USA 2011 125 min.
Director Paul Feig Guión Kristen Wiig y Annie Mumolo Fotografía Robert D. Yeoman Música Michael Andrews Intérpretes Kristen Wiig, Maya Rudolph, Rose Byrne, Wendi McLendon-Covey, Chris O'Dowd, Elie Kemper, Matt Lucas, Melissa McCarthy, Jon Hamm, Jill Clayburgh Estreno en España 12 agosto 2011
Ya al inicio del film queda claro cuáles van a ser los derroteros a seguir por esta nueva comedia del inefable Judd Apatow, celebrado renovador de la comedia americana que a algunos sólo nos parece que ha acabado por sepultar definitivamente lo que fue un género lleno de glamour, elegancia y sofisticación. Kristen Wiig, la auténtica alma de este disparate, ha escrito el guión de una película que aquí han bautizado como La boda de mi mejor amiga, procurando así aprovechar el tirón de una comedia que Julia Roberts protagonizó a mitad de los 90. Nada más desacertado, por cuanto nada tiene ésta que ver con las habitualmente cursis películas sobre bodas que tanto proliferaron en esa década, especialmente a raíz del éxito de Cuatro bodas y un funeral. El humor zafio, la sal gorda y el mal gusto se ha apoderado también de este subgénero romántico para construir un producto deshonesto e hipócrita, que da pinceladas aquí y allá sobre la amistad, el amor y la supuesta felicidad, para al final volver al sempiterno mensaje hiperconservador de siempre, ese que sólo las de Doris Day se atrevían a dar, y que jamás osaron las de Wilder, Cukor, Edwards o Hawks, por citar algunos. Las risas por supuesto están aseguradas, la escatología y la ordinariez se hacen cargo de ello, es fácil. No se puede negar que Kristen Wiig, hasta hoy sólo una celebridad en Estados Unidos gracias al veteranísimo Saturday Night Live, hace un buen trabajo, gracias a su desparpajo y naturalidad, no exento de gestualidad, que en el caso de sus compañeras es tan exagerada que puede hablarse de sobreactuación. Y tampoco podemos negarle al director, un eficiente artesano que ha sacado adelante con éxito la serie La oficina, realiza su trabajo con ritmo y pulso firme. Pero lo dicho, en el fondo sólo hay humor grueso y falsos argumentos que al final retoman el pesadito mensaje tradicionalista y conservador de siempre. La supuesta mala leche se corta. Por cierto, constituye la última película con Jill Clayburgh antes de su fallecimiento, la protagonista de La luna y Una mujer descasada, que aquí interpreta a la madre de Wiig.
El grupo Wilson Phillips y su canción de principios de los 90, "Hold On", tienen un papel relevante en esta película
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