jueves, 25 de mayo de 2023

CÉLINE FRISCH DISFRUTA CON TODOS LOS REGISTROS DE BACH

Clave en Turina. Céline Frisch, clave. Programa: Las partitas de Bach (I) (Partitas nº 1 en si bemol mayor BWV 825, nº 2 en do menor BWV 826 y nº 4 en re mayor BWV 828, de Johann Sebastian Bach). Espacio Turina, miércoles 24 de mayo de 2023


El Espacio Turina culmina estos días su ciclo de clave, que tuvo la semana pasada como excelentes embajadores a Javier Núñez y Alejandro Casal en un concierto que quienes atendieron tildan de inolvidable y que por motivos de agenda nos fue imposible cubrir en estas páginas. Quince años después de aquel multitudinario recital de Céline Frisch en la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras, donde nos dejó un sabor agridulce con su manera de afrontar las Variaciones Goldberg de Bach, la clavecinista francesa regresó a la ciudad para revalidar su fama de excelente, responsable y aguerrida intérprete ante el teclado. Esta vez no hubo fisuras ni atajos en su trabajo, frente a un público más reducido del que tuvo en aquella ocasión; ya se sabe, en Sevilla si no es un evento o un conjunto bien asentado, al margen de las rutilantes celebridades que de vez en cuando nos visitan, las cosas funcionan a medio gas, y el Festival de Música Antigua en el que se enmarcó aquel concierto disfruta afortunadamente de un público incondicional.

Un magnífico clave de dos teclados presidía la escena del Turina antes de que con toda la elegancia aristocrática posible, Céline Frisch abordara una a una las diversas estaciones que integran las tres primeras partitas, que por razones estructurales saltaron de la segunda a la cuarta, dejando la tercera para la sesión de hoy. Compuestas para el deleite y disfrute del intérprete, ya que por entonces la práctica de dar recitales instrumentales solistas frente a una audiencia multitudinaria era harto infrecuente y no se consolidaría hasta Liszt, ya con el piano como protagonista, por lo que no se considera al oyente como sujeto de ese disfrute apuntado por el autor, las partitas engloban tantos humores y espíritus diferentes como números las informan. Frisch acertó con los estímulos necesarios para dar salida a cada estilo y espíritu invocado, en un alarde de concentración y precisión técnica y expresiva de auténtico lujo. A diferencia de las suites inglesas y francesas, éstas son más libres en la forma y mucho más exigentes en la técnica, más sofisticadas en general. Frisch, que en todo este tiempo se ha convertido en toda una experta bachiana, supo traducir todos estos matices en una interpretación depurada en lo técnico y tan sensible como elegante en lo expresivo. Cada gesto propio y cada intuición, elocuentes pausas incluidas, encajó para lograr hacer partícipe al oyente en una experiencia inmersiva.


El Preludio de la primera partita sonó relajado y emocionalmente equilibrado, para a partir de ahí alternar con suma sensibilidad los pasajes ágiles (Allemande y Gigue) y juguetones (un Corrente de estilo italiano o los minuetos) con los más relajados y emotivos, cuidando en extremo la exposición melódica (Sarabande) y la claridad en cada acorde. Por los mismos derroteros deambuló una Partita nº 2 introducida por su estimulante y variada Sinfonía, tras la cual la clavecinista regresaría a desgranar cada movimiento o danza con el mismo virtuosismo acusado antes, haciendo alarde de una inmensa responsabilidad y un consagrado conocimiento del universo del compositor. A destacar en este punto la Sarabanda que tocó con una profunda capacidad de reflexión y la endiablada agilidad expuesta en el Capriccio final. La más distendida nº 4 la abordó con idéntica mesura y una evidente carga afectiva, que se inició con una Obertura majestuosa y elegante, y prosiguió con una depurada exposición de cada movimiento y ágiles movimientos y cruces de manos. Mención especial para una Allemande de carácter airoso que defendió con mucha sensibilidad y sentido de la melodía, al igual que la delicadísima Sarabanda y ese agitadísimo broche final que pone la Gigue. Imposible para el oyente articular palabra alguna inmediatamente después de tan excelsa exhibición de elegancia y sabiduría.

Fotos: Luis Ollero
Artículo publicado en El Correo de Andalucía

No hay comentarios:

Publicar un comentario