Guion y dirección Blanca Torres Fotografía Juana Jiménez Documental Estreno en el Festival de Málaga 3 marzo 2024; en salas 10 mayo 2024
Esforzado documental, galardonado con el Premio Forqué, que intenta sin demasiado éxito arrojar algo de luz al mito y la leyenda de Marisol, Pepa Flores, niña prodigio del cine español, aunque a la interesada no le convenza el término, devenida en la mujer más anónima y desaparecida de la historia reciente de nuestro país. Dividida en dos partes diferenciadas, su periplo como estrella infantil venerada por jóvenes y mayores de la época franquista, y su metamorfosis como mujer luchadora por los derechos y las libertades desde el comunismo más marxista, contestataria y polémica. Sin duda una trayectoria fascinante que no encuentra reflejo en este trabajo academicista invadido de testimonios prescindibles y estériles, como los vertidos por gente tan mediática como Elvira Lindo, Fernando Méndez-Leite, Cristina Hoyos, Cristina Almeida o Amaia Romero. Quizás los únicos valiosos sean los de la hermana de la retratada, Vicky Flores, que sin embargo da la sensación de no haberse aprovechado lo suficiente, y del fotógrafo César Lucas, que tanto la conoció y que firmó las famosas fotografías de desnudo que publicó Interviú en plena transición.
Más interesante y trabajado resulta el generoso material de archivo utilizado, haciendo hincapié en el fenómeno de masas que supuso en la época y su proyección internacional, aunque este último episodio no queda suficientemente contrastado. Su deriva contestataria, traducida en convivir con Antonio Gades al margen de su matrimonio con Carlos Goyanes, y su compromiso con la izquierda más radical, queda así mismo algo desdibujada, y podría haber supuesto un documento fascinante del que apenas se saca provecho, como tampoco se hace de sus continuos intentos por destacar como actriz seria de la mano de directores como Mario Camus, Jaime de Armiñán o Juan Antonio Bardem, que conocieron mejores cosechas al margen de sus trabajos con la actriz.
Desaparecida del mundo público tras protagonizar la serie de televisión Proceso a Mariana Pineda y el largometraje Caso cerrado, el documental de Blanca Torres incide en lo obvio, mostrar su faceta de juguete roto, en manos del régimen y de la codicia del productor José Manuel Goyanes, padre de su primer marido, el secuestro de su infancia, y su recomposición ya convertida en mujer. Quizás ese doble capítulo, el del secuestro de su infancia y adolescencia, y las duras críticas recibidas por su uso de la libertad en una época en la que se le condenaba por adúltera y marxista, justifiquen ese retiro que el año que viene cumplirá cuarenta años y en el que tanto celo pone que le impidió incluso recibir el Goya de Honor en su amada tierra hace un par de ediciones. Al fin y al cabo, como ella misma dice, "es mi vida, con eso lo contesto todo".
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