miércoles, 2 de febrero de 2022

LA CORDILLERA DE LOS SUEÑOS Como un espejo

Chile-Francia 2019 84 min.
Guion y dirección Patricio Guzmán Fotografía Samuel Lahu Documental Estreno en el Festival de Cannes 17 mayo 2019; en Francia 30 octubre 2019; en España a partir del 16 diciembre 2021

Dos años después de estrenarse en Francia y ser nominada allí al César al mejor documental, llega una nominación al Goya a la mejor película latinoamericana para esta nueva incursión del director chileno afincado en el país galo Patricio Guzmán en la historia reciente de su país. Cierra este poético y desgarrador film una trilogía sobre la fisonomía del país andino que se inició con Nostalgia de la luz, donde retrataba el norte del país, y El botón de nácar, sobre el sur. Es el turno ahora de la columna vertebral, la Cordillera de los Andes, como metáfora y contenedor de toda la desgracia y desolación que asoló el país durante más de veinte años de dictadura y que aún deja sentir su sombra sobre la pérdida de inocencia y alegría que según su director caracterizaba a su población.

Apoyado en una suntuosa fotografía, con un uso inteligente y apropiado de los drones y un estilo visual épico y majestuoso, Guzmán combina la poesía en su narrativa con su propia voz, con los testimonios de destacados voces de la cultura chilena y el inabarcable e imprescindible material de archivo de Pablo Salas, fotógrafo siempre con su cámara permanentemente a mano, atenta para retratar la vida cotidiana y, muy especialmente, las protestas y el dolor del pueblo. Fue precisamente este material de Salas el que sirvió a Guzmán para realizar en los setenta su díptico La batalla de Chile, y son estos momentos de realidad captados por la cámara en perfecto equilibro los que demuestran el desgarro del odio y la ira vertida sobre el pueblo cuando asoma el fascismo, siempre al acecho y más cuando los pueblos deciden olvidar su memoria, dar la espalda a la controvertida memora histórica, a menudo despreciada por esa derecha rancia y despreciable que nos ha llevado en el mundo entero, con la ayuda inestimable de la primera potencia mundial, a abrazar incondicionalmente el capitalismo, solo para cuestionarlo cuando no nos favorece, con la consecuente cada vez mayor brecha entre riqueza y pobreza.

De todo esto nos habla Guzmán desde una óptica eminentemente cultural. No en vano son gente de la cultura y la ciencia quienes tienen voz en este importante documento, como el escritor Jorge Baradit, los escultores Vicente Gajardo y Francisco Gazitúa, la cantante Javiera Parra, el vulcanólogo Álvaro Amigo y el pintor Guillermo Muño, además del ya mencionado Pablo Salas. Puede que no sea el mejor trabajo y más definitivo sobre la dictadura chilena que haya realizado Guzmán, entre los que se encuentran Salvador Allende en 2004, El caso Pinochet en 2001 y Chile, la memoria obstinada en 1997, pero es desde luego un trabajo concienzudo y aniquilador, que apela a nuestra conciencia no como personas ajenas al drama de un país que según su autor ha ido perdiendo paulatinamente la alegría, sino como protagonistas de un fenómeno que es mundial y que amenaza con destruir nuestra imprescindible comunión con la naturaleza y la sencillez de las cosas. La cordillera de los Andes se erige en este sentido como observadora y vigilante, contenedor de todo ese dolor e incomprensible rabia de unos contra otros, del opresor contra el oprimido, de la sinrazón y la ignorancia contra la naturaleza. Para nosotros y nosotras es como un espejo.

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