Dirección Rob Marshall Guión James Lapine, según su propio libreto para el musical de Stephen Sondheim Fotografía Dion Beebe Música Stephen Sondheim Intérpretes Meryl Streep, Anna Kendrick, Emily Blunt, James Corden, Lilla Crawford, Daniel Huttlestone, Chris Pine, Johnny Depp, Christine Baranski, Tammy Blanchard, Lucy Punch, Tracey Ullman, Simon Russell Beale, Joanna Riding, Billy Magnussen, Mackenzie Mauzy, Annette Crosbie, Richard Glover, Frances de la Tour
Estreno en Estados Unidos 25 diciembre 2014; en España 23 enero 2015
Disney ha lanzado a Broadway algunos de sus productos estrella, pero nunca antes había hecho lo contrario, importar a su medio natural, el cine, una producción musical del mítico distrito teatral neoyorquino. No extraña que el paso lo hayan dado precisamente con una obra en la que se dan cita algunos de los iconos infantiles más explotados por la productora americana, como son Cenicienta, Caperucita, Rapunzel y Jack y sus alubias mágicas. Stephen Sondheim, autor también de Golfus de Roma, Pequeña música nocturna, Sweeney Todd y la letra de West Side Story, todas ellas llevadas al cine, estrenó Into the Woods en 1987 con un ingenioso libreto de James Lapine, autor también del guión de esta película, que convierte los bosques encantados de los cuentos de los hermanos Grimm en un escenario de enredos amorosos al más puro estilo de Shakespeare y su Sueño de una noche de verano. Rob Marshall, al que tras haberse encargado de los rodajes de Chicago, Nine y un Annie para la televisión podríamos considerar el único director actual especializado en cine musical, como antes lo eran un George Sidney, un Vincente Minnelli o un Stanley Donen, dirige con convicción y algo más que corrección esta comedia de fantasía en la que brilla la música, más cerca de la opereta y condicionada a la música instrumental orquestada por Jonathan Tunick, como siempre en Sondheim, y a un reparto coral multiestelar. Todos y todas cantan, aunque con ayuda de la mesa de mezclas, y prestan sus privilegiados físicos para hacer de éste un entretenimiento de primer orden. Poco podemos saber si se acomoda mucho o poco al original escénico, salvo nuestros críticos catalanes, que habrán tenido oportunidad de ver este musical programado en Barcelona, donde Sondheim es prácticamente un ídolo. Nosotros nos conformamos con disfrutarla en una gran pantalla y con un sonido envolvente beneficiado, como siempre en el cine, de unas orquestaciones suntuosas y una interpretación eminentemente sinfónica. Meryl Streep sobreactúa pero nos encanta, Anna Kendrick se adapta como un zapato a su papel de intrépida Cenicienta, Chris Pine aporta masculinidad ciertamente machista y Emily Blunt está espléndida y muy divertida en su papel de panadera, así como Lilla Crawford como glotona Caperucita; lástima que el personaje de Blunt sea castigado por un desliz moral, tan propio de la ética americana y muy especial la disneyiana. Hay magia y una muy esmerada puesta en escena, tanto en vestuario como en decorados, iluminación y dirección de fotografía, todo lo cual contribuye a un espectáculo tan amable como indiscutiblemente disfrutable.
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