Reino Unido 2021 163 min.
Dirección Cary Joji Fukunaga Guion Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga y Phoebe Waller-Bridge, según los personajes creados por Ian Fleming Fotografía Linus Sandgren Música Hans Zimmer Intérpretes Daniel Craig, Lèa Seydoux, Rami Malek, Lashana Lynch, Ralph Fiennes, Ana de Armas, Naomie Harris, Ben Whishaw, Christoph Waltz, Jeffrey Wright, Roy Kinnear, Dali Benssalah, Billy Magnusson, David Dencik Estreno en Reno Unido 30 septiembre 2021; en España 1 octubre 2021
Aunque hoy no son pocas las sagas y seriales cinematográficos que invaden la cartelera, con los superhéroes de Marvel a la cabeza, ningún estreno logra alcanzar la categoría de acontecimiento como lo siguen haciendo las películas de James Bond. Como si uno de esos secretos de Estado que tan sigilosamente se encargan de mantener los personajes creados por Ian Fleming hace casi setenta años, los responsables de Sin tiempo para morir han conseguido guardar todos los secretos que contiene esta última película de la saga, desde su primer intento de estreno en abril de 2020 hasta hoy, pasando por un segundo intento el pasado mes de noviembre. Algo sorprendente en estos tiempos de redes sociales y falta absoluta de discreción en cualquier campo. Daniel Craig se despide del personaje, pero ¿se trata solo de eso o hay más? Un rótulo asegura al final de los títulos de crédito que James Bond regresará, y eso nos deja tranquilos. Sin embargo, ¿dónde va a quedar el reboot de la serie que se inició con Casino Royale, con un Bond todavía sin los dos ceros que le otorgan licencia para matar, y continuó con el personaje adoptando su forma más dramática conocida, sensible al amor y rendido al luto?
Craig protagonizó cinco títulos enlazados entre sí como un culebrón, algo inédito en la serie hasta entonces, y los guionistas de esta última entrega, entre los que se encuentran el director Cary Joji Fukunaga (Sin nombre, Jane Eyre) y la actriz y escritora en alza Phoebe Waller-Bridge, hermana de la compositora Isobel Waller-Bridge (Emma.), se las han ingeniado para cerrar el círculo emparentando ésta con el único título que protagonizó el australiano George Lazenby, hace cincuenta años. También Al servicio secreto de su majestad estuvo marcada por la tragedia y el amor romántico, aunque en aquella pudimos disfrutar del humor y el glamour durante todo el metraje antes de enfrentarnos al fatal destino. La bellísima balada We Have All the Time in the World que John Barry y el letrista habitual de Burt Bacharach, Hal David, escribieron para aquel indispensable título, y a la que Louis Armstrong prestó su singularísima voz, nos da ahora la pista de ese círculo cerrado, a la vez que justifica la importancia del tiempo en esta y cualquier aventura vital a la que nos enfrentemos. Un apasionado Hans Zimmer se encarga también de entroncar con la película de Peter Hunt citando éste y su tema principal en su intrigante y enérgica partitura para esta historia crepuscular.
Pero ¿Qué hay entre tanta cita y referencia? Una película que se toma su tiempo, es la más larga de la serie, y que ahorra a propósito en espectacularidad. No hay aquí secuencias como la de África en Casino Royale, Siena en Quantum of Solace, Estambul o el metro de Londres en Skyfall, y desde luego no como el extraordinario arranque de Spectre en México. Hay más espacio para el drama, el diálogo, la tragedia y los cambios de registro, sin por ello afectar a su equilibrio interno. Comienza en tono romántico, le sigue una discreta secuencia de acción por las calles de Matera, una pintoresca población cerca de Bari, y tras los habituales títulos de crédito, esta vez con la voz de la chica de moda, Billie Eilish, parece que la cosa se vaya a entregar al humor y la diversión más desenfadada, con una secuencia en Cuba que sirve para lucimiento de Ana de Armas como ágil y enérgica agente también con doble cero. Luego deriva hacia la tragedia y el crepúsculo, se juega al despiste para vislumbrar el futuro de la serie, y una advenediza Lashana Lynch se adjudica el 007 mítico tras un nuevo intento de apartar a nuestro héroe de una misión visionaria que coloca a una amenaza bacteriológica como principal problema del mundo, algo así como la conspiración que muchos asocian a la pandemia que ha aplazado dos veces el estreno de la película.
Blofeld en el cuerpo y el alma de un espléndido Christoph Waltz, y el villano contenido y misterioso al que encarna Rami Malek, se convierten en los rivales del más famoso superagente del mundo, mientras todo el imaginario humano de la serie va pasando ante nuestros ojos, con M, Moneypenny, Q y Felix Leiter a la cabeza. Léa Seydoux rivaliza con sus antecesoras Diana Riggs (otra vez Al servicio secreto de su majestad) y Eva Green (Vesper Lynd en otra vez Casino Royale), completando el trío de mujeres que hicieron a Bond, James Bond, plantearse un cambio de rumbo. No es el momento de morir, existe esperanza y redención en el amor, hay todo el tiempo del mundo para amar, porque eso sí que es eterno.
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