viernes, 3 de enero de 2020

EL OFICIAL Y EL ESPÍA Un trabajo preciosista de baja intensidad emocional

Título original: J’accuse
Francia-Italia 2019 126 min.
Guion y dirección Roman Polanski, según la novela de Robert Harris Fotografía Pawel Edelman Música Alexandre Desplat Intérpretes Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuel Seigner, Grégory Gadebois, Hervé Pierre, Wladimir Yordanoff, Didier Sandre, Melvil Poupaud, Eric Ruf, Mathieu Amalric, Laurent Stocker, Vincent Pérez, Denis Podalydès Estreno en el Festival de Venecia 30 agosto 2019; en Francia 13 noviembre 2019; en España 1 enero 2020

Yo acuso es el famoso manifiesto en el que Emilio Zola puso en entredicho la justicia francesa y muy especialmente el funcionamiento del estamento militar, especialmente en lo que se refería a los prejuicios antisemitas arrastrados desde tanto tiempo atrás por el odio filtrado desde la cultura impuesta por la religión católica. En él se basaron antes que Polanski William Dieterle en la espléndida La vida de Emilio Zola, película triunfadora en los Oscar de 1937, y José Ferrer en la cinta de 1958 de igual título que el escrito de Zola. Para su distribución internacional la nueva película del director de El quimérico inquilino ha adoptado un anodino El oficial y el espía (en algunos países Un oficial y un espía), más difícil de retener y menos ilustrativo que el original J’accuse.

Muchos han querido identificar este trabajo de Polanski con su propio ajuste de cuentas, dada su condición de judío y eterno prófugo de una justicia empeñada en enturbiar su nombre y talento por unos hechos que presuntamente ocurrieron hace ya una vida. No es sin embargo lo que nos parece a nosotros, quienes hemos visto en la película simplemente una preciosista revisión del Caso Dreyfus, el que motivó el artículo de Zola y los films referidos. Un escándalo social, político y militar que sacudió Francia a finales del siglo XIX y puso en entredicho los tres lemas sobre los que se sustenta una democracia tan anclada en los principios de la Revolución Francesa. Zola es un personaje secundario en esta versión cuyo autor es Robert Harris, también responsable del libro The Ghost Writer en el que se basó la sensacional película El escritor, también de Polanski, a pesar de utilizarse su manifiesto como título y justificación. Aquí se emplea el punto de vista del oficial encargado de la investigación del caso para desenmascarar toda una estrategia político militar destinada a encontrar un chivo expiatorio para una trama de espionaje que puso en peligro al poder castrense galo.

Lástima que la cinta carezca de capacidad de síntesis para aligerar todo un entramado de personajes y situaciones que no hacen sino enfangar el relato y hacerlo algo indigesto. Con unas interpretaciones competentes y una exquisita ambientación de referentes indudablemente pictóricos, Polanski exhibe buen oficio para conjugar todos los elementos y conseguir un trabajo estéticamente impecable, aunque a nivel narrativo el conjunto le quede algo insustancial, a pesar de la gravedad de los hechos denunciados. Al resultado final le falta una mayor intensidad emocional, capaz de provocar una mayor reflexión y esa necesaria pizca de fascinación que siempre exige una buena trama criminal.

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