Argentina-Uruguay-Francia 2019 85 min.
Dirección Juan Diego Solanas Documental Estreno en el Festivald e Cannes 18 mayo 2019; en Argentina 3 octubre 2019; en España 6 marzo 2020
Hoy 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora y de la Mujer por extensión, me acerco a conocer de primera mano una situación tan dura y difícil como es la lucha de la mujer argentina por un aborto libre y seguro, fuera de la clandestinidad, una cuestión de ampliación de derechos y de sanidad pública. Y lo hago sorprendido de estar solo en la sala del único cine en Sevilla donde se exhibe. Hoy que tanta militancia sale a la calle a reivindicar una igualdad que ni de lejos está de ser realidad, me sorprende que nadie, ni mujeres ni hombres, en esta ciudad se haya preocupado por conocer este drama tan tangible y trasladable a nuestra realidad social, porque si bien en España gozamos de este derecho y libertad fundamental, no deja de ser un síntoma más de la falta de seguridad y libertad que sigue teniendo más de la mitad de la población como consecuencia de una sociedad fuertemente patriarcal e influida por la religión que todo lo ensucia y contamina.
Es necesario sumergirse en este tipo de crónicas valientes y decididas, tan llenas de verdad y de dolor, que nos lleva de la mano a la calle donde millones de mujeres gritan y luchan, y nos hace estremecer con el testimonio de quienes más sufren. Al final es como todo, una cuestión de clase social, de casta y de poder. La gente pobre frente a la rica, quienes tienen que morir si quieren elegir y quienes pueden elegir sin riesgo, aunque sigan dándose golpes de pecho defendiendo al ser germinal aunque una vez fuera del útero materno ya no le importe a nadie, y menos al Estado. Hipocresía frente a la vida, el gozo y el disfrute en esta tierra a la que deberíamos venir a disfrutar y no a sufrir tanto. Los desgarradores testimonios de mujeres jóvenes, pobres, prostitutas y fatigadas, a quienes se les niega la salud, se les insulta, y hasta se les encarcela, son fundamentales para conocer y comprender este dolor inadmisible, y de paso seguir abogando por una mayor equidad y un mayor equilibrio entre hombres y mujeres, real no ficticio, que escuche a ellas y amplíe sus derechos y libertades. El papel de la Iglesia, pidiendo incluso la abstención como mejor método anticonceptivo, pero como recalca uno de los testimonios de esta película, un sacerdote con conciencia, no precisamente la abstención de los curas pederastas, vuelve a ser el talón de Aquiles de legisladores incapaces de asumir su responsabilidad y de garantizar un mínimo de calidad de vida a quienes ya estamos sobre el planeta.
El director, Juan Diego Solanas, de quien hace unos años vimos un interesante drama romántico de ciencia ficción, Un amor entre dos mundos, visibiliza en este devastador documento el impresionante discurso de su padre, el senador Fernando Solanas, también cineasta (Sur, Tangos: El exilio de Gardel) en la cámara alta argentina poco antes de que el proyecto de ley aprobado en la Cámara de los Diputados fuera tumbado ante el llanto y el estupor de los dos millones de mujeres que aguardaban fuera bajo la lluvia. Hoy afortunadamente el presidente Alberto Fernández cuenta con más apoyos para que la ley se haga realidad. Como dice Fernando Solanas, ¡habrá ley! en Argentina, y lograremos entre todas y todos mayor justicia social en el resto del mundo, pero ¡cuánto cuesta convencer hasta de lo más elemental! La lucha tiene que continuar, en la igualdad de oportunidades, en la erradicación de la violencia machista, y en la lapidación del pensamiento reaccionario, deshumanizado, arcaico y por qué no decirlo, malvado, de la extrema derecha fascista y ultraconservadora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario