viernes, 5 de julio de 2024

ON THE GO Corridas de admiración

España 2023 72 min.
Guion y dirección
María Gisèle Royo y Julia de Castro Fotografía Ilton K. Do Rosario Intérpretes Omar Ayuso, Julia de Castro, Chacha Huang, Manuel de Blas, Jordi Rosh, Alberto Velasco Estreno en el Festival de Locarno 8 agosto 2023


En 1982, en plena transición y coincidiendo con la celebración en España del Mundial de fútbol, Gonzalo Gª Pelayo dirigió con total desprejuicio y desenvoltura Corridas de alegría, que junto a Vivir en Sevilla se convertiría en estandarte de una subcultura urbana que abogaba por la libertad sexual y la más absoluta con las tramas más disparatadas posibles, siguiendo la estela de las corrientes provenientes de Europa del Norte. Cuarenta años después, coincidiendo con una atmósfera que en muchos aspectos nos hacen revivir aquel espíritu cargado de temor y conspiración, con la amenaza de la ultra derecha campando a sus anchas, dos fervientes admiradoras de Pelayo y ese cine que sigue cultivando con total libertad y desvergüenza (su última película se titula Tu coño), se han lanzado a un rendido homenaje de la cinta.

Para ello han rodado en 16 mm y han recreado casi miméticamente algunas de sus secuencias y chistes más icónicos. Pero la intención y el propósito son distintos, aumentando la carga homoerótica que en su referente se limitaba al papel del Maestro (El Gran Simón) y al chiste que contaba el marido de Chari Moreno, si bien esta nueva versión con variante argumental no accede a la transgresión absoluta que supuso la cinta de García Pelayo, con participación destacada de Carla Antonelli e impagables intervenciones de Isabel Pisano (La volcaíta) y Silvio (de Barra Libre). Donde antes el viaje de Sevilla a Cádiz pasando por Setenil y Jerez, con un valor documental impagable, tenía como propósito encontrar a una novia perdida y vengarse de unos mafiosos de la droga, ahora tiene la maternidad y las aplicaciones para encuentros sexuales como leit motiv.

No se puede negar a sus realizadoras el interés en generar imágenes estéticamente potentes, con algunos encuadres preciosistas y juegos de cámara que dan al conjunto algo más de empaque que su predente. Sin duda le han echado valor, logrando con un presupuesto exiguo dar ritmo a la empresa y desparpajo a su indudable comicidad. Pero jugar ya desde el arranque al culto es algo que deberá dilucidar el tiempo. Su referente, tan lleno de flamenquito y sorprendentes interludios musicales como su velado remake, pasó a la historia como film de culto, que lo haga este homenaje ya sería demasiado, aunque de momento ha cosechado premios en Locarno (del Jurado Joven), Gijón (Película y dirección) y Valladolid (Espiga de Arcoiris). Han querido ver frescura donde sólo había imitación y cutrerío impostado. De momento sólo se ha visto en festivales y alguna que otra sesión especial en Madrid. En Sevilla lo hizo en el último seudofestival de Cine Europeo, en el CAAC hace una semana y en el Avenida ayer mismo. Espera estreno definitivo.

jueves, 4 de julio de 2024

LA ROSS NOS REFRESCA EL VERANO

12º Concierto de abono Ciclo Gran Sinfónico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Meigui Zhang, soprano; Darrell Ang, dirección. Programa: Suite orquestal Rapaukes Sommernachtstraum, de Núñez Hierro; Chants d’Auvergne, de Canteloube; Die Seejungfrau, de Zemlinsky. Teatro de la Maestranza, jueves 3 de julio de 2024


Es una lástima que un programa tan atractivo y original como éste fuera disfrutado por tan poco público, menos de la mitad del aforo del Maestranza. Es lógico, ya entrados en julio, muchos de los abonados y abonadas de la Sinfónica han huido de la candente ciudad para refugiarse precisamente en los lugares evocados en este último programa de la temporada, centrado en el verano y por una vez con piezas bastante relacionadas con el tema. Por otro lado, nos congratula saber que incluso en julio cabe esperar en nuestra ciudad una programación cultural al margen de la típicamente estival que con tanto acierto y fortuna nos ofrecen las Noches en los Jardines del Alcázar.

Para arrancar este monográfico, Nuria Núñez Hierro completó el ciclo de piezas dedicadas a las cuatro estaciones compuestas por autoras andaluzas, uniéndose a Elena Mendoza, Lula Romero e Inmaculada Almendral. La suya es una suite integrada por los cinco números que compuso por encargo de la Orquesta de la Radio de Berlín para introducir a los niños y las niñas en la música clásica, en concreto en El sueño de una noche de verano de Mendelssohn, manteniendo un especial interés en educar en la música contemporánea. Escuchada en bloque, se trata de una muy sugerente, seductora y atractiva pieza que más que seguir la narrativa shakespeariana, evoca su atmósfera de magia y fantasía, jugando con los acordes de Mendelssohn y dialogando tanto con el bardo como con el compositor.

Especialmente relevante es el juego de tímbricas que propone, con profusión de campanas, exquisita y delicada percusión y susurros de viento que logran un resultado de ensoñación casi místico. No necesita para eso ni intervenir ni preparar los instrumentos, pero los somete a usos a menudo distanciados de los suyos propios, consiguiendo en general un coqueteo en el que los acordes de la célebre página de Mendelssohn parecen fluir como apéndices de la obra de la jerezana. Nada de esto hubiera podido percibirse de no ser por la ejemplar interpretación de la ROSS con Darrell Ang al frente.

Del verde monte al mar azul

Tras esa refrescante ensoñación estival, el director Darrell Ang y la soprano Meigui Zhang nos llevaron al Auverne a través de cinco de la treintena de canciones que Joseph Canteloube rescató y orquestó del acervo popular de la región francesa. Zhang evidenció una voz densa y profunda, cercana a la tesitura de una mezzo, entonando a la perfección las deliciosas canciones enmarcadas en las alegres L’aïo de Rotso y Lou Coucut, desplegadas con una agilidad y un fraseo exquisitos, si bien el autor prefería una voz de emisión más natural y sencilla que la más lírica empleada por la cantante asiática.

Esto afectó también a la expresividad, que acabó siendo más homogénea de lo deseable. Con todo, la célebre Baïlèro sonó melancólica y encantadora, mientras la batuta extrajo de la orquesta toda la riqueza y exuberancia que los arreglos de Canteloube impregnaron a cada página. Cantar en auvernés, lengua derivada del occitano o provenzal, no lo pone fácil y Meigui parece que la resolvió con éxito.


La segunda parte estuvo protagonizada por una partitura relativamente reciente por el tiempo que estuvo ausente de las salas de concierto, el poema sinfónico La sirenita de Alexander Von Zemlinsky. Después de triunfar en su estreno a principios del siglo XX, su autor la repudió y anduvo perdida durante mucho tiempo, hasta que en 1984 unos musicólogos la rescataron y la dieron a conocer en el formato que hoy conocemos. Después, una edición crítica añadió un pasaje turbulento que a juzgar por la duración de la pieza interpretada anoche, no debió considerarse en el programa.

A caballo entre el sinfonismo de Strauss y Mahler y la Nueva Escuela Vienesa, la de Zemlinsky es una obra exuberante, lírica y espectacular, a la que Ang prestó un inusitado interés y una loable dedicación, logrando una lectura absorbente y dinámica que en manos de la Sinfónica fue un derroche de color y sugestión, tanto en sus pasajes más líricos y románticos como en los más agitados y turbulentos.

Fotos: Marina Casanova
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

miércoles, 3 de julio de 2024

CASA EN LLAMAS Modelo de familia tóxica

Título original: Casa en flames
España-Italia 2024 105 min.
Dirección
Dani de la Orden Guion Eduard Sola Fotografía Pepe Gay de Liébana Música Maria Chiara Casà Intérpretes Emma Vilarasau, Enric Auquer, María Rodríguez Soto, Alberto San Juan, Clara Segura, José Pérez-Ocaña, Macarena García, Flavio Marini Estreno en el Festival de Barcelona 18 abril 2024; en salas 28 junio 2024

El joven catalán Dani de la Orden, director de El mejor verano de mi vida, Mamá o papá, Hasta que la boda nos separe y Loco por ella, regresa al cine con el que se dio a conocer hace una década, sin abandonar la comedia pero con algo más de trascendencia y ambición de lo que escondían esos títulos comerciales y puramente alimenticios. Rueda además en catalán combinado con castellano, como hiciera en el díptico Barcelona, noche de verano y Barcelona, noche de invierno, y recupera su relación con el escritor Eduard Sola, que escribe un guion en el que la comedia se torna agria y cínica en función de un mensaje corrosivo y sin remisión, como ya ocurriera en otro de sus trabajos relacionado con la familia, María y los demás.

Se trata de la enésima denuncia de las tensiones e intrigas de una familia burguesa en torno esta vez a un inmueble, su posible venta y el pretexto de una mujer madura para reunir a sus hijos, con quienes apenas tiene relación muy a su pesar. Al final todo circula alrededor del egoísmo humano, de la ambición por ser felices sin saber muy bien el significado del concepto, sacrificando todo lo que de verdad importa en alas de una satisfacción siempre egocéntrica y narcisista. Con ese universo como trasfondo, Sola y de la Orden construyen un film más cerca de Litus y El test que de los títulos antes apuntados, quizás con más malicia y mayor acierto, a pesar de un punto de partida bastante discutible e irresponsable, y de un pretexto argumental algo manido.

Así, aún tratándose de una cinta entretenida y con más de una divertida ocurrencia, lo que más destaca en este nuevo trabajo del codirector de 45 segundos es su capacidad para definir personajes, dotando a cada uno y una de una entidad propia y una psicología particular que nos permite adivinar un pasado y un posible futuro. Cabe destacar también la posible asunción de peligro por parte de algunos de sus intérpretes, especialmente Auquer y Gómez en el aire y Rodríguez Soto en el agua. El paisaje de Cadaqués en el que se sitúa la trama, aunque pretenda ser veraniego pero mucho no lo parezca, contribuye también a los evidentes atractivos de una cinta en la que sobresale la interpretación de la veterana Emma Vilarasau.

lunes, 1 de julio de 2024

HENRY MANCINI EN ÚBEDA CON LA FILARMÓNICA DE MÁLAGA


No nos hemos podido resistir a acudir al concierto de clausura del Festival de Úbeda de este año. Visitar la monumental ciudad siempre vale la pena. Escuchar la música de Henry Mancini a toda orquesta en nuestro país resulta bastante complicado, y hacerlo en el centenario de su nacimiento, para nosotros un acontecimiento. Lo hizo el pasado sábado 29 de junio de la mano de la Filarmónica de Málaga, quizás la orquesta de nuestra comunidad que más arriesga y mejor se compromete con la lectura de otras disciplinas, las lleva por otras plazas e incluso las graba. Un ejemplo a seguir, que en este caso se traduce en un programa que la orquesta lleva paseando por otras ciudades desde hace aproximadamente un año, y que en Úbeda ha servido para clausurar su ya longevo festival con treinta y seis ediciones a la espalda. 
Una ciudad y un espacio, el hermoso Hospital de Santiago, que no son ajenos a la música de cine. Ya albergó un festival dedicado al género durante varios años a principios de este siglo, con la presencia de destacados compositores de un lado y otro del Atlántico.

Con José María Moreno, el apasionado y enérgico director mallorquín titular de la orquesta malagueña, la Filarmónica desplegó un programa en el que se alternaron versiones originales de su autor (Lujon, Lightly Latin de Mr. Lucky, Peter Gunn, La pantera rosa, El carnaval de las águilas) con piezas de concierto del homenajeado, grabadas con su orquesta u orquestas que en el mundo anglosajón denominan Pops (Royal Philharmonic Pops, Cincinnati Pops), como la versión ofrecida de Charada, March with Mancini, Strings on Fire, Ohio Riverboat u Overture to a Pops Concert que sirvió como propina, y arreglos específicos del pianista de jazz José Carra, colaborador de la formación en estos conciertos celebrados también en Rincón de la Victoria y Málaga. Suyas fueron las versiones de Días de vino y rosas en formato suite, El nuevo caso del inspector Clouseau, Querido corazón, un muy reducido Baby Elephant Walk y un muy inspirado Just for Tonight, ambos de Hatarí, también reducido e insuficiente el precioso Dos en la carretera, o ese Nothing to Lose que Claudine Longet cantaba en la más famosa fiesta hollywoodiense, la de El guateque.

Versiones que evidenciaron el buen conocimiento que Carra tiene del estilo y el espíritu manciniano, si bien con tendencia a una grandilocuencia que el compositor sólo empleaba en esos temas de concierto que servían en la mayoría de los casos para lucir las posibilidades de la orquesta. Del más querido de sus temas, Moon River, se optó por esa supuesta obertura cuyo hallazgo se adjudicó Luis Cobos en su disco dedicado a los Oscars en la década de los noventa del pasado siglo, y que sirvió también a Martínez-Orts para su último concierto con la valenciana Film Symphony Orchestra. Otro ejemplo de grandilocuencia mal empleada en la música de un compositor siempre caracterizado por su elegante y sutil glamour.

Una Pantera rosa con palmas y palillos del público, evidenciando el buen sentido del ritmo del que gozamos en Andalucía, sirvió como bis, dejando clara la versatilidad de la orquesta, su adaptación a otros lenguajes, como el jazz y la música ligera y melódica, y los magníficos resultados obtenidos, en algún caso mimetizando a la perfección las grabaciones existentes, como en Charada, Lujon (pieza utilizada en muchas películas, pero no concebida para ninguna en particular) o The Great Waldo Pepper March. El excelente comportamiento del público y el emblemático auditorio en el que se celebró, ayudaron a redondear una noche mágica y emocionante.

UN LUGAR TRANQUILO: DÍA 1 Para amantes de los gatos

Título original: A Quiet Place: Day One
USA 2024 100 min.
Dirección
Michael Sarnoski Guion Michael Sarnoski y John Krasinski Fotografía Patrick Scola Intérpretes Lupita N’yongo, Joseph Quinn, Alex Wolff, Djimon Hounsou Estreno en Estados Unidos y España 28 junio 2024

John Krasinski obtuvo su mayor éxito como actor y director hace cinco años con Un lugar tranquilo, película que a nosotros nos pareció tramposa hasta el infinito a pesar de partir de una base argumental bastante original. Aquello tuvo una continuación que en sus primeros minutos hizo pensar en una precuela, pero que después adoptaba el formato definitivo de secuela en toda regla. La verdadera y oportunista precuela llega ahora de la mano de Michael Sarnoski, cuya única incursión en la dirección cinematográfica fue una inspirada película de título Pig que a su vez supuso una de las mejores películas recientes del algo perdido Nicolas Cage. Esto, unido al hecho de que esta precuela sucede en Nueva York, con todo el posible añadido de espectacularidad 
que se espera de cualquier cinta apocalíptica ambientada en la ciudad de los rascacielos, nos hizo confiar en el posible interés de una película que finalmente sólo ofrece más de lo mismo.

Volvemos a enfrentarnos a esos alienígenas ciegos, que se mueven gracias a un oído súper desarrollado, lo que obliga a mantenerse muy calladito, si bien eso no les impide moverse con agilidad entre muros y obstáculos inanimados. Sarnoski intenta seguir las reglas básicas del género, empezando por la consecución de un objetivo exacto por parte de su heroína, por absurdo que éste nos pueda parecer. La única variable inteligente que aporta es una reflexión sobre la muerte, no importa lo que hagamos, siempre llega. N'yongo y un trajeado estudiante, interpretado por el televisivo Joseph Quinn, son los únicos protagonistas de una cinta en la que sobresale un gato extremadamente silencioso, encargado de generar algunos de los episodios de más tensión de la función.

En el camino se desaprovecha el carácter de génesis que tiene la trama, de forma que en lugar de asistir al proceso de descubrimiento de la población de cómo mantenerse a salvo, se presupone que todos y todas conocen ya el secreto de estos agresivos y sangrientos invasores. Sarnoski no sabe cómo innovar o aportar algo de personalidad a una cinta que se desinfla paulatinamente y acaba por provocar tanto desinterés como desidia absoluta. Ni siquiera destaca su carácter catastrofista, y al final sólo queda disfrutar con el gato, especialmente quienes sean amantes de ellos, que ya se sabe que en las redes sociales arrasan.