Arabia Saudí-Alemania 2020 101 min.
Dirección Haifaa Al-Mansour Guion Haifaa Al-Mansour y Brad Niemann Fotografía Patrick Orth Música Volker Bertelmann Intérpretes Mila Al Zahrani, Nora Al Awadh, Dae Al Hilali, Khalid Abdulraheem, Shafi Alharthy, Tareq Al Khladi, Khadeeja Mua’th Estreno en el Festival de Venecia 28 agosto 2019; en España 6 marzo 2020
Siguiendo una tendencia habitual en el cine que nos llega de oriente medio, convirtiendo en fábula historias de superación personal y consecución de objetivos inmediatos que sirven de parábola de denuncia de un mundo de desigualdad e injusticia, la realizadora de Arabia Saudí Haifaa Al-Mansour repite en cierto modo el esquema que le dio fama internacional con La bicicleta verde. En esta ocasión es una joven doctora quien con el fin de lograr su objetivo, que se asfalte el camino de entrada a la clínica en la que trabaja, se embarca en una campaña electoral a nivel local que deviene en una reclamación de mayor independencia e igualdad para las mujeres, y que servirá para que ella misma tome conciencia de su condición y modifique algunas de las costumbres impuestas por una religión omnipresente que hasta entonces seguía a rajatabla.
En ese proceso el arte y la cultura tendrán también un papel protagonista, a través de la historia paralela de una gira musical que lleva a su padre y tutor por el país tocando y cantando dulces melodías de corte folclórico, y que determina su carácter abierto y comprensivo frente a una realidad nada acorde a un país donde el avance tecnológico e industrial resulta tan avanzado. Solo con la colaboración alemana en la producción, al igual que ocurría en La bicicleta verde, consigue Al-Mansour que su producto luzca complejo y tan bien rodado, a pesar de haberse sin duda rodado en gran parte en clandestinidad, mientras en pantalla occidente no puede disimular su perplejidad ante situaciones como las que describe la película, especialmente esas celebraciones segregacionistas ya descritas en un corto norteamericano de la realizadora, The Wedding Singer’s Daughter, cuya anécdota argumental es aprovechada también en un episodio de esta película. Un periplo americano que se completa con la interesante Mary Shelley, la cinta para Netflix Desmelenada y la preparación de la serie de televisión Motherland.
Pero en este regreso a sus orígenes, la directora muestra menos fuelle y fuerza expresiva que en La bicicleta verde. Su obra languidece por momentos y no encuentra el equilibrio justo entre lo que denuncia, cómo lo hace, la resolución convencional y tosca de algunos de sus pasajes y ese paralelismo cogido con calzador entre la historia de la protagonista y la de su padre músico. Son estas historias que ya conocemos, ambientadas en una realidad de la que estamos ampliamente informadas pero que conviene tener siempre presentes en nuestra conciencia. Nuestro país es uno de los primeros en exhibirla comercialmente, antes incluso que en Alemania.
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