Guion y dirección Ti West Fotografía Eliot Rockett Música Tyler Bates Intérpretes Mia Goth, Elizabeth Debicki, Michelle Monaghan, Bobby Cannavale, Kevin Bacon, Moses Sumney, Giancarlo Esposito, Lily Collins, Simon Prast, Halsey, Chloe Farnworth, Sophie Thatcher, Zachary Mooren, Ned Vaughn Estreno en Estados Unidos 5 julio 2024; en España 23 agosto 2024
Secuela directa de X, una película ambientada en un paraje apartado de Texas a finales de los años setenta del pasado siglo, en la que el equipo de rodaje de un film pornográfico se enfrentaba al mal, personalizado en el recalcitrante puritanismo estadounidense. El mismo año de su estreno, su director, Ti West, estrenó en plataformas digitales su presunta secuela, Pearl. El desagrado que nos provocó aquel primer film centrado más en el espectáculo de vísceras y sangre y guardando el mismo puritano recelo en mostrar escenas medianamente sexuales, impidió que nos interesásemos por su precuela, si bien estar ambientada sesenta años antes para contar los precedentes de su aguerrida protagonista, provoca ciertamente nuestra curiosidad.
Ahora llega su secuela, manifiestamente más ambiciosa, con la intrépida superviviente de aquella matanza de Texas abriéndose paso en Hollywood, en el cine narrativo puro y clásico, aunque sea a través del género de terror, pero en manos de una realizadora con voz propia y personal, una estupenda Elizabeth Debicki a quien quisiéramos ver en más películas y en papeles de mayor enjundia. Mia Goth interpreta a la peligrosa rubia protagonista y de paso produce también el que sin duda es su mayor vehículo de lucimiento hasta el momento. El pretexto sirve para trazar una radiografía más estética y visual que pretendidamente psicológica de ese Hollywood al que su frase publicitaria identifica como un asesino.
Así, West pone especial énfasis en resucitar el giallo italoamericano, con dosis considerables del cine de Brian de Palma, también deudor, pero con personalidad propia, de ese género italiano tan prodigado en la década de los setenta del siglo XX, con Dario Argento y sus atemorizadas pero decididas y bellas guerreras. Pantallas partidas, música que combina acción, suspense y romanticismo (un logro de Tyler Bates acercándose a Pino Donaggio) y secuencias que directamente evocan a Doble cuerpo, música de Frankie Goes to Hollywood incluida, confirman esta tendencia de la que West sale mejor parado que su disparatado argumento, literalmente desbocado al final de una producción que pese a todo se disfruta, entretiene y divierte, por mucho que nos fastidie que aquello que critica se convierta también en su espada de Damocles, evidenciando tanto puritanismo sexual como descalabro visceral.
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