Dirección Laura Alvea Guion Miguel Ibáñez Monroy, Daniel González, Marta Armengol y Laura Alvea Fotografía Fran Fernández Pardo Música Alfred Tapscott Intérpretes Almudena Amor, Javier Rey, Amanda Goldsmith, Yanely Hernández, Alicia Lobo, Pino Montesdeoca Guacimara Correa, Angelo Olivier, Fran Torres, Marta Zubiria Estreno en el Festivald e Málaga 5 marzo 2024; en salas 31 mayo 2024
Aunque sea su primera película en solitario, no podemos hablar de Laura Alvea como una debutante o primeriza. Su trabajo, de hecho, puede considerarse fundamental en la cimentación de eso que algunos denominan cine andaluz. Ya fuera como directora de cásting o asistente de dirección, Alvea ha trabajado en la mayor parte de la filmografía de Paco León, algunos títulos fundamentales de Benito Zambrano y otras películas meritorias como La trinchera infinita o El autor. Además, como codirectora junto a Francisco José Ortuño, ha deambulado por distintos géneros, desde la animación con el cortometraje Treintañeros a la fábula con The Extraordinary Tale of the Times Table, e incluso el documental (Fernando Torres: El último símbolo, La mirada de las musas), pasando por el género en que parece sentirse más cómoda, que tiene que ver con lo paranormal e inquietante, con títulos como el cortometraje Relojes de arena o la inclasificable Ánimas. El año pasado tuvo finalmente su encuentro definitivo con la industria oficial y el cine comercial como responsable directa, junto a David Ulloa, de un producto de esos que denominamos mainstream. Se trató de la excelente serie La chica de la nieve, inexplicablemente excluida de todos los premios que anualmente se conceden en el ámbito televisivo, a pesar de contar con unas interpretaciones extraordinarias, un inquietante guion basado en la novela de Javier Castillo y un notable trabajo de tensión inteligentemente combinado con una profunda melancolía.
A poco de ultimar la posproducción de su segunda parte, El juego del alma, Alvea estrena ahora esta La mujer dormida, otro interesante ejemplo de cómo esta aplicada realizadora es capaz de integrar una historia de candente actualidad, denuncia mediante, en un clásico melodrama psicológico y hasta paranormal en el que vuelve a demostrar esa vocación cinéfila en la que ha cimentado su carrera profesional. No vamos a entrar en el espinoso terreno de las referencias, aunque no podemos evitar sentir el recuerdo de aquella La mujer de blanco inspirada en la novela de Wilkie Collins que Peter Godfrey llevó a la pantalla en 1948, conociendo además múltiples adaptaciones posteriores tanto para el cine como para la televisión. Alvea invoca explícitamente la ingenuidad infantil para aceptar su fantasmagórico argumento, y a partir de ahí tejer una historia de terror gótico en el que no faltan las constantes del género, un elegante caserón y unos protagonistas estilosos, que nos llevan de la mano para adentrarnos en el particular infierno vivido por una mujer encerrada en la tela de araña que ella misma ha contribuido a construir.
Fallan sin embargo las interpretaciones, punto fuerte de La chica de la nieve, con una Almudena Amor siempre a punto para seducir la cámara y un Javier Rey en pose permanente, lo que no ayuda a dar relieve a sus carismáticos personajes. Falla también la particular querencia de su directora por los golpes de efecto sonoro que contribuyan a generar inquietud y desasosiego; sin embargo, luce soluciones muy efectivas a nivel estético, mientras se agradece tratar al público con respeto, colocándolo al mismo nivel que su protagonista, de forma que el paulatino descubrimiento del misterio vaya en paralelo. Así y todo, con sus imperfecciones, nos encontramos ante un trabajo minucioso y bien urdido, fruto de un conocimiento pleno e inteligente de la industria cinematográfica de nuestro país.
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