miércoles, 19 de julio de 2023

EL CASO BRAIBANTI En tiempos de retroceso

Título original: Il signore delle formiche
Italia 2022 134 min.
Dirección
Gianni Amelio Guion Gianni Amelio, Federico Fava y Edoardo Petti Fotografía Luan Amelio Intérpretes Luigi Lo Cascio, Elio Germano, Sara Serraiocco, Leonardo Maltese, Anna Caterina Antonacci, Rita Bosello, Davide Vecchi, Maria Caleffi, Roberto Infurna, Giovanni Visentin, Fabio Zulli Estreno en el Festival de Venecia 6 septiembre 2022; en Italia 8 septiembre 2022; en España 14 julio 2023 (no en Sevilla)


Después abordar el tema en el documental Felice chi è diverso, el director de Lamerica y Las llaves de casa se empeña en profundidad en desvelar un doloroso caso judicial que enfrentó a finales de los años sesenta del pasado siglo a un notable dramaturgo, poeta y estudioso de las hormigas (haciendo gala a su título original), Aldo Braibanti, con los poderes públicos del momento. Acusado de plagio, una figura jurídica asignada para quienes se creen ejercían una influencia de tipo moral en jóvenes, y que no era sino una forma de encubrir la persecución de la homosexualidad. 
Llega el film en un momento tan oportuno, cuando los vestigios del fascismo, de los que también eran eco este tipo de persecuciones criminales, resurgen en su país y amenazan con hacerlo también en los países del entorno.

Se aprovechan estas alimañas empeñadas en tanta crueldad y la salvaguarda de un poder que estiman tan frágil que todo les parece una amenaza, de pueblos dormidos, sus conciencias y su mísera memoria, que acuden, estos sí influidos tanto por los medios como por el aparato desalmado de la confusión, a ejercer la libertad y la democracia sin pensar en que la llave la entregan a quienes una vez encerraban, sometían a vejaciones e incluso asesinaba a quienes no pensaban como ellos y no seguían los caminos convencionales del catolicismo, con todas sus consecuencias. En este contexto la película de Gianni Amelio se perfila no sólo como un producto necesario, sino como una película rotunda y contundente, de estructura férrea, magníficas interpretaciones - destacan Luigi Lo Cascio (La mejor juventud) y Elio Germano (Mi hermano es hijo único) - y una cuidada ambientación. Hay en esta película episodios que la emparentan con Te estoy amando locamente, como las terapias de choque con electricidad que tanto perjudicaron a miles de jóvenes, o los juicios sumarísimos basados en la protección de la moral cristiana. Como siempre son las voces de izquierdas, tanto desde un periódico afín al movimiento obrero como desde las protestas estudiantiles a pie de tribunal, quienes procuran despertar conciencias, pero éstas se resisten frente a la maldad subyacente de quienes cuando ejercen el poder procuran que nada huela a progreso y continuemos en la edad de piedra y sin ruedas.

Todo esto nos lo ofrece el director italiano, seguramente tan decepcionado como lo podamos estar muchos y muchas de nosotras, bajo el prisma de una hermosísima historia de amor, dolorosa e inexplicablemente terrible, cuando lo único a lo que deberían aspirar nuestros gobiernos es a que reine el amor, no la guerra y la discordia ni la incomprensión. Una historia de amor que se ilustra con ritmos y canciones de la época, pero también con conmovedores pasajes de Aida de Verdi, en la mítica versión que interpretaron Renata Tebaldi y Carlo Bergonzi y dirigió Karajan. Pero la primera desconfianza nos la merece el propio pueblo, tan proclive a traicionar y dar la espalda a quienes procuraron nuestra felicidad y la ampliación de nuestros derechos y libertades. ¿Cuándo la derecha se ha caracterizado por eso? Sólo el egoísmo y la materia les motiva. Como tantas otras veces, los éxitos de taquilla no han dejado apenas hueco para esta película, que apenas goza de una exigua distribución en nuestro país.

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