Guion y dirección Frances O’Connor Fotografía Nanu Segal Música Abel Korzeniowski Intérpretes Emma Mackey, Olier Jackson-Cohen, Fionn Whitehead, Alexandra Dowling, Amelia Gething, Adrian Dunbar, Gemma Jones Estreno en el Festival de Toronto 9 septiembre 2022; en Reino Unido 14 octubre 2022; en España 13 enero 2023
Cabría preguntarse qué ha suscitado tanto interés en la hasta ahora actriz Frances O’Connor para escribir y dirigir una película sobre la figura de una de las más conocidas novelistas de todos los tiempos. En su debut como realizadora, la protagonista de Inteligencia Artificial, que se dio a conocer precisamente con otra adaptación de mujer novelista inglesa, en este caso Jane Austen y su Mansfield Park, O’Connor asegura haber inventado la biografía de la autora de Cumbres borrascosas, pero lo cierto es que no hay mucho en su tratamiento dramático que difiera de la auténtica vida de la escritora, salvo quizás el folletín romántico que le adjudica con el adjunto de su padre, el reverendo Weightman, de lo que no existen registros. Quizás con ello intente identificarla más con su drama novelesco y los poemas que con tanto sigilo guardó en vida.
Hubo una biografía cinematográfica de las hermanas Brontë en 1946, que dirigió Curtis Bernhardt, protagonizaron Olivia de Havilland e Ida Lupino y musicalizó Erich Wolfgang Korngold, pero a pesar de ceñirse más a las aventuras y desventuras de las tres hermanas escritoras (hubo dos hermanas más de las que la película de O’Connor no se hace eco), cabría pensar que tratándose del Hollywood clásico, hubo mucho más inventado en esa Predilección (Devotion) que en esta Emily. Lo cierto es que la franco-inglesa Emma Mackey (Eiffel, Muerte en el Nilo) da vida a una joven inadaptada a su entorno familiar y social, una especie de autista de su época más centrada en sus travesuras con un hermano al que, en la vida real, parecía idolatrar, y con un giro previsible hacia la amargura romántica a causa de un indeciso, caprichoso y apuesto, faltaría más, predicador. Analizar el espíritu supuestamente rebelde y adelantado de la joven parece convertirse en el leit motiv de la debutante directora, pero sin mucho acierto ni convicción. De hecho su ritmo impreciso, a veces aletargado, invita al aburrimiento, a pesar de conseguir secuencias estéticamente muy hermosas, especialmente las que se desarrollan bajo la lluvia, redentora y condenatoria a la vez, a la que la protagonista parece encadenada desde las primeras palabras pronunciadas por su amante, del que se revela tan dependiente y sumisa como lo era cualquier mujer de la época.
Intento fallido por lo tanto de plasmar el espíritu y el talento de una escritora excepcional, autora solo de un libro inmortal, que por cierto firmó con seudónimo masculino para potenciar su éxito, un detalle que esta cinta pasa por alto. Sus hermanas fueron más prolíficas, pero cuanto más escribieron menos éxito obtuvieron (Charlotte creó Jane Eyre, por si quedaba alguien sin saberlo). Como en Predilección, es la música lo que más destaca en última instancia en la película, en esta ocasión obra de Abel Korzeniowski (Un hombre soltero), que se implica también en la empresa como uno de sus productores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario