USA 2019 131 min.
Dirección Michael Dougherty Guion Michael Dougherty y Zach Shields Fotografía Lawrence Sher Música Bear McCreary Intérpretes Vera Farmiga, Kyle Chandler, Millie Bobby Brown, Bradley Whitford, Charles Dance, Thomas Middleditch, Ken Watanabe, Zhang Ziyi, Sally Hawkins, Aisha Hinds, David Strathairn, Randy Havens, Anthony Ramos Estreno en Estados Unidos 31 mayo 2019; en España 21 junio 2019
En Hollywood parece que se quiera competir con la televisión con sus mismas armas, con seriales interminables que engrosan el mundo de las franquicias. Series que se pueden ver en pantalla grande con los mejores y más sofisticados equipos de imagen y sonido y unos efectos visuales de primer orden. La recuperación de Godzilla hace cinco años por parte de la productora Legendary, con resultados más bien mediocres, si no directamente decepcionantes, tuvo una digna continuación con Kong: La isla Calavera, un apocalíptico viaje al interior del terror en ambientes exóticos y asfixiantes. Pero esta segunda parte de Godzilla no solo no supera a la que dirigió Gareth Edwards en 2014 sino que directamente la empeora.
Insiste en emular a sus abuelos nipones con un miedo contemporáneo, el preocupante deterioro medioambiental de la Tierra, incluyendo ahora un grupo terrorista que pretende liberar los monstruos, retenidos por las fuerzas estatales, con el fin de restablecer el orden natural tan dañado por el hombre. Pero la línea argumental sigue siendo la misma, con búsqueda de la familia sea donde sea, y es que los protagonistas viajan mucho y de forma algo desmedida e inexplicable. La acción se traslada de la castigada San Francisco a la costa este, concretamente a la histórica Boston, madre de los derechos y libertades estadounidenses. Pero todo es un pretexto para poner en acción al temible Godzilla con otras criaturas ancestrales, como Mothra, Rodan o el increíble monstruo de tres cabezas Ghirodah, de procedencia insólita y sorprendente. Entre ellos se cuela King Kong, aunque pertenezca a otro imaginario distinto, y es que se trata de diseñar el preludio a la próxima entrega, Godzilla vs. King Kong.
En el reparto repiten con igual desgana Ken Watanabe, Sally Hawkins y David Strathairn, mientras Vera Farmiga, Kyle Chandler y la inevitable niña, Molly Bobby Brown, proveniente de Strange Things, intentan sin éxito que empaticemos con su odisea a través de la inquebrantable fuerza de la familia… tradicional. Su desdichado director apenas había dirigido unos cuantos cortometrajes de animación, con una estética sospechosamente parecida a la de Tim Burton, y un par de olvidables largos de terror.
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