Guion y dirección Sean Baker Fotografía Drew Daniels Música Matthew Hearon-Smith Intérpretes Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yuriy Borisov, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Ivy Wolk, Lindsey Normington, Darya Ekamasova, Aleksey Serebryakov Estreno en el Festival de Cannes 21 mayo 2024; en Estados Unidos 18 octubre 2024; en España 31 octubre 2024
Después de varios títulos más o menos marginales, The Florida Project y Red Rocket entre ellos, para Sean Baker la Palma de Oro conseguida en Cannes con ésta su nueva película puede catapultarle definitivamente al estrellato y hacer esperar de él nuevas satisfacciones en un futuro inmediato. Anora nos sugiere, sin embargo, una puesta al día de un clásico de la comedia norteamericana de los primeros sesenta del siglo pasado, Uno, dos, tres de Billy Wilder. Baker retrata aquí la nueva oligarquía mafiosa y macarra rusa como Wilder hacía con el oportunista y decepcionante comunismo que se proclamaba en los albores de la Guerra Fría. Ha sustituido al director en Berlín de la Coca-Cola por un representante armenio de una rica familia rusa en Nueva York, y a la joven y alocada hija del empresario del refresco por el joven y alocado hijo del oligarca, aunque el signo de los tiempos obligue a que sea la madre quien lleve las riendas de los negocios y los entresijos de la familia. El idealista comunista que se deja vender por el lujo y la nobleza se encuentra ahora personificado por la stripper que sueña con progresar en sociedad cual Cenicienta no tan ingenua y con mucho carácter.
Baker pone el ritmo trepidante que se erigía en principal demostración de estilo en el mítico título de Wilder, añadiendo más rock ‘n roll a una aventura que se ambienta entre clubs nocturnos al ritmo de tecno, antros de prostitución y suntuosas mansiones de dudoso gusto. Es el signo de los tiempos, el de los grandes y desprejuiciados empresarios rusos que apoyan al sanguinario Putin, las y los jóvenes que buscan su futuro en el camino fácil y el uso de sus cuerpos, como tantos y tantas hacen en programas televisivos de fama rápida y efímera, y los secuaces al servicio del poderoso que se desviven por corregir lo que resulta incómodo e inconveniente, como esos tres emisarios soviéticos enviados para averiguar la fórmula del refresco, aquí gángsters de poca monta dispuestos a resolver el problema del armenio antes de que aterricen sus amos.
El ritmo frenético viene aderezado por un sinfín de insultos y palabras malsonantes, escenas subidas de tono y las entregadísimas interpretaciones de su elenco protagonista. Mikey Madison pone literalmente toda la carne en el asador. La vimos episódicamente en Érase una vez en Hollywood, como secundaria en el reboot de Scream y fue protagonista de la inédita entre nosotros All Souls. El ruso de nacimiento Mark Eydelshteyn borda su papel de niñato caprichoso, egoísta y de imposible acento, mientras Yuriy Borisov, protagonista de Compartimento nº 6, pone la nota sentimental con ojitos tiernos, y Karren Karagulian personifica la mejor tradición del secundario cómico artesano y profesional, tan habitual en el cine estadounidense clásico.
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