ROSS 2011/2012 UNA OFERTA MÁS EQUILIBRADA QUE LA DE LA TEMPORADA PASADA

La consabida crisis económica y la inevitable dependencia de la Cultura a las instituciones públicas, obligó el año pasado a diseñar una programación muy tradicional, con muchos títulos ya repetidos y nada arriesgada. Todo hacía presagiar que la oferta para la próxima temporada habría de ser igualmente decepcionante desde el punto de vista de la novedad y el equilibrio; la sorpresa ha sido comprobar justamente lo contrario, que manteniéndonos en la misma tesitura podamos disfrutar de una oferta más plural y, si no del todo, al menos bastante satisfactoria.

Brahms (1833-1897)

Si en el 2010-2011 hemos asistido a la inútil pero lógicamente popular revisión de todas las sinfonías de Beethoven, la elección de Brahms para dar una amplia visión de su obra sinfónica y concertística nos ha parecido mucho más sólida y novedosa. Sus cuatro sinfonías, sus dos conciertos para piano, sus dos serenatas, el Doble Concierto, el Concierto para violín, las Oberturas trágica y académica, las Variaciones Haydn y el Réquiem Alemán se irán desplegando a los largo de nueve meses, a los que se sumarán una serie de piezas, casi todas interpretadas por primera vez por la ROSS, basadas o inspiradas en el compositor alemán, de la mano de Schoenberg, Laura Vega, Tomás Marco, Udo Zimmermann o Rafael Frúhbeck de Burgos.

Los hermanos Capuçon...

Pero no sólo de Brahms nos alimentaremos los incondicionales de la Sinfónica esta próxima temporada. También habrá un espacio muy saludable para Strauss (El burgués gentilhombre y Así habló Zarathustra), Shostakovich (Sinfonía nº 14), Mahler (Sinfonía nº 5), Ravel (del maravilloso Concierto para piano al agradecido Bolero, pasando por la delicada Pavana para una infanta difunta), Mendelssohn (Sinfonía nº 5 y el famoso Concierto para violín), Nielsen (Sinfonía nº 2), Poulenc (Concierto para dos pianos), Honegger (Sinfonía nº 2), Sibelius (Suite Karelia) o Elgar (el imprescindible Concierto para violonchelo) y un miniciclo Mozart previo a la temporada de abono y paralelo a la representación de la ópera Las bodas de Fígaro, con cuatro conciertos para instrumentos de viento y sus dos últimas sinfonías.

... y las Labèque

Se estrenará una sola obra, Salón de espejos de la compositora sevillana Elena de Mendoza, en lugar de las dos de la temporada pasada, pero por el contrario serán más las piezas que la orquesta interpretará por primera vez, incluida la versión completa del ballet de Ginastera Estancia – en la anterior temporada fue Panambí del mismo autor – e Imagen II del propio Pedro Halffter.

Antoni Wit, director de la
Filarmónica de Varsovia

Entre la nómina de personalidades que ocuparán el podium del director, destacan algunos que ya han comandado la Sinfónica en alguna o muchas ocasiones, como Ros-Marbá, Josep Pons, Günter Neuhold, Michael SchØnwandt, Hansjörg Schellenberger o Marc Soustrot. Creemos que lo harán por primera vez el joven director americano John Axelrod, el violinista y director ruso Pavel Kogan, y el legendario Antoni Wit. Entre los solistas volveremos a disfrutar del piano de Lars Vogt, las hermanas Labèque y Rudolf Buchbinder, a los que se sumará Tzimon Barto. En el violonchelo tendremos a Asier Polo, Daniel Müller-Schott y Gautier Capuçon, y en el violín a su hermano Renaud, además de la violinista holandesa afincada en Inglaterra Isabelle van Keulen, y el joven canadiense Alexandre Da Costa. Y no faltarán las voces, con habituales de la orquesta, como Raquel Lojendio, Elena de la Merced o Alfredo García, a los que se unirá el barítono alemán Roman Trekel y el bajo ruso Dimitri Ulianov. También repite, tras el éxito cosechado el pasado septiembre con el Concierto de Aranjuez, el guitarrista logroñés Pablo Sáinz Villegas, en esta ocasión interpretando el Concierto para guitarra y pequeña orquesta de Villa-Lobos. Para época de vacas flacas no es mal plantel.