Dirección Patty Jenkins Guión Allan Heinberg, Zack Snyder y Jason Fuchs, según los personajes creados por William M. Marston Fotografía Matthew Jensen Música Rupert Gregson-Williams Intérpretes Gal Gadot, Chris Pine, Robin Wright, Connie Nielsen, David Thewlis, Danny Huston, Elena Anaya, Lucy Davis, Ewen Bremner, Saïd Taghmaoui, Eugene Brave Rock Estreno en Estados Unidos 2 junio 2017; en España 23 junio 2017
DC Comics produce con esta película su cuarta aventura, después de las insufribles El hombre de acero y Batman vs. Superman y la caótica Escuadrón suicida. Poco hacían esperar tan indignos precedentes que Wonder Woman fuera a salvar el castillo y convertirse en una de las más estimulantes cintas que sobre superhéroes se han hecho en mucho tiempo. La empresa ha tenido un alto componente femenino, con el fichaje de Patty Jenkins en la dirección, que hace más de una década regaló a Charlize Theron el papel por el que logró su Oscar a la mejor actriz, Monster. Después se ha refugiado en la televisión hasta que alguien ha pensado que podía dar a la función ese toque femenino que demanda, y no se equivocó. El resto lo logra un guión estudiado y bien articulado en el que ha intervenido uno de los realizadores que más han dicho sobre universos fantásticos ilustrados en los últimos tiempos, Zack Snyder (300, Sucker Punch, Watchmen o la próxima Liga de la justicia, aunque también fuera el responsable del fiasco del nuevo Superman). Una puesta en escena que combina ingeniosamente estéticas muy familiares y populares como la de El señor de los anillos, reconocible en la paradisíaca y mítica isla en la que transcurren los primeros veinte minutos del film, y Harry Potter, identificable en ese sempiterno Londres post victoriano en el que transcurre parte de la acción, ambientada en plena Primera Guerra Mundial. Porque hasta allí viaja esta nueva y sensual heroína, especialmente sensible a la bonhomía y la filantropía, que lucha contra Ares, Dios de la Guerra, en quien personifica de forma tan inocente como metafísica la maldad reinante en el planeta, aunque entre los villanos de turno se encuentre una inquietante Elena Anaya a la que Banderas aún no hubiera retirado la máscara de La piel que habito. Gal Gadot, toda una revelación, da vida a una luchadora, mujer entrenada para ser la mejor entre las amazonas y aprovechar al máximo los poderes con los que ha sido bendecida, pero sin utilizar la violencia como fin sino como medio inevitable pero lamentable. A esto es lo que nos referimos cuando pedimos que nos cuenten algo nuevo; y si además hay ritmo, buenas interpretaciones, romance, comedia, aventura y épica, mucho mejor. Todo además cuidado al detalle, con una producción esmerada en la que destaca incluso una buena banda sonora de Rupert Gregson-Williams. Lástima que dedique tanta traca final a recordarnos que se trata de una de superhéroes y no puede escapar a las constantes del género.
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