sábado, 4 de octubre de 2025

THE SMASHING MACHINE Dobles caras en un melodrama brutal

USA 2025 123 min.
Guion y dirección
Ben Safdie Fotografía Maceo Bishop Música Nala Sinephro Intérpretes Dwayne Johnson, Emily Blunt, Bryan Bader, Bas Rutten, Oleksandr Usyk Estreno en el Festival de Venecia 1 septiembre 2025; en Estados Unidos y España 3 octubre 2025


Es curioso cómo el cine tiene la capacidad de introducirnos en mundos en principio tan ajenos de nuestros propios gustos e inquietudes. Basta algún que otro reconocimiento, por ejemplo en forma de León de Plata a la mejor dirección, para despertar nuestra curiosidad, por mucho que, a priori, Dwayne Johnson y los combates en un ring nos genere tan poco interés. Hemos visto a Ben Safdie en multitud de películas, a las órdenes de Christopher Nolan en Oppenheimer, con quien que volverá a aparecer en La Odisea, o de Paul Thomas Anderson en Licorice Pizza. Junto a su hermano Joshua ha dirigido unos cuantos títulos que han pasado desapercibidos, hasta que parece haber encontrado su oportunidad definitiva con este biopic sobre Mark Kerr, uno de los luchadores pioneros en esa disciplina que se conoce como artes marciales mixtas, y que dio lugar a la mayor empresa del mundo en este deporte, la UFC (Ultimate Fighting Championship). Un título que podría haberse traducido como La máquina machacante.

Al personaje da vida con total convicción y empeño The Rock, que sabe de la materia y se ha curtido en ella desde antaño. Para Johnson sin duda la película supone un antes y un después, un giro decisivo en su carrera, y lo ha aprovechado con nota alta. Ha sabido alternar la brutalidad inherente al personaje con una inusitada ternura y una tendencia al sentimentalismo que lo convierte en sujeto singular. Junto a él, Emily Blunt realiza también un trabajo excelente, luciendo además más bella que nunca como pareja controvertida, capaz de un incondicional apoyo y a la vez un lastre egoísta y superficial capaz para arruinarle el combate. Una pluridimensionalidad que ambos intérpretes aprovechan con magisterio, y que junto a la dirección firme y precisa de Safdie logran un film estimable que consigue crear cierto paralelismo entre la brutalidad de la lucha y esa insoportable vida cotidiana malograda por la continua disputa entre amantes.

Golpes en el ring y en el dormitorio que hacen del film un trabajo inteligente y a la vez bien mesurado, sin estridencias. Una puesta en escena efectiva, haciendo hincapié en el éxito de la empresa en Japón, donde los luchadores son verdaderas estrellas, así como un dinámico y enérgico montaje, consiguen redondear este film que supone a todas luces una sorpresa, aunque su digestión resulte difícil debido a la dureza de las situaciones que plantea. El propio Kerr aparece en el último segmento del film interpretándose a sí mismo, mientras brilla de nuevo el prestigio de la productora A24, cada vez más involucrada en géneros de todo tipo, tras iniciarse en el del terror. El aspecto entre documental y cine indie ayuda también a la verosimilitud de la propuesta, ya dispuesta para acaparar premios en la inminente temporada.

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