Dirección Alauda Ruiz de Azúa Guion Alauda Ruiz de Azúa, Eduard Sola y Júlia de la Paz Fotografía Sergi Gallardo Música Fernando Velázquez Intérpretes Nagore Aranburu, Pedro Casablanc, Miguel Bernardeau, Iván Pellicer, Loreto Mauleón, Miguel Garcés, Natalia Huarte, Martxelo Rubio, Elisabet Gelabert, Itziar Aizpuru Estreno en Movistar Plus+ 17 octubre 2024
Sólo cuando un trabajo para la televisión nos motiva extraordinariamente, sentimos la necesidad de compartir nuestras reflexiones con los y las lectoras. Es el caso de esta mini serie – sólo cuatro episodios que no llegan en conjunto a las cuatro horas de emisión – creada y dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, la galardonada directora de Cinco lobitos. Con tan expresivo y sintomático título, la joven realizadora de Baracaldo nos introduce en una familia de la alta burguesía golpeada por esa violencia de género invisible e inconsciente que ha protagonizado la vida familiar de éste y tantos otros países durante siglos, la que permite al pater familias comportarse como el dueño del cortijo, anulando a todos los demás miembros, especialmente a la esposa y madre de sus hijos, condenada a ser una mera posesión a la que administrar, exigir, imponer y maltratar hasta reducir su vida a la nada, destruyéndola. Un rol que tantos hombres han asumido en este país como si de ley natural se tratase, invisibilizando cualquier atisbo de responsabilidad y legitimando su postura y comportamiento hasta el límite de no entender cuándo la mujer dice basta y decide emprender una nueva vida.
Es esa violencia de género sutil, sin palizas pero con atmósferas enrarecidas y malsanas que minan el ánimo y nos convierten en víctimas de una voluntad ajena y caprichosa. Es la que sufre Miren, casada con un importante director comercial durante más de treinta años, soportando lo que millones de mujeres en éste y otros países han estado sufriendo como herencia de un pasado frente al que sólo ahora empezamos a tener las herramientas necesarias para combatirlo y erradicarlo. Pero Querer no es una película convencional sobre el tema, es mucho más sutil que todo lo que hayamos podido ver hasta ahora en torno a esta lacra inadmisible. Aquí se analizan, en apenas cuatro horas, muchos de los entresijos de este drama, su transversalidad, cómo afecta a los demás miembros de una misma familia, cómo los tribunales encuentran a menudo más inconvenientes que facilidades para valorar cada caso y sus circunstancias, y cómo al final puede triunfar la justicia poética y el juicio de valor que podamos hacer como sociedad libre y avanzada.
Para todo esto, Ruiz de Azúa cuenta con unas interpretaciones excelentes, muy comedidas y matizadas, de los galardonados con el Forqué Nagore Aranburu y Pedro Casablanc, pero también de un sorprendente Miguel Bernardeau y un muy interiorizado Iván Pellicer, que interpretan a los hijos de la pareja. Por su parte, la realizadora lleva la carga narrativa con una precisión y un sentido del ritmo encomiables, a todo lo cual se ajustan el resto del equipo artístico y técnico, logrando uno de los trabajos más sobresalientes del audiovisual español reciente, en cualquier formato. Justamente reconocida como mejor serie de televisión en los mismos Forqué, ahora que nuestro país celebra veinte años de una pionera ley socialista contra la violencia de género, impulsada por el presidente Zapatero, resulta un momento inmejorable para acercarse a este certero y lúcido análisis sobre la materia.
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