Noruega 2016 133 min.
Dirección Erik Poppe Guión Harald Rosenløw-Eeg y Jan Trygve Røyneland Fotografía John Christian Rosenlund Música Johan Söderqvist Intérpretes Jesper Christensen, Anders Baasmo Christiansen, Tuva Novotny, Karl Markovics, Juliane Köhler, Erik Hivju, Arthur Hakalahti, Katharine Schüttler, Andreas Lust, Jan Frostad Estreno en Noruega 23 septiembre 2016; en España 4 agosto 2017
Una ambiciosa producción que cuenta los difíciles días que tuvo que vivir Noruega, y en primera persona su rey Haakon VII, durante los primeros y definitivos días de la invasión nazi en abril de 1940. Colocado en una tesitura muy parecida a la que cuarenta años después sufrió nuestro rey Juan Carlos I tras el golpe de estado de Tejero, aunque con el trasfondo mucho más delicado y peligroso de la Segunda Guerra Mundial, el rey de los noruegos tuvo que negarse a las condiciones impuestas por Alemania para lograr una situación pacífica, sumisa y rendida, del país al poder de Hitler, evitando así lo que se suponía sería un derramamiento innecesario de sangre. Entre esas condiciones se encontraba un nuevo parlamento y un nuevo gobierno comandado por el nacionalsocialista noruego Vidkum Quisling, títere de los alemanes, en lo que constituía un golpe en toda regla, de espaldas al pueblo que con su voto democrático y su confianza había legitimado a quien hasta 1905, tras la separación de Suecia, había sido rey de Dinamarca. Un acto de nobleza y lealtad sublimado por esta película fiel a los acontecimientos, lo que la erige en perfecta ilustración de un episodio histórico tan imprescindible como fascinante. Momentos de la conflagración en tierras escandinavas como el hundimiento del buque alemán Blücher desde la Fortaleza de Oscarborg, la autorización de Elverum, por la que se otorgaron plenos poderes al ejecutivo ante la imposibilidad de que el parlamento se reuniese, o el fallido bombardeo de Nybergsund, con el que la aviación alemana intentó borrar del mapa al insumido monarca, son recreados con impactante fuerza visual en una película que cuenta además con las soberbias interpretaciones de Jesper Christensen (Spectre, Quantum of Solace, Melancolía, Nymphomaniac) dando vida a Haakon VII, y Karl Markovics como el apocado, ambiguo e inseguro Curt Bräuer, embajador de Alemania en Noruega y encargado de las negociaciones con el rey. Lamentablemente la realización de Erik Poppe (Aguas turbulentas, Mil veces buenas noches) se antoja fría y distante, insuficiente para atrapar todo lo que una historia como ésta es potencialmente capaz, dejando además a su operador que se mueva a gusto, con desagradables zums, desenfoques buscando personajes y bruscos y continuos movimientos de cámara yendo de unos a otros, todo muy Dogma aunque la puesta en escena sea sobria y rigurosa, de tonos ocres y azulados buscando la perfecta ambientación, y la música de Söderqvist, muy en estilo Hans Zimmer, vistosa y espectacular. Pero lo cierto es que el pulso narrativo falla con frecuencia y la dramaturgia se hace a ratos pesada, malogrando parcialmente las posibilidades de un trabajo sobre el papel enormemente interesante.
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