Dirección Maïwenn Guion Teddy Lussi-Modeste, Maïwenn y Nicolas Livecchi Fotografía Laurent Dailland Música Stephen Warbeck Intérpretes Maïwenn, Johnny Depp, Melvil Poupaud, Benjamin Lavernhe, Pierre Richard, Pascal Greggory, Noémie Lvosky, India Hair, Robin Renucci, Marianne Basler, Caroline Chaniolleau, Diego Le Fur, Pauline Pollmann, Micha Lescot Estreno en el Festival de Cannes y en Francia 16 mayo 2023; en España 22 septiembre 2023
Muy popular en su país y aquí apenas conocida por su trabajo como realizadora en Polisse, la exótica actriz y directora Maïwenn dice haberse inspirado en la película de de Sofia Coppola María Antonieta, donde Asia Argento interpretaba a Madame du Barry, a la hora de empeñarse en llevar a cabo esta cara y ambiciosa producción. Las formas sobrias y de alguna manera historicistas, así como la relajada narrativa de Barry Lyndon de Kubrick y La muerte de Luis XIV de Albert Serra, se convirtieron después en su línea de trabajo, aunque las diferencias entre ellas, y desde luego con su propia película, son notorias, y en el último caso abismales. Y es que más allá de una puesta en escena suntuosa, aprovechando las bondades de los paisajes naturales, Versalles incluido, y de la cámara analógica, con luminosas imágenes y estremecedores atardeceres, así como de un colorista y variado guardarropa y peluquería, la cinta no da mucho más de sí.
La atractiva historia de esta cortesana que disfrutó de una esmerada educación que supo calibrar gracias a una innata inteligencia, para así llegar hasta el lecho de Luis XV y convertirse en su favorita, con las reticencias de la familia real, daba para un trabajo más interesante y mejor elaborado a nivel dramático y psicológico. En su lugar cabe destacar la fuerza de su protagonista, y a la sazón directora, cuyo exótico y a la vez extraño atractivo la emparenta con una madura Ángela Molina, y que se esfuerza denostadamente por irradiar todo ese poder de fascinación al que debió rendirse el monarca francés. Johnny Depp da vida al rey, dejando afortunadamente de lado todo su arsenal de tics y recursos gestuales, y aprovechando el francés aprendido durante su relación con Vanessa Paradis. Gracias a que no debe pronunciar demasiadas líneas de diálogo, convence con su austera y medida interpretación del caprichoso monarca, uno de tantos que aprovechó la coyuntura para abandonarse a los placeres de la carne, cuanto más desconocidos y sorprendentes, mejor.
Las buenas relaciones de du Barry con la servidumbre, especialmente con el valet del rey Jean-Benjamin de La Borde, a quien da vida con acierto y humanidad Benjamin Lavernhe, así como la grotesca caracterización de las hijas de Luis XV, a las que hay que añadir la rivalidad manifiesta con María Antonieta, hacen que la cinta acabe antojándose una suerte de Cenicienta seudo erótica, cuya bondad e ingenio le hace permanecer por encima del resto de sus congéneres. Nada cuenta la película sobre su fatal desenlace, cuando traicionada por su propio sirviente, Zamor, a quien aquí parece brindarle todo el cariño posible, fue guillotinada sólo unos días después de serlo Luis XVI y su esposa, la delfina María Antonieta.
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