USA 2010 117 min.
Guión y dirección Shana Feste Fotografía John Bailey Música Michael Brook
Intérpretes Gwyneth Paltrow, Tim McGraw, Garrett Hedlund, Leighton Meester, Marshall Chapman, Jeremy Childs, J.D. Parker Estreno 20 abril 2011
La directora de El mejor, una melodramática cinta sobre la pérdida de un hijo que protagonizaban Pierce Brosnan, Susan Sarandon y Carey Mulligan, se ha embarcado ahora en otro melodrama, pero esta vez musical y ambientado en el mundo de la canción country. Por lo específico de este campo de la música genuinamente norteamericana, podría parecer que ya se han hecho muchas películas sobre el tema, sin embargo apenas son un puñado las que analizan este mundo tan particular como atractivo, y ésta lo hace desde un ángulo sumamente atractivo. Y es que no se detiene en garitos de carretera inundados de buena gente sencilla en torno a cantantes castigados por la vida y las circunstancias, sino que lo hace frente a todo el glamour posible en un ambiente que también genera mucho dinero, muchos seguidores y grandes espectáculos. La protagonista en esta ocasión es una hermosísima Gwyneth Paltrow metida en la piel y la voz de una guapa estrella de la canción del género, víctima de una terrible depresión, sometida a presión y tensión continuas; una persona desequilibrada, catalizadora ante los ojos de la realizadora y guionista del hundimiento, el hastío y la desesperación de quienes le rodean. Otros tres personajes la circundan, tejiendo una serie de relaciones sentimentales donde habita más el dolor y la incertidumbre que el placer y el consuelo. Magníficos los trabajos de los cuatro intérpretes, entre los que encontramos al protagonista de Tron: Legacy, demostrando aquí además sus habilidades como cantante; la joven cantante y actriz Leighton Meester, protagonista de la serie de televisión Gossip Girl, dando rienda suelta a múltiples registros que van de la timidez a la sorpresa pasando por la alegría o la melancolía; el muy atractivo cantante country, que paradójicamente es el que menos canta en la película, Tim McGraw, casado con la también cantante Faith Hill; y Gwyneth paltrow haciendo un excelente trabajo y demostrando de nuevo sus aptitudes como cantante y showoman. Canciones, gente atractiva, sentimientos y una muy elegante pleanificación cinematográfica que la aleja afortunadamente del telefilm que podría haber resultado, hacen de éste un film sencillo pero muy atractivo y emotivo. Sus mensajes de autoayuda y complacencia se podrían resumir en un consejo que da el personaje de Paltrow: “No tengas miedo a enamorarte; en este mundo hay cosas bellas a diario de las que enamorarse”. Puede parecer cursi, pero es absolutamente cierto y conviene hacerle caso.
"Coming Home", tema compuesto por Tom Douglas, Hillary Lindsay y Troy Verges para la BSO de la película, e interpretado por Gwyneth Paltrow, que obtuvo una nominación al Oscar a la mejor canción en la edición 2010
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