PRESENCE Inteligente variación sobre el cine de fantasmas

USA 2024 85 min.
Fotografía y dirección Steven Soderbergh Guion David Koepp Música Zack Ryan Intérpretes Lucy Liu, Chris Sullivan, Callina Liang, Eddy Maday, West Mulholland, Natalie Woolams, Lucas Papaellas, Julie Fox Estreno en el Festival de Sundance 19 enero 2024; en Estados Unidos 24 enero 2025; en España 7 marzo 2025

Poco antes de estrenar su nueva película, Confidencial, con Cate Blanchett y Michael Fassbender, llega a nuestras pantallas esta inteligente variante de Steven Soderbergh sobre el cine fantasmas y casa encantadas, en la que el director estadounidense suma fuerzas con el reputado guionista David Koepp, con resultados muy estimulantes. Lo curioso es que haya tardado un año en estrenarse en su país desde su presentación en el Festival de Sundance, y aún dos meses más en el nuestro. A quien se erigiera como gran promesa del cine independiente cuando se alzó con la Palma de Oro en Cannes con la ya mítica Sexo, mentiras y cintas de video, le gusta simultanear estrenos en un mismo año. Lo hizo en 2000 con Erin Brokovich y Traffic, en 2011 con Contagio e Indomable o en 2013 con Efectos secundarios y Detrás del candelabro. Y le gusta igualmente afianzar su posición en el ránking de taquilla, estrenando alternativamente películas de encargo, especialmente las sagas de Ocean y Magic Mike, con otras de carácter y ambición más personal, como la que nos ocupa, posiblemente un sueño como doble encargado de la dirección y la fotografía de sus películas, dado el protagonismo que aquí tiene su trabajo como lo segundo.

Con una escueta duración, Soderbergh nos sumerge en un único escenario, una suntuosa casa en los suburbios de una gran ciudad, con apenas exteriores siempre divisados desde el interior, donde asistimos a la vida cotidiana de una familia media de vida acomodada, con sus miserias y alegrías, más de lo primero habida cuenta el trauma que arrastra la hija, mientras el hermano se muestra poco empático. Los personajes se muestran acertadamente reales, con su propio pasado y posible futuro, mientras la cámara de Soderbergh, siempre a cuestas, los observa y los giros de guion se van sucediendo. Para ello, Koepp echa toda la carne al asador y aprovecha su amplia experiencia en el género, curtida junto a Brian de Palma, las adaptaciones de Dan Brown, su excelente trabajo para Steven Spielberg en La guerra de los mundos (también en los guiones de las dos últimas entregas de Indiana Jones) y sus propias y aclamadas películas como director, El efecto dominó y El último escalón.

Como resultado, tenemos una sorprendente historia de fantasmas, seguramente tan convincente y tan cerca de quienes aseguran haber tenido experiencias extrasensoriales con los seres queridos desaparecidos y haber percibido paralelamente su posible afán protector. Así, con el ingenio y el talento desplegado en esta unión de fuerzas entre Koepp y Soderbergh, resulta relativamente fácil dejarse convencer por la existencia de algo más allá de nuestra propia, ya de por sí absurda y convencional, vida.