Título original: Tinker, Tailor, Soldier, Spy
Reino Unido-Francia-Alemania 2011 127 min.
Dirección Tomas Alfredson Guión Bridget O’Connor y Peter Straugham, según la novela de John le Carré Fotografía Hoyte von Hoytema Música Alberto Iglesias Intérpretes Gary Oldman, Colin Firth, Tom Ardí, John Hurt, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, Stephen Graham, Ciarán Hinds, Toby Jones, David Dencik
Estreno en España 23 diciembre 2011
Estreno en España 23 diciembre 2011
Si el autor de la novela, John le Carré, productor ejecutivo de esta película, ha dado su beneplácito al trabajo realizado por Tomas Alfredson, director de la muy aclamada Déjame entrar, por qué habríamos nosotros de discrepar con él. Y sin embargo qué mala es la sensación de estar sentado o sentada durante dos largas horas frente a una pantalla con la sensación de no sacarle provecho al tiempo invertido; que no acabas de conocer a los personajes que te están presentando, que te pierdes en las situaciones propuestas y que el guión va siempre por delante tuya, sin hacerte partícipe de la intriga proyectada, sencillamente porque los argumentos y pistas que te están dando no atrapan tu intelecto, ya sea porque tengamos un coeficiente bajo o quizás más bien porque sus muy pretenciosos responsables no aciertan a presentar los elementos en juego de una manera convincente o sencillamente inteligible. Con un título original tomado de una película británica de 1918, Calderero, Sastre, Soldado, Marinero, pero sustituyendo (en la cinta se explica por qué) el Sailor final por el más apropiado para esta trama Espía, la novela del famoso escritor especializado en tramas de espionaje ambientadas en la Guerra Fría, ya conoció en 1979 una adaptación televisiva dirigida por el artesano John Irvin y protagonizada por Alec Guinness. En sus generosas cuatro horas de duración se nos contaba mejor esta complicada y misteriosa trama, porque hay ahí elementos de sobra para hacer de una película un fascinante ejercicio de intriga y tensión. Las formas de Alfredson son, como en su anterior título, frías y distantes. No acierta a implicarnos con los personajes, algunos de los cuales apenas están esbozados, por ejemplo el interpretado por Ciarán Hinds, y otros no acertamos a conocer sus inquietudes y motivaciones, caso del de Colin Firth. Con todo hay que felicitar el trabajo del elenco interpretativo, que se suma a un año especialmente interesante en películas corales, como Criadas y señoras o Margin Call. También cabe señalar el espléndido trabajo de ambientación, si bien contribuye junto a la realización y el guión firmado por la prematuramente fallecida Bridget O’Connor, que no llegó a ver el film terminado, a crear una atmósfera espesa y asfixiante que poco ayuda a la comprensión general de su argumento. Los ingredientes estéticos se imponen, incluida la excelente banda sonora de Alberto Iglesias, distrayendo del conjunto y dispersando también en la comprensión de una trama que termina resultando demasiado compleja e inabarcable. Acierta sin embargo a perfilar la personalidad del personaje principal, el típico espía solitario e incapaz de llevar una vida social o sentimental ordenada o satisfactoria, del mismo modo que también acierta en su postulado de que el hombre necesita continuamente conflictos, y que tanto tiempo de paz, aunque sea aparente, le aburre. Muy esperada, tanto sea por su muy eficiente tráiler, ilustrado con música de Danny Elfman para El hombre lobo, como por su paso por Venecia, donde la crítica se rindió a sus pies y sin embargo no arañó ningún premio.
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