lunes, 21 de marzo de 2011

La mitad de Óscar: Almería, testigo de las horas del día

Crítica de cine

LA MITAD DE ÓSCAR

España-Cuba 2010, 82 min.
Dirección Manuel Martín Cuenca Guión Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca Fotografía Rafael de la Uz Intérpretes Verónica Echegui, Rodrigo Sáenz de Heredia, Denis Eyriey, Antonio de la Torre, Manuel martínez Roca, Salvador Gavilán Ramos, Elena Saganovska Estreno 18 marzo 2011

Tras abandonar el estilo narrativo convencional que utilizó en la emotiva La flaqueza del bolchevique y con un estilo ahora más personal, ya apuntado en su anterior largometraje Malas temporadas, Manuel Martín Cuenca regresa a su tierra natal, Almería, para contarnos una historia terrible de soledad y dependencia. Para ello utiliza recursos mínimos pero tan sabiamente dosificados que dan muchísima intención, profundidad y relieve a lo que nos está contando, jugando además al sadismo para con un uso extraordinario de la tensión dramática engancharnos sin remisión, a pesar de su ritmo pausado y parsimonioso. El paisaje, excelentemente fotografiado, juega un papel crucial en esta película de sentimientos escondidos y emociones a flor de piel. Almería se erige en protagonista principal de una historia en la que la base es la inestabilidad del ser humano, su levedad e inconsistencia, frente a la Naturaleza, que permanece aunque se la someta a cambios, pero no se extingue. Nuestra fecha de caducidad, a la que aún no sabemos enfrentarnos y apenas hacemos caso omiso, es el detonante fundamental de un drama existencial construido a fuerza de paciencia, luz, sonido y mucha frustración. Podrá recordar al estilo cinematográfico de Jaime Rosales (La soledad, Tiro en la cabeza) por sus encuadres, sus planos fijos y sus fueras de cuadro… pero con un estilo personal e inequívoco, unas ideas muy claras y una capacidad poderosísima para enganchar y estremecer.

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