Guion y dirección Raoul Peck Fotografía Wolfgang Held y Moses Tau Música Alexei Aigui Narrador LaKeith Stanfield Estreno en el Festivald e Cannes 20 mayo 2024; en Suecia y Estados Unidos 22 noviembre 2024
La recuperación de un enorme arsenal de fotografías y otros documentos del fotógrafo sudafricano afincado en Nueva York, Ernest Cole, en una caja fuerte de un banco sueco hace unos años, es el detonante que justifica este valioso documental realizado para el Canal Arte y Netflix por el especialista en el género Raoul Peck (I Am Not Your Negro). El sensacional y conmovedor trabajo tiene una doble vertiente, como pieza estrictamente artística, destinada a divulgar la actividad del homenajeado, enseñando cómo observar una fotografía, extraer sus matices y detalles y considerarla obra de arte cuando así lo merece. Y por otro lado como testimonio desgarrador de la barbarie humana, especificada en el apartheid sudafricano, y hoy desgraciadamente latente en ese otro que protagoniza el una vez fustigado pueblo de Israel y hoy verdugo del pueblo de Gaza. Aún podría haber elegido una tercera vertiente, como ejercicio de intriga frente al anonimato de quien depositó toda esa documentación en el banco sueco y sufragó el gasto que conlleva. Pero esto último resulta ciertamente frívolo frente a lo que de verdad importa, el arte y la denuncia.
Peck no se vale para la ocasión de la habitual sucesión de testimonios alternándose con imágenes de archivo convenientemente ilustradas. Su testimonio surge fundamentalmente del propio Cole a través de sus escritos y de las entrevistas realizadas a quienes le conocieron. Así gestiona el director un guion que declama con precisión y capacidad para emocionarnos el actor LaKeith Stanfield (Selma, Puñales por la espalda), mientras el noventa por ciento de la imagen procede de la cámara de Cole, en gran parte de ese conjunto descubierto y del imprescindible House of Bondage que propició el exilio del artista. Así pasan ante nuestras retinas varias décadas de indecencia, así en África como en Estados Unidos e incluso Suecia, convirtiéndose en todo un valioso y fascinante testimonio visual de varias épocas.
En uno de sus segmentos, vemos una serie de fotografías en blanco y negro (casi toda su producción lo es) que muestran una pareja de enamorados besándose en medio de una concurrida avenida de Nueva York a mediados de los setenta del pasado siglo. Absortos en su romance, muestran una total abstracción ante lo que les rodea, quizás la misma que mostramos casi todos y todas como observadores pasivos ante la sucesión implacable de injusticias que asolan el planeta, ahora y siempre. De ahí la importancia absoluta de este tipo de documentos, destinados a conservar nuestra memoria y procurar en la medida de lo posible, si aún hay esperanza para ello, que este tipo de dramas y atropellos no se repitan. Una sensacional selección de jazz completa este impecable e imprescindible trabajo documental.
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