Dirección David Lowery Guión David Lowery y David Grann, según el artículo del segundo Fotografía Joe Anderson Música Daniel Hart Intérpretes Robert Redford, Sissy Spacek, Casey Affleck, Danny Glover, Tom Waits, Tika Sumpter, John David Washington, Keith Carradine Estreno en el Festival de Toronto 10 septiembre 2018; en Estados Unidos 19 octubre 2018; en España 25 enero 2019
En Ghost Story el director y escritor norteamericano David Lowery convirtió una historia de fantasmas en un trabajo poético con sábana con huecos para los ojos incluida, de la misma forma que el hombre de la pistola al que alude esta despedida de Redford de la interpretación cinematográfica, jamás enseña el arma que supuestamente utiliza para perpetrar los robos que hicieron famoso a su personaje, Forrest Tucker, un hombre que se pasó la vida entre rejas o huyendo de ellas, y que cometió su último atraco a un banco con ochenta años. La película, y el artículo de David Grann, autor del libro en el que se basó la extraordinaria película de James Gray Z, la ciudad perdida, se centra en los primeros años ochenta, cuando el protagonista tenía 60 años, a pesar de que Redford hace tiempo que perdió la eterna juventud que le caracterizaba y hoy ya no da el pego como señor de esa edad. Y se centra además en un romance otoñal y absolutamente respetuoso, lo mejor de una cinta que se ocupa también de la persecución de la que fue objeto por parte del inspector de policía John Hunt, encarnado por el soso e ininteligible Casey Affleck. Sissy Spacek da la réplica al legendario Redford, y se erige de paso como lo mejor de la función, con miradas y sonrisas tan elocuentes como sus entrañables silencios. Él cumple, aunque la historia se revela endeble, coyuntural y con poca garra, por mucho que el director de la también estimable Pedro y el dragón se empeñe en tiznarlo todo de una pátina de amabilidad y delicadeza, lo que junto a una perfecta ambientación da como resultado una cinta estimable que se deja ver con facilidad, aunque no suscita un entusiasmo especial. Su valor añadido como última película del actor fetiche de Pollack se completa con una serie de secuencias de películas de cuando era joven, aprovechadas para hacer una semblanza del personaje, perseguido por la justicia desde temprana edad. En esta despedida le acompañan también los veteranos Danny Glover y Tom Waits, que incorporan a sus colegas de atracos, y Keith Carradine, al que hacía tiempo le habíamos perdido la pista, en un trabajo muy breve.
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