchelo de Sasha Crisan, el violín de Paçálin Pavaci o los fabulosos solos de saxo de Antonio Pérez, como en el trabajo de conjunto, lográndose una competente revisión de esta música incidental que Bizet y su amigo Ernest Guiraud adaptaron para concierto. También en esta ocasión la dirección se mostró elegante y majestuosa, sin por ello sacrificar vitalidad y exuberancia en el Carillon y la Farandula, ni sensibilidad y melancolía en el Adagietto y el Intermezzo, con dinámicas marcadas y un refinado y luminoso buen gusto. Esperemos que este pasaporte que Pepe Romero representa para nuestra orquesta en Alemania sirva para situarla donde merece.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

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