viernes, 11 de abril de 2014

TANNHAÜSER EN VERSIÓN REDUCIDA DE HALFFTER Apoteosis de la suite sinfónica

12º Concierto de abono de la XXIV temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Kerri-Lynn Wilson, directora. Programa: Tannhäuser Sinfónico-Coral, Síntesis en tres actos de la ópera de Wagner por Pedro Halffter Teatro de la Maestranza, jueves 10 de abril de 2014

La reducción sinfónica a suites o sketches más asequibles al público y al bolsillo de los programadores ha sido una constante en la obra de Wagner. Hay una tetralogía sin palabras, una Música de amor arreglada por Stokowski a partir de Tristán e Isolda, o un Preludio y Bacanal de Tannhäuser que ocupa el primer tercio del arreglo sinfónico coral de Halffter a partir de la ópera homónima. En Wagner la orquesta no es un mero acompañamiento y las voces se integran en el resto de la orquestación para crear ese sonido mágico y característico que le convirtió en el gran renovador del género. De hecho siempre se ha reconocido en su música el germen del sinfonismo cinematográfico del Hollywood dorado, constantemente sometido a reducciones narrativas en forma de suites para su escucha en grabación o salas de concierto.
 
El éxtasis amoroso en la gruta de Venus, el aria del pabellón de Elisabeth, el coro de trovadores en el festival lírico, el de peregrinos, la canción de la estrella vespertina y la narración de Roma se suceden a lo largo de tres bloques en esta mastodóntica edición realizada por el director artístico de la ROSS hace un par de años en vísperas del bicentenario del compositor, que ahora espera grabación. De ella la directora canadiense Kerri-Lynn Wilson hizo una lectura esmerada y precisa, inteligente a la hora de distinguir los pasajes apoteósicos y espectaculares asociados a Venus, y los más líricos y románticos de Elisabeth, definiendo con fidelidad y acierto los dos extremos emocionales y morales entre los que se debate el desorientado protagonista.
 
Dicen que en el foso Wilson se revela una batuta eficiente, profesional y respetuosa con la narración y las voces, de tempi precisos y dinámicas volubles y maleables. Buena muestra dio de todo eso en esta versión que sonó tan espectacular como poética en sus manos. Lástima que el coro no estuviera a la altura acostumbrada. El femenino sonó a menudo desentonado y descompasado, y al masculino le faltó empuje y brío. La orquesta por el contrario sí tuvo la fuerza y el dinamismo necesarios, con momentos de sublime resolución como el violonchelo entonando el aria de Wolfram.

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