USA 2019 169 min.
Dirección Andy Muschietti Guion Gary Dauberman y Jeffrey Jurgensen Fotografía Checco Varese Música Benjamin Wallfisch Intérpretes Jessica Chastain, James McAvoy, Bill Hader, Isaiah Mustafa, Jay Ryan, James Ransone, Andy Bean, Bill Skarsgard, Jaeden Martell, Wyatt Oleff, Jack Dylan Grazer, Finn Wolfhard, Sophia Lillis, Chosen Jacobs, Jaremy Ray Taylor, Teach Grant, Nicholas Hamilton, Javier Botet, Xavier Dolan, Taylor Frey, Molly Atkinson, Joan Gregson, Stephen Bogaert, Luke Roessler, Stephen King, Peter Bogdanovich Estreno en Estados Unidos y España 6 septiembre 2019
La segunda parte de esta sofisticada adaptación de la novela de Stephen King multiplica los desatinos de su predecesora, alargando muchísimo el gran guiñol desplegado alrededor del horripilante payaso y sus traumatizados adolescentes, hoy convertidos en triunfadores profesionales con la única excepción de Mike, el personaje de color (quizás uno de tantos guiños que la película pretende hacer a la actual realidad sociopolítica americana). Lo poco que salvábamos de su predecesora era ese sentido de la camaradería y la aventura que protagonizaban sus esforzados protagonistas, en la línea de Los Goonies y Cuenta conmigo. Toda la galería de perversiones sufridas por aquellos niños se perpetúan en esta película en la que además se añade el ataque homófobo, con el realizador canadiense Xavier Dolan prestándose a ser la víctima, y la violencia de género que sufre el personaje de Jessica Chastain, ahora atraída cómo no por su entonces frustrado pretendiente, Ben, ese patito feo gordito ahora convertido en rutilante cisne.
Como puede apreciarse nos encontramos ante una secuela muy pretenciosa, que quiere tratar con la profundidad que una buena fantasía podría aportar temas muy candentes y preocupantes de la sociedad del siglo XXI, aunque King la escribiera en 1986. Por cierto, ¿no se inspiraría en Poltergeist, donde un maligno payaso hace también de las suyas? Lo que sí es cierto es que en su acumulación de efectos y conjuros ancestrales practicados en un espacio situado en el más allá, esta producción parece en más de un momento estar rememorando aquel hito del cine fantástico y de terror con el que Spielberg revolucionó el género, salvando por supuesto las distancias. Pocas respuestas sigue dando esta dilatada segunda parte, ni en cuanto a las investigaciones llevadas a cabo por Mike en relación a las tradiciones indias apuntadas, ni en cuanto a personajes innecesarios como la reaparición del malvado Henry Bowers o el nuevo niño sacrificado, que no aportan nada a la trama salvo más efectismo barato.
Eso sí, algunos como el propio Stephen King, que aparece como viejo anticuario, o Peter Bogdanovich, que da vida a un director de cine en el plató de rodaje, se deben haber divertido participando en este engendro del exceso, el ruido y la furia, plagado de monstruos grandes y pequeños (la escena de las galletitas chinas de la suerte no tiene desperdicio). Mientras, Javier Botet se reafirma gracias a su particular físico como único en el mundo para incorporar seres nauseabundos.
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