domingo, 2 de junio de 2019

EL TALENTO DE REGINA LAZA AL CALOR DE LA BÉTICA

Orquesta Bética de Cámara. Regina Laza, violín. Michael Thomas, director. Programa: Fantasía Escocesa Op. 46, de Bruch; Sinfonía nº 3 Op. 56 “Escocesa”, de Mendelssohn. Espacio Turina, domingo 2 de junio de 2019


Aparte de otros muchos, hay dos motivos fundamentales por los que se hace necesario el apoyo y la conservación de una orquesta como la Bética de Cámara, que son ofrecer otros programas alternativos a los de los conjuntos más asentados, y brindarnos la posibilidad de conocer ese joven talento andaluz que espera su oportunidad para saltar definitivamente al lugar que merece, y que en el caso de Regina Laza, como en el de Manu Brazo con el que empezó la temporada, se traduce en una excelencia digna de los mejores espacios y repertorios. Por cierto, que la orquesta y Brazo repetirán ese concierto el próximo viernes 7 en el Castillo de Utrera, localidad que estos días despide entre lágrimas a uno de sus más ilustres hijos, el futbolista José Antonio Reyes, y donde nació el reputado saxofonista, celebrado en el Reino Unido como una de las figuras más sobresalientes entre los solistas de música clásica de nuevo cuño.

Michael Thomas, inglés afincado en Andalucía, debió sentirse como en casa celebrando la vida y el paisaje de su vecina Escocia en este hermoso programa que combina la Fantasía Escocesa de Max Bruch y la Sinfonía Escocesa de Felix Mendelssohn. Dos piezas que ilustran la leyenda y la realidad de esta nación de la Gran Bretaña. Mientras la Sinfonía de Mendelssohn es más legendaria y evocadora que real, la Fantasía de Bruch se basa en el empleo de melodías folclóricas de las Highlands escocesas. Para la ocasión contamos con la presencia de la joven de Algeciras Regina Laza, que a sus veinticuatro años derrocha talento, seguridad y dominio absoluto del instrumento, tras haber sido ampliamente reconocida fuera y dentro de nuestro país, y haber ocupado destacadas plazas en los conjuntos sinfónicos juveniles más importantes de España.

Cuerda mejorada y solista de altura

La cuerda de la Bética experimentó una notable mejoría en conjunción y tersabilidad, no sabemos si como consecuencia del trabajo desplegado por Mariarosaria D’Aprile, a quien no recordamos como concertino del conjunto. Lo cierto es que con ella al frente de la cuerda aguda e Israel Martínez en la grave, la orquesta sonó especialmente bien. Lástima que unos erráticos e imprecisos acordes en los metales, especialmente en el solemne arranque de la Fantasía, enturbiaran los resultados. Por el contrario, Laza estuvo sensacional, manteniendo una línea de canto homogénea, sin estridencias ni cambios bruscos de registro, versátil y con un fraseo amplio y elegante, que se hizo especialmente notable en el canto de amor basado en Auld Robin Morris y en el andante sostenuto, así como vivaz y enérgico en The Dusty Miller y el allegro guerriero conclusivo, brillantemente entonado, que remató con un extenuante virtuosismo en una propina basada en el Dies Irae gregoriano que sospechábamos era obra de otro gran y joven violinista actual, Roman Kim, pero finalmente hemos sabido por otras publicaciones que se trata del último movimiento de la Sonata nº 2 de Ysaye.

Thomas como siempre desplegó su buen oficio y generoso entusiasmo en una Escocesa de Mendelsohn que brilló más en los pasajes vibrantes y vigorosos que en los más tiernos y líricos. También aquí la orquesta, que como se sabe acomete sus programas con menos efectivos de lo que es habitual en estos perfiles románticos, mantuvo un nivel muy digno y satisfactorio, a pesar de debilitarse como apuntamos en la exposición del segundo tema del primer movimiento, que reclama más vuelo lírico y carácter bucólico que el ofrecido, o el hermosísimo adagio central, necesitado de mayor ternura y calidez, malográndose parcialmente su carácter legendario y ensoñador. Por otra parte, en su segundo movimiento se supo captar la energía rítmica del Scotch snap que inspira los bailes tradicionales escoceses, con aportaciones estupendas de las maderas, especialmente el solo de clarinete. Mientras el final majestuoso, como un himno, se benefició de un trabajo muy bien perfilado en los timbales, y el entusiasmo general de una orquesta a la que sinceramente deseamos una larga y fructífera vida.

Artículo publicado en El Correo de Andalucía

2 comentarios:

  1. UY NO TE CONOZCO PERSONALMENTE SOY AMIGO DE TUS TIAS Y DE TU PADRE, DARIA CUALQUIER COSA POE CONOCERTE Y ESCUCHAR ESASA BUENAS MELODIAS QUE TITA ROSA ME COMENTO MUCHAS VECES MUCHAS SUERTE ARTISTA BUEN EXITO ,,,TITO JUAN

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  2. Pues tengo la sensación de que confunde con otra persona, pues mi padre solo tuvo una hermana y desconozco quién sea "Tita Rosa". Lo siento, hay más Juan José Roldanes

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