jueves, 26 de junio de 2014

AGRADECIDA CLAUSURA DEL EXCELENTE CICLO DE CÁMARA DE LA ROSS

XXIV Ciclo de Música de Cámara de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Programa: Obertura sobre temas judíos Op.34 y Pedro y el Lobo Op.67, de Prokofiev; Prayer, de Bloch; Trío Patético, de Glinka. Sala Joaquín Turina del Teatro de la Maestranza, martes 24 de junio de 2014

El ciclo de música de cámara que cada año nos brinda la Sinfónica, y que viene de alguna manera a paliar la escasa programación que de este género se viene sufriendo en nuestra ciudad, concluyó el pasado Día de San Juan con un concierto regalo dedicado al English Language Institute, patrocinador por segundo año consecutivo de la muestra, y ya comprometida con el tercero. Un concierto de carácter privado en el que las localidades estuvieron mayoritariamente ocupadas por personal involucrado, fundamentalmente alumnado y familiares, con la veterana escuela de idiomas que montaron Victoria Stapells y Richard Johnson a principios de los 80. Un gesto de reconocimiento y sano agradecimiento a estos dos grandes melómanos y su fuerte apuesta por la cultura, especialmente por la música, en estos tiempos en el que el mecenazgo se está imponiendo por imperativo y casi por decreto.

Entre las piezas elegidas para este especial broche a una vigésimo cuarta edición del ciclo con un balance altamente positivo, se retomó una que apenas hace unos días se integró en el programa que ofreció Camerata Serendipia en este mismo ciclo. Se trata de Prayer, de La vida judía de Ernest Bloch, pero en esta ocasión en su versión original para violonchelo y piano, que Luiza Nancu desgranó con un evidente sentido poético y un fraseo elegante y sedoso, con acompañamiento sutil y delicado de Tatiana Postnikova. El fabuloso clarinetista Piotr Szymyslik, junto con el fagotista Javier Aragó y Postnikova de nuevo al piano, ofrecieron una versión impecable e impoluta del Trío Patético de Glinka, concebido por el autor en plena crisis emocional y física; un viaje doliente hacia la desesperación que el trío recreó con amplio sentido épico, mucha energía y contundente tensión lírica.

Prokofiev protagonizó el comienzo y el fin de la velada. Su Obertura sobre temas judíos para cuarteto, clarinete y piano (ciertamente una formación insólita y original), ya la escuchamos en la clausura del III Festival de Música de Cámara Joaquín Turina en el Teatro de Capitanía General en septiembre de 2011. En esta ocasión Nancu, Szymyslik, Postnikova, además de Yuri Managazde y Anna Emilova en los violines y York Yu Kwong en la viola, exprimieron la pieza subrayando la belleza de sus temas, danzas y melopeas de carácter tradicional, y la fuerza de su expresividad con mucha voluntad y decisión, y a conveniencia incluso apasionamiento. La versión para orquesta reducida de Pedro y el Lobo que cerró el concierto - que apenas escuchamos hace un mes en interpretación de la Orquesta de Estudios Orquestales de la Fundación Baremboim-Said- con nombres señeros de la plantilla de la ROSS en los atriles, como Cambres, Dmitrenco, Ireland, Natsvlishvili, Ciorata, Morelló y otros que me perdonarán no les nombre para no resultar demasiado exhaustivos, se convirtió en un encuentro cercano con estos músicos extraordinarios con los que tantos buenos momentos musicales hemos compartido, y no fue una excepción esta versión de amplios registros y colores del cuento que narró muy en estilo Rafael Gómez repitiendo la experiencia del pasado octubre cuando se programó el Cuento fantástico de Caplet a partir de La máscara de la muerte roja de Allan Poe.

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