USA 2025 138 min.
Dirección John M. Chou Guion Winnie Holzman y Dane Fox, según el musical de Winnie Holzman y Stephen Schwartz basado en la novela de Gregory Maguire inspirada en los personajes de L. Frank Baum Fotografía Alice Brooks Música Stephen Schwartz y John Powell Intérpretes Cynhtia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum, Marissa Bode, Ethan Slater, Bowen Yang y la voz de Colman Domingo Estreno en España y Estados Unidos 21 noviembre 2025
Poco hay que añadir a lo que ya dijimos a propósito del estreno de la primera parte de esta adaptación del famoso musical de Broadway, una versión dilatada del montaje escénico, hasta alcanzar entre las dos partes casi cinco horas de duración. Precisamente es en esta segunda parte donde se percibe la mayor ampliación del montaje original. Han convertido un tercio del espectáculo en una segunda parte sensiblemente inferior a la primera, donde se han añadido escenas y canciones, hasta cuatro nuevas hemos identificado, entre ellas No Place Like Home y The Girl in the Bubble, además de rescatar The Wicked Witch of the East, descartada del estreno en Broadway. Y como suele ocurrir en las comedias del último medio siglo, todo lo que hasta ahora era diversión, alegría y desenfado, se convierte en su tercio final en drama y tragedia, de aspecto más gris y tristón aun sin renunciar, naturalmente, a su estética un pelín hortera pero tan llamativa que le valió dos Oscars en la pasada edición, al mejor vestuario y la mejor dirección artística.
Se mantiene su inclinación a denunciar el abuso de poder, el control mediático de una población cada vez más adormecida e idiotizada, así como la manipulación informativa y la propaganda subversiva. Del mismo modo, insiste en deslegitimizar la mala imagen que a fuerza de brujas y otras lindezas se ha dado de las mujeres, aunque en este sentido se mantiene la presencia de la mujer manipuladora, cerebro de las actuaciones pérfidas llevadas a cabo por el hombre, a través de los personajes incorporados por Michelle Yeoh y Jeff Goldblum. Pero es en la amistad, el dolor de la pérdida y el sacrificio donde se distingue esta segunda parte de la primera, además de entroncar con el cuento original de El mago de Oz, desvirtuándolo, dándole la vuelta y pervirtiéndolo, de la misma forma que cobra más actualidad y se adapta a nuestros actuales cánones de ética y moralidad, aunque sólo sean quimeras cada vez más difíciles de alcanzar ante todo lo demás denunciado, manipulación, control y ambición desmedida.
En el apartado musical, John Powell mantiene el buen pulso y la inspiración celebrada en la música incidental, mientras aunque menos memorables, las canciones del veterano Stephen Schwartz cobran mayor relieve con la suntuosas orquestaciones de las que no pudo disfrutar en su versión estrictamente teatral. Especial mención merece, al margen de las magníficas prestaciones vocales e interpretativas de sus dos protagonistas, el talento de Jeff Goldblum para el musical, evidenciado en el número Wonderful junto a Erivo y Grande. Antes de ver la película, revisamos la primera parte, esta vez doblada al castellano, para corroborar lo bien que se siguen doblando los musicales en nuestro país, con voces que nada tienen que envidiar a las originales, aunque en sustancia se limiten a imitar sus inflexiones y singularidades.

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