martes, 23 de julio de 2019

EL REY LEÓN Un clásico poco recomendable

Título original: The Lion King
USA 2019 118 min.
Dirección Jon Favreau Guion Jeff Nathanson, según el guión original de Brenda Chapman, Irene Mecchi, Jonathan Roberts y Linda Woolverton Música Hans Zimmer, Elton John y Tim Rice Voces (en versión original) Donald Glover, Beyoncé Knowles-Carter, Chiwetel Ejiofor, James Earl Jones, Alfre Woodard, Seth Rogen, Billy Eichner, John Kani, John Oliver Estreno en España 18 julio 2019; en Estados Unidos 19 julio 2019

Hay motivos para recomendar el visionado de esta película, aunque no tantos como para aconsejar que no se haga. Especialmente dañina para las nuevas generaciones, sin nada que ver con la literatura infantil que mayoritariamente se cultiva hoy en día, que promueve valores mucho más solidarios e igualitarios, y por supuesto menos violentos, se convirtió no obstante en favorita de niños, niñas y adultos tras el estreno de la versión original de animación clásica en 1994. Ocupa desde entonces un lugar de honor en las estanterías de casi todos los hogares, y los padres no han tenido reparo en convertirlo en instrumento educativo de sus hijos, sin reflexionar sobre su alto contenido fascista.
 
Ese ciclo de la vida que promulga como leit motiv no tiene mucho que ver con la realidad, donde la Naturaleza conviene que los animales más fuertes se alimenten de los más débiles por simple instinto de supervivencia, sin que exista un orden moral ni político mínimamente parecido al que le adjudica esta fábula, donde la protección del más débil por el más fuerte deviene en una condición de superioridad adjudicada por orden divino. La extensión al imaginario infantil de estructuras sociales y políticas basadas en la monarquía y el vasallaje, más propio de una sociedad feudal que de otra libre y democrática, no es desde luego la más conveniente y remozada de las imaginables en un orden moderno e igualitario. El estereotipo del león como rey de la selva es llevado aquí a sus últimas consecuencias con la complicidad de todo un clásico, Shakespeare y su Hamlet, aunque éste destacaba más como tragedia sobre los lazos familiares y la traición que como tesis sobre el poder y la soberanía. A esto tenemos que añadir las intrigas que devienen en traiciones y venganzas, repitiendo el esquema de los cuentos clásicos, hoy tan poco convenientes a la hora de educar a nuestros hijos en valores.
 
La nueva versión de este disparate, otro paso más de la Disney en su escalada de ambición y omnipotencia, ha sido encomendada a Jon Favreau, a quien hemos visto dando vida a Happy Hogan, el fiel colaborador de Iron Man y Spiderman, y que después de dirigir las dos primeras entregas de Iron Man, además de Cowboys & Angels y Chef, realizó El libro de la selva, el mejor remake de un clásico Disney junto a Pedro y el dragón. No repite ahora la misma fortuna, realizando un calco del original aunque intentando impregnar al conjunto de un mayor dramatismo y halo épico, solo amortiguado por las simpáticas apariciones de Pumba y Timón, los únicos espíritus sensiblemente libres del cuento.
 
Cabe decir en su favor que el trabajo de animación digital es espectacular, tanto en el diseño de los personajes y sus gestos como en la recreación de los imponentes paisajes, mientras las canciones de Elton John conservan su encanto, a las que se han añadido otra de Beyoncé y otra de Mark Mancina incluida en el musical que también lleva tiempo triunfando inexplicablemente por todo el mundo, incluida la Gran Vía madrileña. Por su parte, Hans Zimmer ha inflado consdierablemente su oscarizada banda sonora original, acorde con el espíritu épico y dramático de la cinta. Incendios en plena zona desértica o evocaciones al amor nocturno a plena luz del día son disparates añadidos a este despropósito cuya versión original se ha convertido inmerecidamente en un clásico casi incontestable.

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