USA 2025 109 min.
Guion y dirección Celine Song Fotografía Shabier Kirchner Música Daniel Pemberton Intérpretes Dakota Johnson, Chris Evans, Padro Pascal, Zoe Winters, Marin Ireland, Louisa Jacobson, Dasha Nekrasova, Eddie Cahill, Sawyer Spielberg Estreno en Estados Unidos 13 junio 2025; en España 14 agosto 2025
Después de debutar participando en el guion de la serie de televisión La rueda del tiempo, la directora coreana-canadiense Celine Song saltó a la fama con su debut cinematográfico Vidas pasadas, en la que analizaba las relaciones a tres bandas entre dos jóvenes que fueron amantes en su juventud y que se enfrentaban en Nueva York a sus propias raíces asiáticas y al hecho de que ella hubiera rehecho su vida. Dos años después, Song insiste en el género romántico con otro proyecto muy personal para el que ha contado con el inestimable respaldo de A24, sin duda la productora de moda, aunque lo sea más en el género de terror que en ningún otro.
En Materialistas, una suerte de comedia romántica que se ciñe en la medida de lo posible al género aunque en el fondo no sea tan comedia y sí muy romántica, Dakota Johnson interpreta a una agente casamentera que se debate entre el lujo y la opulencia que le brinda uno de sus pretendientes, el amor puro e incondicional que le ofrece otro, o terminar sus días felizmente soltera e independiente de cualquier atadura sentimental. La originalidad de la propuesta reside en que, a través de su trabajo y las entrevistas que debe realizar para el mismo, conocemos los requisitos y exigencias que solicitan sus clientas y clientes para encontrar eso que denominamos sus medias naranjas. Algo así como un First Dates, aunque tratándose del núcleo de la cultura capitalista, ponen el acento en el poder adquisitivo de las candidaturas. Una agencia, que a diferencia de las aplicaciones digitales, sólo está al alcance de quienes pueden permitírselo, como las operaciones de alargamiento de extremidades. Eso nos lleva a un mundo de lujo y sofisticación, tan afín a este tipo de seudo-comedias, y la vez un regreso a aquel cine de distensión y enajenación que tanto hacía las delicias de un público al que su propia miseria llevaba a aceptar estos cuentos de hadas sin vacilación alguna.
En este contexto, Song nos ofrece una película inteligente y atractiva, en la que sus protagonistas pueden conversar dilatadamente, sin prisas, con fineza y elegancia, sin montajes frenéticos ni aspavientos innecesarios, algo muy de agradecer. Así, encontramos una Dakota Johnson absolutamente deliciosa, en el que quizás sea su mejor trabajo hasta la fecha, mientras Evans y Pascal le dan la réplica perfecta, y Zoe Winters equilibra la balanza con la necesaria dosis de tragedia que provoque la reflexión acerca de un mundo tan frío y a la postre violento como el que se ha asentado desgraciadamente en un país que siempre lo fue, pero ahora lo evidencia más. Sólo podemos reprochar al conjunto la abundancia de canciones, sin duda tan elegantes como el conjunto en sí mismo, pero que dejan clara la exigencia de una productora que, como tantas otras, busca el éxito popular incluso pasando por encima de su directora, a quien consideramos responsable de todos y cada uno de los detalles de un film que, no obstante, mantiene el tono fresco, inteligente, sofisticado y atractivo. Aspectos que se denotan incluso en el empeño de recurrir a referencias cultas dentro del populismo norteamericano, del Nueva York de Woody Allen a los encuadres ocres de Edward Hooper. Como curiosidad, reparamos en Sawyer Spielberg, hijo de Steven, que aparece brevemente interpretando al hermano de Pedro Pascal.
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