lunes, 6 de noviembre de 2017

SEFF 2017, 3ª JORNADA

ZAMA

Argentina-España-Francia-México-Brasil-USA-Holanda 2017 115 min.
Guión y dirección Lucrecia Martel, según la novela de Antonio di Benedetto Fotografía Rui Poças Intérpretes Daniel Giménez Cacho, Mattheus Nachtergaele, Juan Minujín, Lola Dueñas, Rafael Spregelburd, Daniel Veronese, Vando Villamil Estreno en el Festival de Venecia 31 agosto 2017; en Argentina 28 septiembre 2017

Quien conozca la literatura del escritor argentino Antonio di Benedetto sabrá que Zama es su novela más célebre y reconocida. En ella cuenta, en una prosa muy cuidada y en cierto modo arcaica, las desventuras de un oficial del rey español en tierras del sur de América en el barroco tardío. Su perfil de hombre justo y equilibrado en un mundo donde lo que prima es la mediocridad, no le provocan más que fracasos profesionales y sentimentales, debiendo refugiarse en la búsqueda de un enemigo de leyenda para recuperar la dignidad injustamente perdida. Lucrecia Martel, que se dio a conocer hace casi dos décadas por la muy valorada La ciénaga, redunda también en esta ocasión en un estilo narrativo austero, sin preguntas ni respuestas, desnudo de artificios, juicios de valor y explicaciones, mientras en el apartado estético opta por una preciosista puesta en escena que se resuelve en fotogramas de alcance pictórico. El apartado musical lo resuelve de forma algo anacrónica pero muy intencionada, con una selección de los mayores éxitos de los míticos Indios Tabajaras. El resultado es un trabajo impecable en el apartado artístico pero soporífero en términos generales en cuanto a planificación dramática y ritmo narrativo, a pesar de lo cual logra captar nuestra atención e interesarnos por este personaje de suerte frustrada, que lamentablemente se repite constantemente en un mundo en el que los de su categoría son sistemáticamente despreciados y marginados.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 7 de noviembre de 2017

LAS GUARDIANAS (Les gardiennes)

Francia 2017 134 min.
Dirección Xavier Beauvois Guión Xavier Beauvois, Frédérique Moreau y Ernest Pérochon Fotografía Caroline Champetier Música Michel Legrand Intérpretes Nathalie Baye, Iris Bry, Olivier Rabourdin, Laura Smet, Cyril Descours, Ophélie-Marion Debiais, Yann Bean, Nicolas Giraud, Gilbert Bonneau, Mathilde Viseux, Marie-Julie Maille Estreno en el Festival de Toronto 8 septiembre 2017; en Francia 6 diciembre 2017

Hace apenas una década, De dioses y hombres supuso el espaldarazo definitivo del director francés Xavier Bauvois. Tras la mucho menos interesante El precio de la fama, Beauvois fija ahora su mirada en un grupo de mujeres llamadas a trabajar la tierra y mantener el patrimonio familiar en plena Gran Guerra, mientras esposos, padres, hijos y hermanos luchan en el campo de batalla. Una historia nada singular, repetida hasta la saciedad ya desde tiempos de la Grecia clásica. La excusa sirve para mostrar el duro trabajo del campo, especialmente en aquellos primeros años del siglo pasado, y dejarse seducir por una serie de escenas costumbristas que, sin embargo, acaban por repetirse tanto que lastran un trabajo que se antoja largo y por momentos tedioso. La empresa nos deja sin embargo escenas de gran belleza y enorme luminosidad, ilustradas además por la música con encanto vintage de un recuperado Michel Legrand, muy pronto presente en nuestros escenarios sevillanos con su banda de jazz. La atención dramática se centra en una joven empleada que despertará la simpatía de su patrona y el amor del hijo de ésta, todo lo cual deriva en su tercio final en una sucesión de despropósitos argumentales que no obstante respetan su discurso eminentemente feminista.

Crítica de Pepe Serrano publicada en El Correo de Andalucía el 7 de noviembre de 2017

TIERRA DE DIOS (God’s Own Country)

Reino Unido 2017 104 min.
Guión y dirección Francis Lee Fotografía Joshua James Richards Música Dustin O’Halloran y Adam Wiltzie Intérpretes Josh O’Connor, Alec Secareanu, Gemma Jones, Ian Hart, Liam Thomas Estreno en el Festival de Sundance 23 enero 2017; en Reino Unido 1 septiembre 2017

Sundance celebró el pasado invierno esta película otorgándole el premio al mejor director, mientras en el Festival de Edimburgo logró el de mejor película británica. El producto no es para tanto; no se trata sino de una revisión del romance homosexual en un ambiente rural en principio nada propicio para salir del armario. Films como el vasco Ander o el uruguayo Contracorriente ya se aproximaban al tema en un ambiente similar, mientras Brokeback Mountain se convertía en el máximo exponente sobre el tema gracias a la dirección delicada de Ang Lee y las magistrales interpretaciones de sus protagonistas. La de Francis Lee se apoya en arquetipos reconocibles, como esa celebración de la masculinidad plena, libre de plumas y amaneramientos, y convenciones propias de un guión que avanza a fuerza de imposturas muy reconocibles. No obstante acierta a centrarse en los comportamientos de sus protagonistas más que en su repercusión social. Se deja ver con agrado, conteniendo algunas secuencias cargadas de acertada ternura, mientras funciona como docudrama sobre el duro trabajo en una granja, y cumple una vez más acercando a todos los públicos la visibilidad de unas relaciones sentimentales que también se dejan ver con asiduidad en exitosos programas de televisión de citas a ciegas. Y como lo que se lleva es combinar temáticas, no falta en este nuevo Reino Unido del brexit, la llamada a la dignidad y la puesta en valor del inmigrante y su importancia para el progreso y la mejora de nuestro propio sistema.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 7 de noviembre de 2017

EL AUTOR

España-México 2017 112 min.
Dirección Manuel Martín Cuenca Guión Manuel Martín Cuenca, según la novela de Javier Cercas “El móvil” Fotografía Pau Esteve Música José Luis Perales Intérpretes Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, María León, Adriana Paz, Tenoch Huerta, Adelfa Calvo, Rafael Téllez Estreno en el Festival de Toronto 8 septiembre 2017

Tras dirigir La flaqueza del bolchevique, el realizador almeriense Manuel Martín Cuenca parecía haber encontrado su estilo personal en la estupenda La mitad de Óscar y la estilizada Caníbal. Sin embargo su paso a la comedia, adaptando esta exitosa novela de Javier Cercas, se traduce en un paso atrás en cuanto a estilo visual y narrativo, ofreciendo un producto más convencional a todos los niveles, y muy poco trabajado en el apartado artístico. El difícil proceso creativo del escritor es analizado con trazo más bien grueso en una comedia rodada íntegramente en una Sevilla en la que se reconocen todos sus típicos paisajes urbanos y humanos. La trama puede parecer ingeniosa, y seguramente lo es sobre el papel, pero resulta forzada en su traslación a la pantalla, no obstante proporcionar momentos hilarantes y ocurrencias simpáticas. El problema es que está rodada de forma demasiado plana, sin una definición satisfactoria de los personajes, especialmente un Javier Gutiérrez del que desconocemos su perfil como para convencernos de las sucias artimañas que lleva a cabo para lograr su disparatado objetivo, pues una crisis creativa no es lo mismo que carecer de talento para crear. A pesar de todo, si nos dejamos seducir por su vocación de inofensivo artilugio de entretenimiento, sin escándalo ni esperpento, sirve para disfrutar de un buen rato sin grandes complicaciones, lo que quizás propició el Premio de la Crítica Internacional conseguido en el último Festival de Toronto.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía el 7 de noviembre de 2017

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