Dirección David O. Russell Guión David O. Russell y Annie Mumolo Fotografía Linus Sandgren Música David Campbell y West Dylan Thordson Intérpretes Jennifer Lawrence, Robert de Niro, Bradley Cooper, Isabella Rossellini, Diane Ladd, Edgar Ramírez, Virginia Madsen, Elisabeth Röhm, Dascha Polanco, Jimmy Jean-Louis, Susan Lucci, Laura Wright, Ken Howard, Aundrea & Gia Gadsby Estreno en Estados Unidos 25 diciembre 2015; en España 8 enero 2016
Joy Mangano es una inventora norteamericana que saltó a la fama en su país a principios de los años noventa del pasado siglo por patentar una versión sofisticada de la fregona española y publicitarla en teletienda, convirtiéndose con el paso de los años en presidenta de Ingenious Designs LLC. David O. Russell ha conocido más éxitos (Flirteando con el desastre, Tres reyes, The Fighter, El lado bueno de las cosas, La gran estafa americana) que fracasos (Extrañas coincidencias, Accidental Love) en su carrera. Su visión del particular universo que rodea la historia de Mangano le ha vuelto a reportar buenos dividendos aunque desde el punto de vista artístico haya sido menos valorada que sus cintas precedentes. Sin embargo su tono jovial y distendido la convierten en una película mucho más simpática que las anteriores, a lo que ayuda su estructura narrativa a modo de cuento de hadas entre la ensoñación y la comedia de buenas voluntades. Su fauna humana remite a algunos de los títulos más señeros de Frank Capra, con especial énfasis en los personajes femeninos, a los que la cinta se rinde incondicionalmente, desde la mágica abuela, en la mejor tradición del cine latino, encarnada por una espléndida Diane Ladd, a la enigmática y sensacional Jennifer Lawrence dando vida a la protagonista, una joven creativa y decidida que lucha por sacar a su familia adelante con tanta generosidad como abundancia de recursos, no por ello sufriendo momentos de desmayo y casi rendición. Su madre, una mujer abandonada a los culebrones como vía de escape de una realidad que le aterra, encarnada con voz grave y contundente por Virginia Madsen; su mejor amiga, entregada a un apoyo y una confianza extremas, Dascha Polanco; la rica y decidida novia de su padre, una divertidísima Isabella Rosselllini; o la pequeña de ojos ávidos y expresivos a la que dan vida las gemelas Aundrea y Gia Gadsby, son ejemplos de esta árbol genealógico femenino que da fuerza y vida a una trama tan entretenida como subyugadora. Los galanes, el venezolano Edgar Ramírez (Carlos, El libertador) y Bradley Cooper, con quien Lawrence comparte su cuarta película juntos en la mejor tradición de parejas del cine clásico americano, quedan en un segundo pero revelador plano que potencia la fuerza de la atracción y el cariño de esta extraordinaria mujer, mientras De Niro muestra su cara más contenida y amable. En el otro extremo, el fondo hortera de la televisión americana llena de teletiendas y culebrones no logra trascender más allá de la mera anécdota. Y es que Joy es una película de personajes e intérpretes, y si la protagonista de Los juegos del hambre ha merecido por ello un nuevo Globo de Oro, el resto del elenco está a la misma altura de excelencia. Su ritmo liviano y continuo y el tono general desenfadado, con momentos estelares como la explicación de cómo funciona la teletienda a ritmo de la popular malagueña, hacen del film si no un producto memorable sí desde luego decididamente disfrutable.
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