lunes, 27 de enero de 2020

LAS AVENTURAS DEL DOCTOR DOLITTLE Sin gracia ni fantasía

Título original: Doctor Dolittle
USA 2020 101 min.
Dirección Stephen Gaghan Guion Stephen Gaghan, Thomas Shepherd, Dan Gregor, Doug Mand y Chris McKay, según el personaje creado por Hugh Lofting Fotografía Guillermo Navarro Música Danny Elfman Intérpretes Robert Downey jr., Antonio Banderas, Michael Sheen, Jim Broadbent, Jessie Buckley, Harry Collett, Carmel Laniado, Kasia Smutniak y las voces (en versión original) de Emma Thompson, Rami Malek, John Cena, Kumail Nanjiani, Octavia Spencer, Tom Holland, Craig Robinson, Ralph Fiennes, Selena Gomez, Marion Cotillard, Frances de la Tour y Jason Mantzoukas Estreno en Nueva Zelanda 1 enero 2020; en Estados Unidos 17 enero 2020; en España 24 enero 2020

Cuando Richard Fleischer estrenó en 1967 El extravagante Doctor Dolittle, las aventuras de este singular veterinario ya habían sido adaptadas al cine en 1928 en forma de cortometraje animado y mudo alemán. Después vendría un serial radiofónico en la década de los treinta y nadie más se acordó de estos cuentos escritos por Hugh Lofting desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial para sus hijos, hasta que Leslie Bricusse, el compositor de Feliz Navidad, Mr. Scrooge y Adiós, Mr. Chips y letrista de, entre otros, Henry Mancini y John Williams en diversas ocasiones, decidió convertirlo en musical para la gran pantalla. Aquel film ilustraba los orígenes del personaje, un doctor hastiado de las personas que decide ayudar a los animales y para ello aprender su lenguaje con el fin de entenderse mejor con ellos.
 
Obtuvo nueve nominaciones al Oscar y alcanzó dos, uno a la mejor canción para la mítica Talk to the Animals y otro para sus perentorios efectos visuales, pero no obtuvo el respaldo de la taquilla, que no se rindió a su aparente blandura, sus fantasiosas aventuras e idílicos escenarios así como sus exóticas criaturas. Y sin embargo la cinta lanzaba proclamas todavía muy actuales en contra del maltrato animal, incluso circense, o a favor de la alimentación vegetariana, dentro de un conjunto de inusitada fantasía y considerable creatividad. Todo eso falta en esta rutinaria y apopléjica nueva película que ni siquiera adapta ninguno de los relatos que Lofting escribió a propósito del personaje, sino que se permite la libertad de a partir de él tejer una raquítica historia que repite esquemas mil veces vistos en torno al bueno de turno y su lucha contra el mal, sin que falte la pleitesía a la monarquía para que nadie dude de su tendencia al cuento tradicional.
 
Aquí los animales dejan de serlo para imitar la fórmula empleada en la versión modernizada que protagonizó Eddie Murphy a finales del siglo pasado, que es la de humanos dicharacheros y presuntamente simpáticos bajo forma de animales, estilo Disney. Se acabó la fantasía y la originalidad en esta cinta impulsada al parecer por su protagonista, un Robert Downey jr. que a pesar de ello se embarca en una serie de intrascendentes aventuras sin ganas ni empuje. A su alrededor el resto de personajes hace lo que puede sin salirse de los parámetros habituales de la villanía (Sheen) y la gallardía exótica (Banderas). Solo los niños parecen tomárselo más en serio, con Harry Collett retomando el único personaje que sobrevive además del titular, el del ayudante Tommy Stubbins. Faltan las canciones de Bricusse, el carisma de Rex Harrison, el encanto de Samantha Eggar, la voz y presencia de Anthony Newley, los idílicos paisajes que recrean el pueblo pesquero irlandés Puddleby-on-the-Marsh o la isla flotante, y los mensajes educativos apuntados; sobra todo lo demás en esta aburrida, poco atractiva y nada interesante película perpetrada por quien dirigiera las más ambiciosas Syriana y Gold, la gran estafa. Una vez más parece mentira que para engendrar tal despropósito hayan sido necesarios cinco guionistas, incluido su desubicado director.

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