viernes, 12 de junio de 2020

EL CINE EXPERIMENTAL DE SAUL BASS

WHY MAN CREATES

USA 1968 24 min.
Dirección Saul Bass Guion Saul Bass y Mayo Simon Fotografía Erik Daarstag
Música Jeff Alexander

SUCESOS EN LA IV FASE

Título original: Phase IV
Reino Unido 1974 83 min.
Dirección Saul Bass Guion Mayo Simon Fotografía Dick Bush Música Brian Gascoigne Intérpretes Michael Murphy, Nigel davenport, Lynne Frederick, Alan Gifford, Robert Henderson, Helen Horton

Animados por la reciente celebración del centenario del artista gráfico Saul Bass, autor de algunos de los más memorables títulos de crédito y pósters de la historia del cine, hemos sentido la curiosidad de comprobar su talento como director de cine. Por su primer trabajo, el cortometraje documental Why We Create, ganó un Oscar, mientras su único largometraje de ficción, Sucesos en la cuarta fase, es un título tan enigmático como inclasificable a pesar de adoptar una temática típica de la ciencia ficción. A estos dos trabajos, a los que habría que sumar el cortometraje The Solar Film y el mediometraje Quest basado en una novela corta de Ray Bradbury, ambos realizados junto a su esposa Elaine Bass. Tanto Why We Create como Sucesos en la cuarta fase tienen guion del dramaturgo norteamericano Mayo Simon, autor también de los libretos de Atrapados en el espacio, una de las primeras películas que aprovecharon los avances tecnológicos presentados por Stanley Kubrick en 2001 Una odisea del espacio, y de I Could Go On Singing, uno de los últimos trabajos de Judy Garland ya en el ocaso de su carrera.

En el corto oscarizado Bass, haciendo acopio de su talento visual, ofrece un vehículo experimental para cuestionar la capacidad creativa del hombre en diversos campos, desde la arquitectura a la ingeniería, pasando por la política, las habilidades sociales y por supuesto el arte, para concluir demostrando la tendencia del ser humano a enfrascarse en asuntos sin encontrar soluciones factibles a los problemas que nos acucian como colectividad, muy especialmente en el campo científico, a menudo obstaculizado por diatribas de corte filosófico y religioso. El trabajo funciona como espectáculo visual en el que se combina animación e imagen real con el uso adelantado de unos muy eficaces efectos visuales.

También eficaz en ese sentido es su visión apocalíptica en Sucesos en la cuarta fase, donde el tema de la invasión extraterrestre, el virus letal, las fuerzas del universo y el género catastrófico tan de moda en aquella época, sirven al artista para reflexionar sobre la falta de capacidad del ser humano para organizarse. Para ello plantea la posibilidad de que si las hormigas lograran desarrollar un nivel intelectual a la altura de los seres humanos, y en este caso así sucede por intervención de fuerzas cósmicas, lograrían aniquilarnos gracias a su enorme potencial organizativo y su férrea disciplina. Logra así reflejar de forma metafórica el fracaso de los humanos para ir más allá de la propia individualidad, y su falta de conciencia como grupo. Volvemos a apreciar en este insólito y experimental trabajo una puesta en escena audaz y diferente, combinando en este caso un trabajo documental de primer orden a nivel técnico con otro más perentorio de diseño artístico y efectos visuales cuyo mayor lastre resulta sin embargo una desequilibrada estructura narrativa que cae en demasiados formulismos técnicos y frecuentes caídas de tensión y momentos muertos. Nuestros avispados distribuidores, que la estrenaron en 1980, aprovecharon el título original para identificarla con la famosa película de Spielberg, con la que no guarda relación alguna.

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