Dirección David Serrano Guion David Serrano y Luz Cipriota Fotografía Kiko de la Rica Música Zeltia Montes y Hombres G Intérpretes Raúl Arévalo, Karla Souza, Izan Fernández, Renata Hermida Richards, Dani Rovira, Rodrigo Díaz, Raúl Jiménez, Rodrigo Gibaja, Jorge Usón, Michel Herráiz, Fernando García, Javier García, Secun de la Rosa, Gabriela Soto Belicha, Teresa Hurtado de Ory, David Lorente, Miguel Rellán, Roberto Álamo Estreno 12 agosto 2022
Desde que Mamma Mia revolucionara el mundo de los musicales recuperando las canciones de Abba, muchos han sido los espectáculos y películas musicales que han seguido su ejemplo. Las canciones de Bruce Springsteen, The Beatles, Elton John, Queen o Raffaella Carrá y Mecano en nuestro caso, este último con Hoy no me puedo levantar en la Gran Vía, han servido unas veces para ilustrar sus biografías y otras para contarnos una historia tangencial, como es este caso con los éxitos de Hombres G, grupo icónico de los ochenta, admirados y vilipendiados a partes iguales, pero que cosecharon aquí un éxito rotundo en su época, y lo han seguido haciendo en Latinoamérica, como demostró su reciente taquillazo en el Madison Square Garden de Nueva York. El hecho de que esta sea una coproducción entre España y México habrá seguramente propiciado que sean estas canciones, no precisamente las más distinguidas de esa belle époque madrileña, las elegidas para ilustrar esta blandita y convencional historia de amor entre dos adolescentes a finales de los ochenta, y su reencuentro en época actual, todo ello ambientado en Valladolid, ciudad que a pesar de tener un peso cinematográfico tan rotundo, pocas veces ha servido de escenario cinematográfico.
Los resultados se mueven entre el musical bastante bien llevado, con coreografías enérgicas y movimientos de cámara arriesgados, la comedia de carácter nostálgica administrada con cierto ingenio y unos niños con bastante gracejo, especialmente el menudillo Rodrigo Gibaja, y algunas escenas bien escritas y con cierta capacidad para al menos conmover un poquito. No es poco para como está la situación ahora mismo, si bien sobran las gamberradas de los niños protagonistas, los típicos frikis del colegio que necesitan ser lo que no son para merecer el respeto de los demás, precisamente los mediocres. Estos clichés deberían ir abandonándose en aras a una mejor educación y capacidad para valorar lo que más lo merece.
Por otro lado, aunque al conjunto no le falta ritmo, adolece de una estructura adecuada, de forma que algunos números musicales prácticamente se suceden sin solución de continuidad, mientras de repente el director, curtido en la comedia con títulos como Días de fútbol, Días de cine, el muy olvidable también musical Una hora más en Canarias y Tenemos que hablar, olvida el género de su película y apenas ofrece un número musical durante un buen metraje. Paradójicamente, Secun de la Rosa, que el verano del año pasado nos ofreció un exquisito musical, El cover, tiene un cameo al final de esta película que probablemente será un éxito, mientras la suya fue un inexplicable fiasco de taquilla.
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