USA 2012 93 min.
Dirección Mark Andrews y Brenda Chapman Guión Brenda Chapman, Irene Mecchi, Steve Purcell y Mark Andrews Música Patrick Doyle Voces (en versión original) Kelly Macdonald, Billy Connolly, Emma Thompson, Kevin McKidd, Robbie Coltrane, Julie Walters, Craig Ferguson Estreno en España 10 agosto 2012
Aunque no se basa en ningún cuento infantil popular ni se inspira en ninguna leyenda celta real, la nueva película de Pixar se adapta como un guante a esas dos posibles influencias, y sin embargo no aporta nada nuevo al imaginario del cine de animación más convencional. Lejos de sus mejores producciones, y peligrosamente más cerca del típico producto Disney, esta producción de John Lasseter pretende postular sobre las relaciones entre madre e hija, presentándonos una princesa presuntamente audaz y contestataria (indomable dice el subtítulo que nuestros inteligentísimos distribuidores le han colocado), más amiga del arco y la flecha y de cabalgar con el pelo al viento que de aceptar el destino que le ha sido impuesto, a saber casarse y llevar la corona con sumisión y dignidad. Nada nuevo en este tipo de producciones; pero es tomar las riendas de nuestro propio destino y no conformarnos con lo que se nos ofrece por pura inercia, y sobre todo flexibilizar y suavizar posiciones entre educadores y educados, lo que propone esta película. Y no desatina mucho en su evidente mensaje, que no es otro sino prepararnos para ofrecer a nuestros vástagos los mejores recursos a nuestro alcance, para una vez hayan alcanzado la madurez permitirles volar en libertad, sin coacciones ni imposiciones. Educación en libertad, lo que no está mal, aunque volvemos a lo de siempre, nada nuevo. Técnicamente el espectáculo es notable, su estructura dramática está impecablemente trazada y el humor es considerable, con personajes muy divertidos, como los gamberros y glotones principitos, pero en total sabe a poco, a más de lo mismo, sin llegar en ningún momento a entusiasmar. El cuidado que sus responsables han puesto en buscar voces que se adecuen perfectamente al acento escocés, se pierde definitivamente con un doblaje neutro e impersonal. Se proyecta precedido de un precioso y muy poético cortometraje sobre La luna, con música de Michael Giacchino.
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